La República Popular desde los ojos de los argentinos
En el Congreso Internacional de Estudios Argentinos 2025, que tuvo lugar en Beijing el 12 de diciembre organizado por el Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Academia China de Ciencias Sociales, la consultora Nora D’Alessio presentó la ponencia “La República Popular China desde los ojos de los argentinos en 2025: admiración, cautela y un puente por construir, que reproducimos a continuación.
La República Popular China desde los ojos de los argentinos en 2025: admiración, cautela y un puente por construir
Por Nora D’Alessio*
La imagen que los argentinos tienen de la República Popular China es el resultado de múltiples capas culturales, emocionales y racionales que se han ido sedimentando a lo largo de décadas. No es una percepción simple ni lineal: conviven en ella admiración, curiosidad, distancia, respeto y, a veces, también dudas. Sobre este entramado complejo se superponen acontecimientos globales, la influencia histórica de la cultura norteamericana y la propia experiencia cotidiana de miles de argentinos que —sin pensarlo demasiado— utilizan productos de origen chino todos los días.
El estudio más reciente sobre la mirada argentina hacia China, realizado en noviembre de 2025, ofrece una radiografía valiosa para comprender el momento actual: un contexto marcado por el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, un reordenamiento geopolítico global y unas elecciones legislativas argentinas que redefinieron el clima político doméstico. Este artículo sintetiza los hallazgos más relevantes del estudio y propone caminos para avanzar en la construcción de una relación bilateral más cercana, más estable y más humana.
1. Cómo se forma la imagen argentina sobre China
La construcción de la imagen de un país no es un proceso puramente racional. Por el contrario, involucra tres niveles del cerebro humano —racional, emocional e instintivo— que se activan ante diferentes estímulos y que procesan la información de manera desigual.
Toda imagen empieza en el cerebro, pero se graba en el corazón. Y el corazón argentino —formado durante más de un siglo bajo fuerte influencia cultural norteamericana— asocia espontáneamente ciertos valores, historias y referencias afectivas a Estados Unidos, mientras que China todavía no ocupa ese lugar emocional.
2. Cuatro fuerzas en tensión que definen la mirada argentina
Cuando se pregunta a los argentinos qué es lo primero que piensan al hablar de China, emergen cuatro ejes que conviven en tensión:
a) La potencia que marca el futuro
China es vista como un actor global imprescindible, capaz de orientar el rumbo económico y tecnológico del mundo.
b) El comercio y las oportunidades económicas
Es percibida como un socio clave para el desarrollo argentino y fuente de financiamiento, inversiones y mercados.
c) La tecnología que despierta admiración
Sus avances en electrónica, movilidad eléctrica e innovación son altamente valorados.
d) El modelo político que genera distancia
Es la dimensión que más contribuye a la frialdad emocional y a la percepción de lejanía.
La imagen resultante es dual: una nación moderna y admirada por su desarrollo, pero observada con cautela por su escala de poder.
3. ¿Cómo cambió la imagen de China en el último año?
Los datos muestran una tendencia interesante: la imagen positiva de China mejoró para un tercio de los argentinos.
¿Cómo cambió en un año la imagen sobre China? -%

• el impacto del triunfo de Trump y el deseo argentino de mantener equilibrio entre grandes potencias;
• la percepción pragmática de que diversificar relaciones es indispensable;
• el reconocimiento de que China desempeña un papel clave en la economía global.
Después de las elecciones legislativas en argentina, y aún el marco de la promesa norteamericana de la ayuda económica, resurge el apoyo a una relación activa con China, en un marco de “cautela responsable”. Los argentinos no manifiestan desconfianza, pero sí expresan la necesidad de mantener equilibrio diplomático con Estados Unidos.
¿Considera que el Gobierno debería alentar las relaciones políticas y económicas en ese país? %

4. La imagen a través de productos, contenidos y experiencias
La presencia china en la vida cotidiana argentina crece de manera acelerada. Más del 80% de los argentinos usa productos chinos en su vida diaria:
Sin embargo, la cercanía emocional continúa siendo menor al 30%. Es decir: los productos se han integrado, pero la conexión afectiva aún no.
Esto crea un fenómeno interesante: los productos avanzan más rápido que la imagen. La calidad percibida mejora, la tecnología sorprende, y el precio competitivo facilita adopción. Es un terreno fértil para empresas chinas que deseen expandirse en Argentina: el usuario ya está listo, solo falta construir confianza y reconocimiento de marca país.
5. Un escenario de negocios favorable
Cuando los argentinos comparan productos chinos con los de otros países, emergen tendencias claras:
Comparado con lo que llega de otros países. ¿Cómo considera lo que llega de China en …? -%

