El e-yuan y las finanzas descentralizadas

11 noviembre, 2021

En un análisis especial para DangDai, el especialista en temas tecnológicos de China Lucas Gualda explica el e-yuan, la moneda digital que China está lanzando en reemplazo del papel moneda y su posible impacto en el sistema financiero mundial.

2021 ha sido un año destacado por las innovaciones tecnológicas, aceleradas e impulsadas por la necesidad de distanciamiento social que suscitó la pandemia de coronavirus. Una de ellas tiene que ver con el paso entre manos de dinero físico, alegando que junto a los billetes y monedas pasan también bacterias y virus.

En esa dirección, el Banco Popular de China (Zhongguo Renmin Yinhang, 中国人民银行) ha comenzado a implementar en distintas partes del territorio el “e-Yuan”, la primera moneda nacional 100% digital.

¿Qué es el e-yuan?

¿Son las criptomonedas los primeros pasos de un proceso de destrucción creativa del sistema financiero actual? Esa es una pregunta que aún no tiene respuesta, en términos generales es aún un fenómeno incipiente, pero lo que sí se puede ver es a grandes referentes del sector financiero dedicar mucho tiempo a hacer declaraciones en contra de las criptomonedas, lo cual nos invita a pensar que el futuro les augura un rol clave en el orden económico mundial.

En este contexto, el Banco Popular Chino no se ha querido quedar afuera de esta discusión. No sólo eso, sino que ha ido mucho más allá que otros Bancos Centrales, y es el primero en avanzar en una moneda 100% digital. Sí, leen bien, el e-Yuan es la primera criptodivisa oficial, la fundadora de la categoría de las CBDC (Central Bank Digital Currency, moneda digital de banco central).

El e-yuan, al igual que Bitcoin, Ethereum, y otras famosas criptomonedas, está basado en en un blockchain (cadena de bloques) que aseguran su correcto funcionamiento, así como su trazabilidad. Esto último brindará a las autoridades centrales información muy rica acerca de la circulación del dinero.

Sin embargo, a diferencia de sus “parientes”, el e-yuan cuenta con algunas características que están en las antípodas ideológicas. En primer lugar, la moneda digital china no dará lugar para la especulación respecto a su precio, ni tampoco se trata de una moneda “descentralizada”. La regulación y el manejo de su situación dependen 100% del Banco Popular de China, que busca entre otras cosas que sea esta la nueva unidad de reserva, en reemplazo del yuan original que acompaña a la nación desde 1949.

Otra gran diferencia, y que es además una clara ventaja respecto de cualquier otro método de pago actual, es que las transacciones se realizan mediante la tecnología NFC (Near-Field Communications, comunicaciones de campo cercano en español), lo cual evita la necesidad de estar conectados al 5G o al wifi para que funcione. Para dar un mínimo ejemplo, se trata de la misma tecnología que permite en Argentina cargar la SUBE. Esto no solo es otro guiño a favor de una masificación que los incluya a todos (el intercambio no se realiza entre cuentas bancarias, sino entre billeteras electrónicas), sino que además permitiría el funcionamiento de la economía en una situación de colapso. Sin olvidarnos además que esto hace del e-yuan un medio de pago que se va a poder utilizar casi igual que los billetes.

Los beneficios también se trasladan a la esfera estatal. Comparado con el actual papel billete, el e-Yuan sería una sentencia de muerte al lavado de dinero, al contrabando, y otras transacciones ilegales; siendo la moneda de reserva oficial, se achicaría enormemente el coste del movimiento de dinero; no teniendo un respaldo físico, ahorraría al Estado millones destinados a la emisión y reposición de papeles y monedas. Y por último, lo más importante de todo, información en tiempo real para modificar las políticas monetarias. Esto se presenta como una solución al eterno problema de los gobiernos en el mundo, que están siempre detrás de la información en una sociedad cuyos datos crecen exponencialmente día a día.

