Eva Perón y Peng Liyuan, potentes primeras damas

8 febrero, 2019

Por Dafne Esteso (*) y Lucía Fernández (**)

“Las mujeres han sido durante siglos el delicioso y mágico espejo en que los hombres pudieron verse al doble de su tamaño”, escribió Virginia Woolf en su ensayo Habitación para sí mismas. Dos notables damas emergen sobre esta idea desde su obra de casual paridad: Eva Duarte y Peng Liyuan, espejos para Juan Domingo Perón y Xi Jinping.


 

El paso por la política de Evita (1919), quien provenía de una familia humilde, enalteció y profundizó el compromiso social de su esposo. Encabezó el Partido Peronista Femenino y la fundación Eva Perón, y fue declarada —algo que podría concordar con algunos hábitos de la cultura china— Jefa Espiritual de la Nación.

Al morir, apenas con 33 años, era un personaje fundamental de la política nacional. Su muerte fue, como señalara Tomás Eloy Martínez en su libro Santa Evita, una tragedia colectiva. Fue el 26 de julio de 1952. Las multitudes habían rezado, ido a misas y a procesiones implorando por su salud. Millones asistieron a su funeral. Hasta hoy, su imagen es símbolo de lucha y su biografía inspiró novelas y películas.

En 1962 nació en Shangdong ?? Peng Liyuan ???, quien ya era una famosa cantante folklórica antes de conocer a Xi. Hoy es también Mayor General del Ejército Popular de Liberación. Su imponente personalidad y carrera ponen en tercer lugar su condición de primera dama. Se jacta de mirar a los ojos para conocer la esencia del interlocutor, de ser en la música lo que el panda a la nación: un tesoro. Y apela en cada ocasión al empoderamiento de la mujer para una gradual mejora en la sociedad.

Una actriz, la otra cantante, llevando el arte en la sangre y la política como bandera, enriquecieron la figura de los líderes que acompañaron. Ambas lucharon por la incorporación de las mujeres en las esferas de lo civil y social, y su carisma las elevó respecto de sus compañeros.

El carácter refrescante del nuevo rol que ejerce la primera dama es más que bienvenido en un país que estaba reclamando cambios por parte de su dirigencia. Muchos lo vivieron como la confirmación de que el nuevo gobierno representa un verdadero relevo de poder, al menos desde el punto de vista de la comunicación”, escribió en su momento el periodista argentino Guillermo Bravo para China Files.

El presidente Xi Jinping ha hablado de la necesidad de “dar una buena narrativa china y comunicar mejor el mensaje de China al mundo”. Su Sueño Chino, alternativo al American Dream, es parte de la “ofensiva encantadora” que fue creciendo en los últimos años, especialmente a la luz de los acontecimientos del reciente 19° Congreso Nacional del Partido Comunista Chino. En ese contexto, Peng es un regalo para los hacedores de política externa chinos que luchan para contrarrestar la mala prensa anglosajona y proyectar una imagen benévola de China a nivel global. Esta mujer ha sabido deslumbrar al público en su país y en el extranjero con su bravura de soprano y su sensibilidad política.

Peng se convirtió en un nombre conocido en China mucho antes que su esposo. Emergió precozmente como cantante talentosa, con la voz adecuada para temas populares y partituras operísticas que anunciaban la valentía de los soldados chinos. Durante varias décadas fue una estrella de la gala de televisión del Año Nuevo local, la mayor audiencia en el país.

A medida que Xi Jinping fue ascendiendo en su imponente carrera política en el PCCh, Peng comenzó a disminuir sus actuaciones y acompañar a su marido en las visitas al extranjero, en sintonía con el papel tradicional desempeñado por las esposas de los líderes chinos. La popularidad de Peng como primera dama evoca la imagen de una mujer “ideal” en la cambiante pero aún patriarcal sociedad de China, creadora de su propia carrera, pero que también ayuda a su esposo a prosperar.

