Ayer se llevó a cabo el foro empresarial de alto nivel en Shanghai, con la presencia del primer ministro ruso, Mikhail Mishustin, quien realiza una visita oficial a China. Y el presidente Xi Jinping ofreció apoyo a Moscú en “intereses fundamentales” y destacó la buena relación bilateral, al recibir al premier luego en Beijing.

El primer ministro chino, Li Qiang, envió el martes una carta de felicitación por el encuentro en la que sostuvo que China está dispuesta a ampliar la cooperación comercial con Rusia, así como promover el volumen y la calidad de la cooperación bilateral.

Durante el foro, Mishustin dijo que espera que el comercio bilateral alcance los 200.000 millones de dólares este año. En 2022, el comercio bidireccional entre China y Rusia alcanzó un récord de 190.270 millones de dólares.

El comercio entre China y Rusia aumentó un 38,7 por ciento en el primer trimestre y la cooperación energética sigue siendo un importante estabilizador de las relaciones bilaterales, según datos de la Administración General de Aduanas.

“Dado que las sanciones contra Rusia brindan nuevas oportunidades para China, no sorprende que China esté feliz de participar activamente, sino proactivamente, con Rusia económicamente, siempre que las relaciones que forjen no desencadenen sanciones secundarias contra China”, comentó el director del Instituto de la Escuela de Estudios Orientales y Africanos (SOAS) en Londres, Steve Tsang.

RFI evalúa que la visita de Mishustin podría acelerar la construcción del gasoducto Siberian Power 2, que una vez finalizado deberá suministrar 50.000 millones de metros cúbicos de gas natural a China a través de Mongolia.

Li Xin, director del Centro de Estudios de Rusia y Asia Central en los Institutos de Estudios Internacionales de Shanghái, le dijo al Global Times que “por un lado, bajo las sanciones de Occidente, Rusia ha acelerado el ritmo de transformación económica hacia el este. Por otro lado, el vasto mercado y la rápida recuperación económica de China también lo hacen lucrativo para el mundo, y Rusia no es una excepción”.

Mishustin señaló que la cooperación energética con China sigue siendo una prioridad incondicional para Rusia y que el suministro de gas natural y carbón ha aumentado constantemente.

El primer ministro también señaló que Rusia y China deben ser más activas en la racionalización del acceso mutuo a los mercados agrícolas y trabajar juntos para fortalecer la seguridad alimentaria. El primer ministro ruso subrayó que el comercio bilateral de productos agrícolas se está desarrollando a un ritmo más rápido.

El año pasado, el comercio de productos agrícolas aumentó en un 42 por ciento a más de $ 7 mil millones. La cooperación en agricultura es un sector relativamente nuevo y es de gran importancia para que Rusia amplíe más mercados del mercado europeo y China también necesita diversificar sus importaciones agrícolas, dijo Li.

Por otra parte, Mao Ning, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, dijo que “nos oponemos a las sanciones unilaterales y a la jurisdicción de brazo largo que no tienen base en el derecho internacional ni mandato del Consejo de Seguridad de la ONU”,  y aclaró que la cooperación entre China y Rusia no tiene como objetivo a ningún tercero y no está sujeta a interrupción o coerción por parte de otros países.

Global Times entrevista a Zhang Hong, investigador asociado del Instituto de Estudios de Rusia, Europa del Este y Asia Central de la Academia de Ciencias Sociales de China, quien considera que “el ‘giro hacia el este’ de Rusia la impulsa a expandir el mercado chino, mientras que la fuerte recuperación económica de China hace que el país necesite más energía y materias primas”.

Por su parte, Zhu Yongbiao, profesor del Centro de Investigación de la Franja y la Ruta de la Universidad de Lanzhou, señaló que “consolidar la cooperación económica con Rusia no indica que China se incline hacia Rusia en medio del conflicto. Como un país grande con una estrategia diplomática madura, China tiene su propio plan para cooperar con otros países, siempre que no viole las normas internacionales”.