La implementación ya es un hecho. En los últimos meses la agencia Xinhua, entre otros medios oficiales de China, reportaron que los bancos más importantes del país ya están dando la opción a sus clientes de cambiar los yuanes tradicionales por el nuevo e-yuan. Para ello, los cuatro bancos más grandes de China, ICBC, el Banco de China, el Banco Agrícola de China, y el Banco de Construcción de China están adaptando las aplicaciones móviles para que incluyan estas al nuevo monedero. Esto comprende la primera etapa. La segunda ya incluirá también a las aplicaciones de pago móvil WeChat Pay (Tencent) y Alipay (Alibaba). El plazo más cercano para ir evaluando el funcionamiento de esta nueva moneda serán los Juegos Olímpicos de Invierno que se celebrarán entre el 4 y el 20 de febrero de 2022. Mientras tanto, distintos “sandboxes (cajas de arena, nombre usado en la jerga emprendedora para la prueba de prototipos)” serán abiertos por los bancos ya mencionados en distintas partes del país.

En este caso igual la palabra “sandbox” queda chica, porque se trataría de una prueba piloto ambiciosa. Contando todas las locaciones donde se realizarán las Olimpíadas, más las ciudades de Shenzhen (más Hong Kong y Macao, partes las tres de la Gran Región de la Bahía), Chengdu, Suzhou y Xiong’an, Shanghai, Guangzhou, los potenciales usuarios se elevan a 400 millones. Y si de números hablamos, la obligación que tienen todas las empresas que proveen tecnología de pago de incluir al e-yuan, hará de esta la moneda digital con más usuarios en el mundo. Récord Olímpico, y Récord Mundial, diría Bonadeo.

La ofensiva anti-cripto

Las criptomonedas están en boca de todos, grandes y chicos. Este universo no para de crecer, lo que hace muy difícil seguir las tendencias para quienes no estamos inmersos, es decir, leyendo todos los días las noticias sobre cripto, ni haciendo un seguimiento de la variación de los precios. ¿Nos estamos perdiendo de algo grande?

La decisión del chino a través del Banco Popular de China de declarar ilegales todas las criptomonedas, al considerar que “no son moneda fiduciaria”, y “poniendo en serio riesgo los ingresos de los ciudadanos (ver más en anexo 1 sobre estafas millonarias)”, nos hablan a las claras de una enorme relevancia de estas alternativas financieras en la economía nacional. Esta decisión se extendió en paralelo a la minería (proceso de cálculos que se realizan mediante computadora permitiendo el intercambio de las criptomonedas, cobrando en consecuencia una comisión, esto último sería el beneficio del minado) de criptomonedas, en principio debido a su alto consumo de energía, aunque como veremos más adelante los motivos podrían ser otros, no tan vinculado con la estrategia ecológica sino con la economía y la política misma.

Pero el fenómeno no se extiende solamente en China, como se mencionó en la sección anterior en todo el mundo los Bancos Centrales y autoridades y expertos financieros se debaten qué hacer con las criptomonedas. Como se mencionaba la definición del Banco Popular de China, el nombre de estas “alternativas” encierra parte del problema, porque justamente la crítica más honda se refiere a que “ortodoxamente” no son moneda, pues no cumplen con las 3 funciones básicas que estas requieren (unidad de medida, medio de pago, y reserva de valor).

Dangdai preguntó al respecto a Cristián Armas Martinez, CEO y fundador de FriWi, startup que facilita a las empresas el acceso al mundo cripto en Argentina, quien aseguró que “Si bien las criptomonedas no se ajustan a la definición teórica en el sentido de que no son emitidas por las instituciones oficiales de un país, lo que les da su verdadera y tan relevante validez es la confianza y aceptación de quiénes la usan. Estas monedas son realmente un desafío radical a los procederes y paradigmas tradicionales de los estados, ya que son emitidas de manera descentralizada, sin intervención alguna del estado, y lo más importante, están siendo cada vez más aceptadas como medio de transacción entre usuarios de todo el mundo. Es en este contexto, en el que las fronteras como las conocemos están siendo sorteadas, en el que el estado no cumple el rol de emisor, en el que las instituciones están descubriendo cómo regular y en el que se producen los ataques como reacción a lo desconocido”.

