En la carrera por la conectividad satelital, Starlink, de Elon Musk, se consolidó como un referente de alta velocidad, pero le apareció un competidor chino.

permitiendo el acceso a la red incluso en las zonas más remotas del planeta.

Esta nota de El Cronista dice que “el dominio” de la empresa de Musk enfrenta “una creciente competencia: ahora, un ambicioso proyecto chino amenaza con cambiar las reglas del juego”. Se trata de “SpaceSail, una compañía con sede en Shanghái” que ya “firmó en noviembre un acuerdo para operar en Brasil y dos meses después inició actividades en Kazajistán”.

Agrega que “su objetivo es proporcionar Internet confiable a usuarios en más de 30 países, particularmente a aquellos en áreas remotas y en situaciones de emergencias o desastres naturales”.