Mientras el Gobierno de Javier Milei se encamina a tener que pagar con reservas fuertes vencimientos del swap firmado con China, varias provincias abren vías de relaciones diplomáticas propias con el gigante asiático, informa iProfesional, que menciona a Buenos Aires, La Rioja y La Pampa.

El gobernador de La Pampa, Sergio Ziliotto, recibió a una misión de empresarios chinos encabezada por el embajador Wang Wei.

Las compañías que visitaron ese provincia fueron Shangai Electric Power, dedicada a la construcción de plantas energéticas, líneas de transmisión de alta tensión, gasoductos y acueductos; Goldwind, que opera con energías limpias en seis continentes y más de 40 países; ICBC, una institución bancaria con más de cien años operando en el mundo y desde 2012 en Argentina; LiuGong, dedicada al desarrollo de maquinaria de construcción profesional, maquinaria industrial y maquinaria de infraestructura hace más de 65 años; y Huawei, la tecnológica de celulares.

En tanto el jefe de gabinete, Carlos Bianco, se reunió con el vicegobernador de la provincia china de Hebei, Shi Qingshuang, en un momento en que“la relación entre la administración Kicillof y China avanza a buen ritmo”.

En la misma línea, el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela “visitó al embajador en su residencia, con la expectativa de recibir una misión similar a la que concluyó recientemente en La Pampa”.

iProfesional menciona al exdiputado nacional Guillermo Carmona, que representó durante dos períodos a la provincia de Mendoza, lamentó que el presidente Javier Milei “esté ejecutando una sistemática demolición de los vínculos con países de la región y con importantes potencias económicas globales”.

Carmona destacó que “frente a la nada que representa la política económica internacional del Gobierno, los gobernadores asumen un papel protagónico. Intentan evitar para sus provincias, con gestiones concretas, los efectos del aislamiento creciente provocado por los desmanes y la impericia del mileísmo y por el entreguismo que caracteriza al macrismo residual que controla la Cancillería”.