Continuando con el análisis de la decisión de Beijing, sosteníamos previamente que habrían motivos ulteriores, que no se trata solamente de una cuestión ecológica ni de salud pública, ni tampoco como una cruzada contra las hoy muy populares “criptoestafas”. Es entonces que diversos analistas ven esta movida de Beijing como una postura firme ante la descentralización financiera por la que vienen pregonando los influencers de las criptomonedas (y por influencers hablamos de sujetos de la talla de Elon Musk, actualmente el hombre más rico sobre la tierra). Y la artillería pesada en esta batalla sería el proceso de implementación del e-Yuan, siendo esto entonces lo que nos permite ubicar a ambas situaciones como antagónicas. China busca imponer su moneda digital, y cualquier alternativa per se convierte en un obstáculo a eliminar.

Esto además posiciona al país como un estandarte en la cruzada mundial contra estas nuevas expresiones monetarias, permitiéndole tomar todos esos argumentos y usarlos a su favor. Uno de ellos tiene que ver con la “revolución democrática” que supondría para las finanzas personales el poder utilizar monedas no emitidas por gobiernos, hecho que protegería al consumidor de fenómenos comunes en el mundo de las monedas fiduciarias (siguiendo con la declaración del Banco Popular de China) como la inflación, muchas veces (la gran mayoría de ellas) vinculada con una emisión desmedida de parte de los Estados.

Sin embargo, la volatilidad que ha destacado a Bitcoin y otras criptomonedas (dato de color, existen criptomonedas que están atadas a monedas fiduciarias, se llaman “stablecoins” y son una opción conservadora que permite obtener intereses en dólares mucho más altos que los de un plazo fijo tradicional) como Ethereum (de las más conocidas del mercado) ha atentado contra la utilidad y la confianza en ellas para un uso regular, y son más una herramienta para el ahorro que un medio de pago.

El experto consultado por DangDai también se refiere a este tema, él argumenta que “Bitcoin es una revolución, vino a democratizar el sistema. Esta se encuentra en pleno crecimiento, su adopción crece día a día y su emisión es controlada, va decreciendo a la mitad cada cuatro años. Lógicamente no es un mercado maduro y por lo tanto es volátil. Muchos entran a este mundo cuando ven en las noticias que está subiendo, por el miedo a quedarse fuera. Sumado a esto, cuando un jugador grande opera con bitcoins, y se convierte en noticia, se vuelven a producir fluctuaciones. Pero todo esto no necesariamente perjudica a los pequeños inversores, aunque puede afectar a los que entran sin conocimiento. Estos mismos riesgos se corren al entrar a operar en cualquier mercado. Desde ya que siempre hay que estudiar antes de entrar, para conocer las características del mercado y los riesgos”.

En este marco sorprendieron decisiones como las del Presidente Salvadoreño Nayib Bukele, quien bregó para que Bitcoin pase a ser moneda de curso oficial en el país centroamericano, lo que convirtió a esta pequeña nación en la primera en dar el paso hacia esta nueva tecnología, logrando que todos los interesados en las cripto estén atentos al impacto de esta implementación. Para Armas Martínez, “al correrse el estado de la emisión y la regulación genera que no pueda acceder a las herramientas de la política monetaria” y en ese sentido “va a ser muy interesante ver cómo evoluciona la adopción por parte de El Salvador”.

De subirse más Estados a la ola de la “legalización” de las criptomonedas, las consecuencias podrían cambiar para siempre al sistema financiero. Según el experto consultado, entre las ventajas de un uso masificado de las cripto, se trata de “pagos realmente rápidos, mucho más económicos y directos entre las partes, donde el usuario está siempre en control de la situación ya que las transacciones están a la vista”. A la velocidad se le suma también una mayor seguridad, como las “soluciones basadas en smart contracts (contratos inteligentes) que aseguran el pago al momento de dar el bien o el servicio, no quedando a buena voluntad del pagador, generando una mayor seguridad en la transacción”.

