Sobre el pedido de Taiwan para participar Asamblea Mundial de la Salud

8 mayo, 2025

Jiang Shixue, de la Universidad de Shanghai, escribe en Clarín señalando que es “incorrecta” la solicitud de “la llamada directora general de la Oficina Comercial y Cultural de Taipéi en Argentina”, para que Taiwán participe en la próxima Asamblea Mundial de la Salud (AMS).

Por Jiang Shixue*.

Taiwán no tiene legitimidad para participar en la Asamblea Mundial de la Salud

El 23 de abril de 2025, el diario Clarín publicó un artículo de Florencia Miao-hung Hsie, la llamada directora general de la Oficina Comercial y Cultural de Taipéi en Argentina, solicitando permitir que la provincia china de Taiwán participe en la próxima Asamblea Mundial de la Salud (AMS). Ella señala: “La 78ª Asamblea Mundial de la Salud (AMS) se celebrará del 19 al 27 de mayo en Ginebra. En este contexto, Taiwán reitera su deseo de participar en la AMS como observador y aportar activamente a la salud pública global. Sin embargo, su participación ha sido bloqueada durante años debido a la distorsión política por parte de China de la Resolución 2758 de la Asamblea General de la ONU y de la resolución WHA25.1 de la misma Asamblea Mundial de la Salud” y agrega que, “La AMS es un foro técnico y no político.”

Esta dama taiwanesa comete un grave error al sugerir que Taiwán participe en la AMS. Debería saber que solo existe una sola China en el mundo, que el Gobierno de la República Popular China (RPC) es el único gobierno legítimo que representa a toda China y que Taiwán es una parte inalienable del territorio chino. También debería conocer que la posición de China respecto a la participación de Taiwán en las actividades de organizaciones internacionales, incluida la Organización Mundial de la Salud, es clara y consistente: el tema debe manejarse de acuerdo con el principio de una sola China, que es también el principio fundamental afirmado por la Resolución 2758 de la Asamblea General de la ONU y la Resolución 25.1 de la misma AMS.

La Resolución 2758 de la ONU, en octubre de 1971, decidió “restaurar todos sus derechos a la República Popular China y reconocer a los representantes de su gobierno como los únicos representantes legítimos de China ante las Naciones Unidas, y expulsar de inmediato a los representantes de Chiang Kai-shek del lugar que ocupaban ilegalmente en la ONU y en todas las organizaciones relacionadas”.

Por su parte, la Resolución 25.1 de la 25ª AMS, en mayo de 1972, también decidió “restaurar todos sus derechos a la República Popular China y reconocer a los representantes de su gobierno como los únicos representantes legítimos de China ante la Organización Mundial de la Salud, y expulsar de inmediato a los representantes de Chiang Kai-shek del lugar que ocupaban ilegalmente en la OMS”.

Asimismo, en los dictámenes jurídicos oficiales de la Oficina de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de la ONU se afirmó claramente que “las Naciones Unidas consideran a ‘Taiwán’ como una provincia de China sin estatus separado” y que las “autoridades” en “Taipéi” no son consideradas ni reconocidas como un gobierno legítimo. Por ello, en la ONU se refiere a la isla como “Taiwán, provincia de China”.

Algunas personas en Argentina desconocen que Taiwán ha pertenecido a China desde la antigüedad. Esta afirmación tiene una base sólida en la historia y en el derecho. Nuevos descubrimientos arqueológicos y hallazgos de investigación han confirmado los profundos lazos históricos y culturales entre ambos lados del estrecho de Taiwán. Numerosos archivos históricos y crónicas han documentado cómo el pueblo chino desarrolló a Taiwán desde tiempos antiguos.

La Declaración de El Cairo, emitida por China, Estados Unidos y el Reino Unido el 1 de diciembre de 1943, estableció que era propósito de los tres aliados que todos los territorios que Japón había robado a China, como el noreste de China, Taiwán y las Islas Pescadores, fueran devueltos a China.

La Proclamación de Potsdam, firmada por China, Estados Unidos y el Reino Unido el 26 de julio de 1945 y posteriormente reconocida por la Unión Soviética, también reiteró que se cumplirían los términos de la Declaración de El Cairo. El 25 de octubre de ese año, el gobierno chino anunció que reanudaba el ejercicio de su soberanía sobre Taiwán. Desde entonces, China recuperó Taiwán de jure y de facto mediante numerosos documentos con efecto legal internacional.

Como resultado de la guerra civil en China a finales de los años 40 del siglo pasado y la intervención de fuerzas externas, ambos lados del estrecho de Taiwán han mantenido un estado de prolongada confrontación política. Sin embargo, la soberanía y el territorio de China nunca se han dividido ni se permitirán dividir, y el estatus de Taiwán como parte del territorio chino nunca ha cambiado ni se permitirá que cambie.

Es cierto que, de 2009 a 2016, Taiwán participó en la AMS bajo el nombre de Taipéi Chino y como observador durante ocho años consecutivos. El principio de una sola China es la base política para el desarrollo pacífico de las relaciones a través del estrecho y también la base para que la RPC haga arreglos especiales para la participación de Taiwán en la AMS.

Sin embargo, desde que el Partido Progresista Democrático asumió el poder en Taiwán en 2016, ha rechazado reconocer el Consenso de 1992, que encarna el principio de una sola China. También ha puesto sus planes políticos por encima del bienestar del pueblo de Taiwán y se ha mantenido obstinadamente en la postura separatista de “independencia de Taiwán”, lo que ha hecho que ya no exista la base política para su participación en la AMS. Para defender el principio de una sola China y salvaguardar la solemnidad y autoridad de las resoluciones pertinentes de la Asamblea General de la ONU y de la AMS, China ha decidido no permitir que la región de Taiwán participe en la AMS.

No hay que olvidar que, hasta la fecha, 183 países han establecido relaciones diplomáticas con la RPC sobre la base del principio de una sola China.

Es un hecho reconocido internacionalmente que, como parte del territorio chino, Taiwán no tiene base, razón ni derecho para participar en la ONU ni en ninguna otra organización internacional donde la membresía sea exclusiva para países soberanos. Cualquier asunto relacionado con la participación de Taiwán en actividades de organizaciones internacionales debe manejarse con base en el principio de una sola China, tal como lo reafirma la Resolución 2758 de la ONU.

De hecho, según los acuerdos alcanzados entre China y la OMS, los expertos médicos y de salud de Taiwán pueden participar en reuniones técnicas de la organización, siempre que cumplan con el principio de una sola China. Durante los años de lucha contra la COVID-19, Taiwán recibió información sobre emergencias sanitarias públicas globales emitidas por la OMS de manera oportuna, y la información de salud pública de Taiwán también se notificó a la OMS de la misma manera. En marzo de 2021, expertos médicos de China continental y de la región de Taiwán compartieron sus experiencias sobre la lucha contra la COVID-19 y debatieron políticas contra epidemias en un simposio en línea.

El futuro de Taiwán está en la reunificación con China. Esperemos que ese día llegue pronto.

* Profesor de la Universidad de Shanghái. Nota completa.

Categorías: China

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