Ante el proyecto, frustrado, de EEUU de que el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas tratara una denuncia contra China por la situación con la etnia uigur, Li Xiaomei, representante especial para los Derechos Humanos de la Cancillería china, denunció que EEUU recurre “al truco de castigar a los países en desarrollo con el pretexto de estar preocupado por los derechos humanos”.

La declaración de Li (foto) fue informada a medios extranjeros en Beijing, entre ellos DangDai, por Zhu Ting, representante del Departamento de Organizaciones Internacionales.

Ante los periodistas, Zhu Ting habló de “un  complot político de los países occidentales para utilizar los problemas relacionados con Xinjiang con el objetivo de presionar a China”.

Zhu sostuvo que debido a la “fuerte oposición de la gran mayoría de los países en desarrollo” a una declaración contra China, “los países occidentales no tuvieron más remedio que idear un plan B: presentar un proyecto de decisión bastante breve pero más confuso, y disfrazarlo como una ‘cuestión de procedimiento’. Su propósito real no es otro que incluir los rumores relacionados con la región autónoma de Xinjiang en la agenda del Consejo de Derechos Humanos, humillar y castigar a China e interferir en los asuntos internos de China”.

“Si están realmente interesados en iniciar diálogos”, sostuvo la funcionaria, “sus representantes pueden hablar e iniciar una discusión libremente en el Consejo de Derechos Humanos, no hay necesidad de presionar” al organismo, tras lo cual agregó que “China siempre ha estado abierta al diálogo y al intercambio sobre temas de derechos humanos”.

Antes las preguntas de los periodistas sobre la situación de eventuales violaciones a los derechos humanos de la etnia uigur en la Región Autónoma de Xinjiang que pretende poner en discusión Estados Unidos, la representante del gobierno chino aseguró que “Xinjiang ha llevado a cabo la lucha contra el terrorismo y el extremismo de acuerdo con la ley, frenando efectivamente la tendencia de frecuentes actividades terroristas. Desde 2017, no ha habido casos graves de terrorismo violento en Xinjiang, la situación de la seguridad social ha mejorado significativamente y la vida de las personas ha vuelto a la paz y la armonía.”

Sobre el informe de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OHCHR) que a fines de agosto acusa a China de perseguir a las minorías de Xinjiang, Zhu aseguró que el documento fue elaborado “en contra de la voluntad de la ex Alta Comisionada Michelle Bachelet y recién liberada por la OHCHR minutos antes que Bachelet salió de su oficina. Es completamente ilegal, nulo y sin efecto.”

Agregó que Bachelet “estaba bajo una presión tan tremenda por parte de los Estados Unidos y algunas fuerzas occidentales que decidió no buscar un segundo mandato porque no hizo una declaración que satisfaga a esas fuerzas. Esa es también la razón por la que estas fuerzas occidentales intentaron aún más presionar a la OHCHR para que publicara la llamada evaluación: en un intento de difamar y atacar a China. Sin embargo, incluso esta ‘evaluación’ ilegal y poco confiable no se ha atrevido a exagerar la existencia de falacias tales como el llamado ‘genocidio’, ‘trabajos forzados’, ‘opresión religiosa’ y ‘esterilización forzada’ en Xinjiang.”