El verdadero motivo detrás de la ofensiva contra las cripto: La tercera ola hacia la internacionalización del yuan

Siguiendo con el análisis, la descentralización financiera es vista desde Beijing como una amenaza a su soberanía nacional, y además rivaliza directamente contra uno de sus grandes objetivos que es la internacionalización del yuan. Y el e-yuan se presenta como la alternativa superadora que permitirá finalmente que China se erija como un jugador fuerte en el sistema financiero global. Haciendo honor al refrán, la tercera sería la vencida.

Los argumentos brindados acerca de esta nueva moneda, así como las declaraciones que acompañaron la decisión de prohibir las criptomonedas, nos llevan a pensar en una China fuerte que está dando un paso adelante en el sistema financiero internacional, sería equivocado pensar en esta estrategia como una ofensiva. Todo lo contrario, el principal aspecto del e-yuan es que se trata de una de las maniobras defensivas más grandes que se hayan visto. Comenzando por el sistema de transferencias bancarias internacionales.

Quien tuvo que realizar una transferencia internacional, quizás aprendió lo que es un código SWIFT. Ese acrónimo que da nombre al sistema actual para el paso de dinero de un país a otro, que en inglés también forma la palabra “rápido”, es casi un oxímoron en comparación con el tiempo de transacción en el universo cripto.

El funcionamiento del SWIFT es sencillo, cuando va a hacer una transferencia internacional, su banco manda la orden al Banco Central del país donde se encuentran, y este transfiere los dólares al Banco Central del país de la cuenta destino, para luego pasarlos al banco local donde se encuentra dicha cuenta destinataria, con lo cual se consigue concretar la operación No sólo logró transferir dinero de un país a otro, sino que además perdió unos cuantos días (hasta tres pueden llegar a ser si todo va bien). Muchos procesos comerciales dependen de esto, y como bien sabe, si el dinero no llega la fábrica no arranca. El tiempo es tirano en el sistema bancario.

Claro está, esto fue una solución para otros tiempos, pero los actuales corren de otra manera. Y si algo sabemos de China, es que en su afán por crear nuevos bienes e instituciones públicas, tienen siempre en mente dar soluciones a los problemas actuales.

Ahora, si bien luego de leer esto se puede pensar entonces en esta iniciativa como un bypass al SWIFT, la realidad cuenta que China se asoció con esta organización para el desarrollo del e-Yuan. Para ello el gobierno chino y la organización que data desde hace 48 años crearon juntos una nueva empresa llamada Finance Gateway Information Service, aportando para ello 12 millones de dólares como capital inicial.

Se podría decir que China ha tratado en este caso de tener a su enemigo cerca. Hoy en día el comercio global en su gran mayoría pasa por SWIFT, que más allá de su neutralidad, la mitad de su directorio son de origen estadounidense o de algún país históricamente aliado. Eso alimenta el temor de un bloqueo comercial como el que le sucediera a Irán desde 2018, año en que la administración Trump se retiró del Plan de Acción Integral Conjunto que había firmado años antes su antecesor Obama con el par iraní. El país islámico desde entonces sufre las consecuencias de haberse quedado fuera del sistema. Entonces podemos asumir que SWIFT es un arma a utilizar en la guerra comercial.

Otra amenaza para China es el de que su moneda no puede hacerse fuerte en la economía mundial. Pues bueno, el e-yuan arranca con el pie derecho, pues será desde el inicio una moneda internacional, dado que también acompañan el plan los gobiernos de Tailandia, Emiratos Árabes Unidos, y Hong Kong (que gobierna de manera autónoma su territorio). Y en una movida muy inteligente de parte de Beijing, el e-yuan es también apoyado por el Banco Internacional de Pagos (una institución poco conocida, pero es la autoridad máxima de 63 Bancos Centrales en todo el mundo, los más importantes de hecho). Un posible colofón de esta historia es que esta moneda se convierta finalmente en una de alcance mundial, siendo este definitivamente uno de los sueños más húmedos de la administración de Xi Jinping.