Las coyunturas políticas que le tocaron a Eva y a Peng tienen algo de antagónicas. Si la argentina aparece como revoltosa, Peng Liyuan es conservadora. El Bien para Eva era revolucionar, mientras para Peng Liyuan es la estabilidad y el mantenimiento del orden actual en la República Popular. El escenario de Eva fue la lucha entre los trabajadores y la oligarquía que los oprime; el de Peng Liyuan es el de la China tradicional, la Nación.

La oposición acusó a Eva de entregarse al lujo en sus giras internacionales, donde tuvo episodios de disgusto hacia los lujos de las clases altas. Por su parte, Peng Liyuan ha demostrado cómo una china puede seducir al público de otros países.

Ninguna se alineó con el feminismo antipatriarcal. Eva decía en sus discursos cosas como esta: “Estoy con ustedes para ser ese puente de amor y de felicidad que siempre he tratado de ser entre ustedes y el líder de los trabajadores.”

Peng es una ídola china: talentosa, tradicional, llegó a ser poderosa con humildad de mujer. Eva fue ídola hasta la santidad. Para ambas la solidaridad y la caridad distributiva han sido importantes y han sido calificadas como “madres”. Se dice que los niños discapacitados dicen “Mama Peng”, exactamente como dice el videoclip “Papá Xi ama a Mamá Peng” (que cosechó 20 millones de clips en cinco días): “China tiene una Mamá Peng / A la que le dio las más hermosas flores / La protege y bendice / Haciendo florecer la familia y el país”.

Al igual que Eva, Peng ha estado muy involucrada en la ayuda a los pobres. Desarrolló programas para promover la atención a los huérfanos a causa del VIH en China y se interesó en otros problemas de salud pública a nivel global, por lo que fue nombrada por la directora general de la OMS, Margaret Chan, Embajadora de Buena Voluntad para la Tuberculosis y el VIH en 2011.

Eva vivió junto a Perón todo su ascenso; en sus memorias, él iba a recordarla más como una alumna que como su mujer. Siendo Perón Presidente, ella fue bautizada como “la abanderada de los humildes”. Como Peng, no ocupó cargos formales en la función pública, pero tuvo una intensa actividad vinculada con la ayuda social, en estrecho vínculo con la doctrina del Partido Justicialista. La Fundación Eva Perón trabajó en garantizar derechos sociales vinculados a las leyes que el primer peronismo impulsó en la Argentina.

Parte del trabajo de ambas se ha dirigido a apuntalar los derechos de las mujeres, tratadas como una más entre otras minorías.

Peng Liyuan promueve a la mujer desde una imagen tradicional, pero en apertura: escote, vestido con volados, ropa que toma aportes de la moda occidental, polleras más cortas y corsettes.

Eva militó por los derechos políticos de las mujeres y consiguió que en 1951 pudieran votar por primera vez a nivel nacional en Argentina, luego de una lucha de más de 60 años.

En el feminismo y el poder blando, emergen un Ceibo y un Loto, figuras en flor de luchadoras imponentes para la época desde su porte hasta su palabra. A ambos lados distantes del mapa, la figura maternal y elegante surtió efecto y las hizo crecer más que sí mismas, acaso como requiere todo perfil político. Escalaron de modo diferente a la alemana Angela Merkel o la británica Margaret Thatcher, con una fuerza que no solapa su ternura. Con objetivos claros y conquistas efectivas, caminan el sueño del progreso. Estas dos damas atemporales supieron apropiarse de la coyuntura.

Habrá que hallar su descendencia, sumar su diplomacia y advertir su cintura; disfrutándolas y dándoles el lugar que sus esposos y el tiempo ya les han dado.

 

(*) Centro Latinoamericano de Estudios Políticos y Económicos de China (CLEPEC) y Asociación de Ex Becarios Argentina China (ADEBAC)

(**) Centro de Estudios en Ciudadanía, Estado y Asuntos Políticos (CEAP) de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. Actualmente reside en Beijing.

Categorías: Contribuciones

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