El tradicional Día de Barrer las Tumbas volvió a combinar homenaje a los difuntos con la celebración de la naturaleza. En sus tres días se produjeron en toda China 126 millones de viajes internos, un aumento de 6,3 % respecto al año pasado.

Las raíces del Qinming se remontan más de 2.500 años y su propósito es honrar a los muertos, visitando las tumbas, limpiándolas, quitándoles malezas y haciendo ofrendas como comida, incienso o flores. También es común quemar papel moneda simbólico para asegurar el bienestar de los fallecidos en el más allá.

Por otra parte, mucha gente aprovecha los tres días para disfrutar de paseos primaverales. A las actividades tradicionales este año se sumaron recorridos en helicóptero para observar las flores, el servicio de trenes “de cabello plateado” (viajes turísticos dirigidos a personas mayores) y otras novedades.

Algunos optaron por celebrar el festival para rendir homenaje a los mártires revolucionarios, visitando cementerios, salas conmemorativas y museos para expresar su recuerdo y respeto por los mártires.