El peligro también reside en seguir esperando al momento ideal. De hecho, este proyecto comenzó originalmente en 2014, pero claro, crear una blockchain con principios opuestos a las de las criptomonedas dificultó las cosas. Pero no fue hasta el anuncio de Libra en 2018 que en Beijing se encendieron las alarmas y decidieron ir con toda velocidad hacia el e-yuan. El principal motivo es que la hasta ahora fallida criptomoneda que anunciara Zuckerberg no incluye al yuan en su canasta de monedas, dato no menor pues se trata de una empresa (recientemente renombrada como Meta) que a través de sus distintas marcas (Facebook, Instagram, WhatsApp, Messenger, Oculus) se distribuyen en todo el mundo y en enorme cantidad, lo que aseguraría su rápido éxito (cuánto más grande la red, más grandes las posibilidades). Esto ha sido advertido como un posible ataque directo a la soberanía, y el e-yuan es básicamente un escudo protector realizado de manera tal que permita no sólo absorber el daño, sino también presentar una amenaza a las finanzas descentralizadas.

La buena noticia para China es que no está sola en su postura contra las DeFi (como se le llama a las finanzas descentralizadas en la jerga). Volviendo al caso de Libra, la noticia de su lanzamiento también suscitó en su momento dudas en los Estados Unidos de América.  Fue el mismísimo Jerome Powell, presidente del Sistema de la Reserva Federal, quien mencionó la inexistencia de la necesidad de una moneda digital en territorio estadounidense, argumentando que el sistema de pagos actual atiende con eficiencia las demandas del público. Además, se sube al tren ideológico agregando que no sería agradable un sistema donde cada transacción sea rastreada. Esta crítica pone a los Estados Unidos, al menos a sus órganos de gobierno centrales, del mismo lado de China, al menos ante estas nuevas alternativas.

A futuro, no sería de esperarse que esa postura se modifique. Desde Beijing miran a Libra como una herramienta que seguirá consolidando la penetración del dólar como la moneda mundial. 

Por último, siguiendo con la bola de cristal. El e-yuan puede ser también un aliado clave para China en su vínculo con los países de la Iniciativa de la Franja y la Ruta. Transacciones en tiempo real, sin cuentas bancarias, en todos los países que la integran. Un panorama idílico que puede volverse realidad.

¿Qué pasará con la circulación dual cuando esta moneda sea usada no sólo por los 1400 millones de chinos, sino también por otros miles de millones en otras partes del mundo? Solo para mencionar el posible alcance de esta medida, según datos del Banco Mundial existen hoy 1,7 mil millones de usuarios de dinero en efectivo, forzados a hacerlo por no poder acceder a una cuenta bancaria. Y de ese total, un 67% cuenta con teléfono celular. Volvemos al argumento que sumaba el experto consultado Armas Martínez. Cualquier persona, sin importar su etnia, condición, o que sea rechazada por el banco de turno, va a poder pagar una pizza con su celular, porque un gobierno creó una herramienta para ello. Eso también es una revolución.

Una época signada por la instantaneidad

Habiendo expuesto los distintos motivos que llevaron a la decisión de China de adoptar el e-yuan, la prohibición de las criptomonedas se aprecia como una medida sensata, como un paso necesario para una correcta implementación de lo que será una de las monedas nacionales digitales pioneras en el mundo.

Así como Bitcoin y sus múltiples émulas generaron cambios en el mundo de las finanzas y la geopolítica, el e-yuan puede también brindarle a China la herramienta que le faltaba para consolidar su influencia en todo el mundo, con un especial foco en los países que integran la Iniciativa de la Franja y la Ruta.

La descentralización financiera es un fenómeno que se presenta como favorable para los individuos, pero deja a los Estados sin margen para aplicar políticas económicas importantes para gobernar, y alcanzar los objetivos propuestos en un marco geopolítico. A la vez, las múltiples estafas que se han producido dan cuenta que millones de usuarios no tuvieron a donde reclamar. La desregulación tiene como contracara la falta de una contención cuando todo está perdido.

No dejamos de estar, en ambos casos (tanto las criptomonedas como estas nuevas monedas nacionales digitales), en las primeras etapas de una evolución del sistema financiero internacional. Más que abrazar una corriente en particular, todos deberíamos estar mirando con atención las múltiples opciones, pues es probable que lo que finalmente sea la nueva forma tome elementos de cada una de estas vertientes.