• Electrónica y tecnología: China supera expectativas y compite de igual a igual con referentes globales.
• Automóviles y movilidad eléctrica: aparece como un nuevo jugador prestigioso, innovador y disruptivo.
• Electrodomésticos: se integran de manera natural al hogar.
• Indumentaria: sigue asociada a lo masivo y económico, más que a diseño o calidad.
• Cultura y entretenimiento: generan curiosidad, pero todavía poca familiaridad.
Este mapa muestra una oportunidad estratégica: las empresas chinas tienen condiciones favorables para ampliar presencia, especialmente si vinculan sus productos a experiencias locales más cercanas y humanas.
6. Qué necesita ver la opinión pública argentina para profundizar la relación
Los argentinos expresan con claridad qué podría mejorar su percepción hacia China:
• Los cuatro “racionales” con mayor peso
1) inversión de la República Popular China con empleo argentino- 75%
2) Más exportaciones argentinas a China- 57%
3) Respeto de las empresas chinas a las normas argentina- 55%
4) Transferencia tecnológica con capacitación local- 50%
• Y las “emocionales” que más interesan
1) Mayor apertura por parte de los funcionarios de firmas chinas 28%
2) Más intercambio turístico y cultural 28%
3) mayor presencia de China en proyectos comunitarios argentinos 22%,
4) difusión de la cultura (tradiciones, cultura, comida )19%
Dicho de otro modo: la opinión pública necesita hechos concretos, iniciativas que conecten la potencia global con la vida diaria de la gente.
7. Tres ideas centrales para fortalecer el vínculo
Nuestro estudio destaca tres conclusiones que resumen el momento actual:
a) China es vista como una potencia moderna, innovadora y tecnológicamente avanzada. Su imagen racional es fuerte y está consolidada.
b) El uso cotidiano de productos chinos supera ampliamente la cercanía emocional. Más del 80% usa productos chinos, pero menos del 30% siente cercanía afectiva.
c) El desafío es construir una conexión emocional y de confianza.La razón genera reconocimiento; el corazón, vínculo.
Hoy China es admirada, pero aún no enamora. Y ese es el paso siguiente: mostrar el rostro humano detrás de la potencia, construir historias compartidas, generar experiencias culturales y personales que le den sentido afectivo a la relación bilateral.
8. Un puente con futuro: la oportunidad del 2025
Argentina y China tienen la oportunidad de comenzar una nueva etapa. En un mundo cada vez más polarizado, los argentinos valoran la posibilidad de mantener relaciones equilibradas y pragmáticas con todos los grandes actores globales. China, desde la perspectiva argentina, combina elementos clave: desarrollo tecnológico, capacidad de inversión y una escala única para generar acuerdos transformadores.
Pero para avanzar se necesita algo más que acuerdos de gobierno o convenios comerciales: se necesita conexión humana.
La distancia cultural puede acortarse.
La confianza puede construirse.
El vínculo emocional puede abrirse paso si hay proyectos visibles, intercambios reales y presencia cotidiana con impacto positivo.
El puente está tendido.
La pregunta es cómo, entre ambos países, lo hacemos más transitable.
Conclusión
La mirada argentina sobre China en 2025 es más madura, más informada y más abierta que años atrás. Existe admiración por la innovación, reconocimiento por la potencia económica, interés por las oportunidades comerciales y claridad respecto al papel estratégico de China en el mundo.
Sin embargo, persiste una distancia afectiva que limita el potencial de la relación bilateral.
Superarla requiere algo sencillo y profundo al mismo tiempo:
mostrar que la potencia también tiene un rostro humano.
Acercarse a la vida cotidiana, contar historias, crear experiencias compartidas y abrir espacios de escucha mutua.
La razón ya reconoce el valor de China.
Ahora es el turno del corazón argentino.
*D’Alessio IROL, Argentina

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