En el contexto de malestar por la ausencia de Lionel Messi en un partido del Inter de Miami en Hong Kong, las autoridades deportivas chinas confirmaron que cancelaron amistosos de los campeones del mundo, que ahora disputarán dos partidos en Estados Unidos.

El combinado de fútbol de Argentina tenía previsto jugar contra Nigeria en la ciudad de Hangzhou y contra Costa de Marfil en Beijing, pero la ausencia de Messi en el partido de Hong Kong a principios de mes provocó el enfado generalizado de los aficionados y se cancelaron los partidos.

Habían concurrido al estadio 40.000 aficionados, algunos de los cuales pagaron más de 600 dólares por una entrada.

Los medios de comunicación estatales chinos, los políticos de Hong Kong y los aficionados reaccionaron airadamente tres días después, cuando el delantero argentino de 36 años salió del banquillo para jugar en un amistoso en Tokio contra el Vissel Kobe.

El episodio es un triste desvanecimiento de una historia de amor intensa del público chino hacia el astro argentino, que tuvo un momento cumbre en junio del año pasado, en el Estadio de los Trabajadores de Beijing, cuando Messi convirtió el primero de los dos tantos con que Argentina derrotó al seleccionado de Australia. Aquel día la devoción por el argentino fue desmesurada, con decenas de miles de chinos vistiendo su camiseta dentro y fuera del estadio, y con los periodistas locales señalando que el gol era un regalo de cumpleaños al presidente Xi Jinping, gran promotor del fútbol en su país.

Ahora la Asociación Argentina de Fútbol informó que el equipo de Leonel Scaloni se enfrentará a El Salvador en el Lincoln Financial Field de Filadelfia el 22 de marzo, antes de medirse contra Costa Rica (que reemplazó a Nigeria) en el Coliseum de Los Ángeles el 26 de marzo.