Por último, es necesario admitir que estamos viviendo una época signada por la instantaneidad, como diría el filósofo coreano Byung Chul-Han. La urgencia porque las cosas se resuelvan rápido, y que lleva a las empresas de servicios a buscar una excelencia y una eficiencia sobrehumanas, nos hace olvidar a seguido que esos resultados “instantáneos”, “fugaces”, son en realidad fruto del trabajo de años. Pero lo ignoramos, y en ese afán, así como queremos que un video se cargue en 5 segundos, también queremos ser ricos de la noche a la mañana.

Siguiendo con los filósofos, aunque en este caso uno que no es contemporáneo, pero su mensaje lo es, me refiero a José Ortega y Gasset. El español sostenía que el humano es ingrato por naturaleza, pues siempre olvida agradecer a sus ancestros por el suelo que pisa. Damos todo por sentado, y nos olvidamos que la civilización es un esfuerzo que se viene construyendo desde tiempos inmemoriales —“viene” porque ahora es nuestro turno de hacerla.

Y ya que hablamos de civilización, China se considera a sí misma como una de más de 5000 años de historia continuada. Y lógicamente, en sus antiguos y sabios textos encontramos palabras al respecto de este tema. En las analectas de Confucio, en el libro Ji Yi, entendido como “el significado del sacrificio”, en el versículo 21 dice que “’El hombre superior, remontándose a sus antiguos padres, y volviendo a los autores de su ser, no olvida a aquellos a los que debe su vida, y por lo tanto, hace surgir toda su reverencia, da rienda suelta a sus sentimientos, y agota sus fuerzas en el cumplimiento de dicho servicio; como tributo de gratitud a sus padres no se atreve sino a hacer todo lo posible.”

Criptoestafas, el costado más oscuro.

Las criptomonedas, apalancadas en la variabilidad de su valor, inevitablemente se volvieron un punto obligado para todos aquellos que buscan hacerse ricos rápidamente. Y lógicamente, también a quienes buscan hacerse ricos rápidamente a costa de los que quieren hacerse ricos rápidamente.

En primer lugar, esta atracción fatal tiene como primera consecuencia un incremento del precio, lo que beneficia en primer lugar a quienes llegaron primero a la criptomoneda. El típico ejemplo del caso contrario es el ya legendario episodio del don que pagó 10000 BTC por dos pizzas en una sucursal de Papa Johns en el Estado de Florida, EEUU. Hoy con esa misma cantidad se podría haber comprado la empresa. Volviendo al tema, este incremento de la demanda, fogoneado por una maquinaria mediática imponente (impulsada sobre todo por twitteros y youtubers, un ejemplo de lo que la autoorganización puede lograr), hace que el FOMO (Fear of Missing Out, miedo de quedarse afuera) arroje a los usuarios a comprar la criptomoneda en cuestión.

En segundo lugar, la oscilación del precio, que en el caso de bitcoin se ha visto muy sensible a declaraciones como las del magnate Elon Musk, o mismo el gobierno chino cuando impuso la prohibición en todo su territorio, es un factor de altísimo riesgo. Estas bajas repentinas son un balde de agua fría para usuarios inexpertos (la tendencia de btc ha sido y sigue siendo alcista, veremos hasta cuándo) que vieron en un instante perder parte de sus ahorros.

En algún manual de autoayuda podremos leer que la riqueza es un estado mental. Pues bueno, aquellos con la necesidad imperiosa de obtener resultados inmediatos son carne de cañón para los estafadores. Y tanto en China como Corea del Sur hubo una grandísima estafa, siendo este el punto de apoyo de los reguladores en la capital china para declarar la guerra a las criptomonedas.

El llamado Plus Token fue una estafa del estilo “Ponzi” en la cual se prometía a los usuarios enormes retornos a través de la compra de criptomonedas (preferentemente Bitcoin y Ethereum). A la vez, aquellos inversores que aportaban más capital podían lograr mejores porcentajes, así como también aquellos que lograban incorporar nuevos usuarios (como cualquier otra estafa piramidal, seguro a Usted ya le preguntaron si quiere ser su propio jefe).

Esta dinámica permitió a los estafadores reunir cerca de 4 mil millones de dólares en criptomonedas, lo cual sucedió luego de varias semanas de silencio y de incontables casos de clientes que quisieron “rescatar (como se dice en el ámbito de las finanzas al retiro del capital)” sus fondos sin éxito.

La historia concluyó con el gobierno chino deteniendo efectivamente a más de 100 miembros de la organización, así como con la confiscación de los fondos por el monto ya mencionado. La mala noticia es que los usuarios no recuperarán sus fondos pues, al haber sido prohibidas las criptomonedas, éstas pasarán a integrar el acervo del Tesoro Nacional.

Aquí en Argentina también han habido casos de estafa, por cifras muy pero muy inferiores a las de Plus Token, pero la esencia es la misma. El dinero fácil, fácil se va. Infórmese bien antes de invertir, y desconfíe de quienes dicen que una inversión es segura. En el mundo de las finanzas a seguro se lo llevaron preso.

¿Cómo afecta esto al bitcoin?

Es inevitable hablar de las fluctuaciones del precio del bitcoin sin referirnos también a la geopolítica. ¿Por qué? Porque obtener bitcoins es caro, no sólo en términos económicos sino también en costos sociales y ecológicos.

Uno de los mayores obstáculos de esta criptomoneda es el enorme costo de minarla. Esta palabra, que es una referencia metafórica al acto de remover metales preciosos de la tierra, sin embargo esconde una realidad: se requiere mucha infraestructura tecnológica, fabricada con el fruto de la minería (valga la redundancia), para conseguir un puñado de satoshis. Y electricidad, muchísima electricidad, lo que hace de la extracción de bitcoin una gran fuente de contaminación, en una década en la que los países buscan reducir su emisión de carbono, todo un dilema. Los números hablan por sí solos, la minería de bitcoin en total está consumiendo más energía que la de todo un país en un año (en febrero de 2021 la Universidad de Cambridge confirmaba que la minería consume más energía que nuestra Argentina), lo que abre un debate moral sobre si estas actividades deberían ser lícitas en un contexto de transición de las matrices energéticas en el mundo (alguien preguntará: ¿cuántos hospitales funcionarían con toda esa energía?).

El fundador de FriWi arguye respecto a la cuestión ecológica que si bien la minería “tiene cuestiones que aún están por resolverse, como el gran consumo de energía que requiere el minado, aunque cada vez vemos más proyectos sostenibles. A ese dato podemos agregar que claramente para poder minar bitcoin en gran cuantía se requiere de un capital con el que no pocos cuentan. La minería no es algo para muchos, y si encima estamos usando energías no renovables…difícil.

Los lugares favoritos para la minería de criptomonedas en China estaban situados en las áreas de mayor producción energética. El soleado Xinjiang, y el Sichuan atravesado por ríos, y sede de grandes centrales hidroeléctricas. Pero más allá de las fuentes naturales, la gran mayoría de la energía usada para obtener bitcoin en el mundo proviene de fuentes fósiles. Se trata de un enorme problema en un momento crítico para el mundo en términos de cambio climático. Es curioso que este fenómeno se haya dado en paralelo con la necesidad mundial de reducir el consumo de dióxido de carbono. Esto a China lo ocupa y mucho, en otros artículos de DangDai se ha referido a cómo el país está buscando migrar su matriz energética, en un contexto donde algunas localidades han padecido apagones.

Entonces en China, en su avance contra las cripto, se observa una abrupta baja del consumo energético de minar bitcoin. El país, que en septiembre de 2019 contabilizaba el 75% de la energía mundial utilizada para dicho fin, ya en abril de 2020 representaba el 46%. Esos números ahora en 2021 son nulos.

Esta retirada total sin dudas impactó en el precio, pero luego de la decisión china btc alcanzó nuevamente valores máximos. El show debe continuar, y lo está haciendo. Uno de los motivos ha sido que los mineros rápidamente buscaron casas nuevas. Porque cada día que las computadoras están apagadas, pierden dinero, y mucho.

Esto se traduce en que tengamos dos lugares del mundo donde se esté viviendo actualmente una “fiebre del bitcoin”. Uno de ellos justamente nos lleva a un desierto estadounidense. Austin, ciudad texana, de las más vibrantes en este momento del país, se está convirtiendo en una meca de las cripto. El otro lugar es Kazajistán, la ex república soviética que también se ha convertido en un polo para los mineros.

En ambos casos, el Estado de Texas y Kazajistán, dieron pasos hacia la legalización de las operaciones con criptomonedas en sus territorios. En el caso de los norteamericanos, el gobernador del Estado Greg Abbott se pronunció efusivamente a favor de convertir a Texas en un centro mundial para la industria de las cripto.

Volviendo a sacar a la superficie la cuestión ecológica, se trata de dos economías energéticamente soberanas. Texas es la joya del shale en EEUU, permitiendo que el país logre la soberanía energética (y convertirse por lejos en el mayor productor mundial de gas) desde que la técnica de fracking fuera permitida; Kazajistán está literalmente sentado sobre enormes reservorios de gas.

Un pequeño dato curioso sobre esta nación que se hizo famosa mundialmente por Borat, el personaje del actor británico Sacha Baron Cohen, es que cuenta además con importantes reservas de uranio. Este año China logró acordar que el país le provea este material tan necesario para alimentar centrales nucleares, en otro paso hacia la soberanía energética, así como la migración hacia una matriz con emisión cero. Más curioso aún es el hecho de que Kazajistán no cuenta con tecnología nuclear propia, y aún coquetea con la idea de contar con un primer reactor. En casa de herrero…

Podemos decir entonces que en este momento de la historia los combustibles fósiles y el bitcoin van de la mano, y las empresas de mineros chinos huyeron en manada a estos lugares que como pocos están acogiendo a la comunidad cripto.

Para finalizar, respecto a la cuestión del precio del bitcoin, con el paso del tiempo son cada vez más las empresas que empiezan a adoptar las criptomonedas como activos, y aunque Elon Musk, que fuera uno de los principales fogoneros de BTC, ahora dice que lo volverá a aceptar en las operaciones de Tesla cuando la energía usada para minar sea de fuentes “verdes” (algo que podría empezar a suceder pronto, pues en Texas ya hay casos de plantas de biomasa que están alimentando a las computadoras mineras), en definitiva el precio no ha parado de crecer. Al respecto, Armas Martínez dice que “Desde ya que hay muchas criptomonedas, y todas tienen beneficios particulares, pero si tomamos la generalidad de estas, el valor más importante que tienen es justamente la posibilidad de desafiar las fronteras tradicionales y convertirse en divisas de acceso a todas las personas, en todas partes del mundo. Tomando el caso de un proyecto realmente sólido como Bitcoin, estas criptos reducen muchas ineficiencias al momento de las transacciones, y aumentan la  seguridad al momento de hacer pagos, ya que eliminan intermediarios, son de fácil acceso, permiten realizar transacciones internacionales con rapidéz, y con costos mucho más bajos que los que ofrece el sistema tradicional. Además, el hecho de que haya un límite en la emisión hace que sea una moneda deflacionaria, ya que no se puede emitir más que el límite dado por diseño. Esto le da aún más solidez y respaldo. Es una revolución que está trayendo una democratización en las finanzas como nunca en la historia.

Profundizando en el aspecto de la democratización, el especialista considera que “estas monedas pueden ser verdaderos mecanismos de libertad. Hace unos años leí una nota que realmente me marcó relataba que en un campo de refugiados seguramente no tengas acceso a un banco, pero con solo tener una conexión a internet podés recibir bitcoins, sin pedir permiso o tener que probar tu identidad”.

Pareciera que aún resta tiempo para que esta criptomoneda primigenia conozca su techo, y la influencia de los Estados de momento no estaría siendo la suficiente para detener su avance.

Categorías: Economía

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