Un atlas en mandarín

2 agosto, 2022

A lo largo de la historia, el nombre de cada país del mundo ha sido traducido al idioma chino con estrategias diferentes. Algunas están basadas en la fonética, otras en el significado, otras combinan los dos elementos y todas acaban en signos escritos que parecen cifras mágicas, escribe Pedro Perucca para DangDai.

Por Pedro Perucca

Un camino para acercarse a las complejidades del chino mandarín es el análisis de las estrategias para nombrar al resto de los países del mundo. No todos los nombres obedecen a las mismas reglas de composición, sino que en algunos casos se opta por una combinación de caracteres cuyos sonidos generan algo fonéticamente similar al nombre del país, mientras que en otros casos los caracteres escogidos se relacionan con algunas características que China destaca de esa nación.

Guó, el país

Para comenzar, digamos que “país” en chino es 国家 (guójiā), una combinación de 国 (guó), que significa “país”, y de 家 (jiā), “hogar”. La fusión de ambas ideas nos recuerda que según el pensamiento tradicional chino el país era considerado como una gran familia. La versión abreviada 国 (guó) en general se utiliza sólo en palabras que tienen que ver con los países o nacionalidades, como en 国民 (guómín), que literalmente podría traducirse como “gente del campo”, un recuerdo de la demografía originaria china que luego pasó a ser sinónimo de “ciudadano”, o en 国外 (guówài), que literalmente sería “país en el exterior”, pero que se usa para “en el extranjero”.

Guó también se utiliza para componer los nombres de algunos pocos países, como el de la propia China: 中国 (Zhōng guó), que podría traducirse como “país del centro”. Esto tiene su origen histórico en los estados de la llanura central de la antigua China, territorios con afinidades lingüísticas y culturales que se definían como “centrales” en relación con los estados periféricos y “bárbaros” que los rodeaban. Recién a fines del siglo XIX el nombre pasó a generalizarse para todo el país.

Con la misma lógica se construyen los nombres de Estados Unidos (美国, Měi guó)  Francia (法国, Fǎ guó), Alemania (德国, Dé guó), Reino Unido (英国, Yīng guó), Corea (韩国, Hán guó), Tailandia (泰国, Tài guó) y Bangladesh (孟加拉国, Mèng jiā lā guó).

Pero los caracteres chinos que se suman a guó para componer estos nombres pueden aportar un significado o sólo un sonido, independientemente de lo que representen. Para Reino Unido se usa el carácter 英 (Yīng), que significa “valiente” o “heroico”, en una lectura que alegraría a los británicos, pero para un chino lo que prima es la fonética “eng”, vinculada con “England”. En general, China prefiere optar por los significados favorables, lo que es claro con el caso de Estados Unidos, ya que měi puede significar tanto “hermoso” o “magnífico” como “mala suerte” o “moho”, pero se opta siempre por la connotación más positiva.

Nombres por su sonido

Para el resto de los países, la estrategia más común es la transliteración de sus nombres originales o desde la denominación inglesa, para lo que se divide su nombre nacional en sílabas que corresponden a caracteres chinos con un sonido similar. Esta estrategia se enfrenta a la dificultad de que la reserva de sonidos de que dispone el chino es de unas 400 sílabas, notoriamente menor a la de idiomas como el inglés o el español, por lo que muchas veces estas transliteraciones resultan tener poco que ver con las palabras originales.

En algunos casos, la estrategia funciona bastante bien y basta con imaginar la pronunciación con acento chino para tener una sucesión de sonidos bastante aproximada al nombre que conocemos. En este grupo podríamos ubicar a Argentina, que es 阿根廷 (Ā gēn ting). O a otros como Kenia (肯尼亚, que se pronunciaría Kěn ní yà), Italia (意大利, Yì dà lì) y Noruega ( 挪威, Nuó wēi), combinaciones que se acercan bastante a los nombres inglés (Kenya, Italy y Norway, respectivamente). Pero hay nombres de países que nos resultan difíciles de reconocer al escucharlos en mandarín. Ecuador se representa con el grupo de caracteres 厄瓜多尔, cuya pronunciación sería È guā duō ěr. En el caso de Letonia, la formulación china intenta a acercarse al nombre del país en inglés, Latvia, con resultados igualmente discutibles: 拉脱维亚, que se pronunciaría Lā tuō wéi yà. Aún más difícil nos resultaría identificar los nombres de Turquía o Ucrania al escucharlos: para ambos, la transliteración busca acercarse a los nombres en inglés: Turkey (土耳其, Tǔ ěr qí) y Ukraine (乌克兰, Wū kè lán).

En otros casos, el camino resulta aún más cuesta arriba para nuestros oídos, ya que la transliteración se basa en los nombres originales. Un ejemplo sería el de Costa de Marfil, que en el francés local sería Côte d’Ivoire, lo que acaba en 科特迪瓦 (Kē tè dí wǎ). Situaciones similares se dan con España (西班牙, Xī bān yá) o India, para la que translitera “hindú” (印度, Yìn dù).

Nombres por concepto

También existen traducciones literales de los nombres nacionales a partir de los conceptos a los que refieren. Así tendríamos a Iceland (isla de hielo, según el nombre inglés para Islandia) que termina en 冰岛 (Bīng dǎo), donde bīng es hielo y dǎo, paisaje. Lo mismo pasa con Montenegro, que en chino se llama 黑山 (Hēi shān), literalmente “montaña negra”.

Para determinados países se recurre a criterios mixtos. En el caso de Nueva Zelanda la primera parte del nombre se representa con el carácter 新 (xīn), que significa “nuevo”, mientas que la segunda se translitera desde el nombre inglés de Zealand, resultando 西兰 (xī lán). Algo similar pasa con las Islas Salomón, con las que también se opta por una traducción de significado combinada con una transliteración, lo que nos da 所罗门群岛, “Suǒluómén qúndǎo”, donde 群岛 (Qúndǎo) es “archipiélago” (y 岛, Dǎo, es “isla”). Resoluciones similares se aplican para países que incluyen conceptos como “norte”, “sur”, “central” o “y” en sus nombres, como es el caso de Sudáfrica, Sudán del Sur, Trinidad y Tobago y otros.

Para naciones que históricamente se nombraron con caracteres chinos, se mantiene esa denominación, como pasa con Japón, que sigue siendo 日本 (el nombre en japonés de Japón), pero pronunciando “Rì běn” en chino en vez de “Nippon” como se hace en Japón, ya que los caracteres se leen distinto. Una resolución de este tipo se usa también para Corea (韩国, Hán guó) y Vietnam (越南, Yuè nán).

Argentina

Argentina se escribe 阿根廷 y se pronuncia Ā gēn ting. El nombre dado en chino a nuestro país simplemente recogió su sonido. Si se hubiera recurrido al significado “argentino” (“país plateado”), nos llamaríamos 镀银国, Dù yín guó.

Nota: Este artículo fue publicado en la Revista DangDai Nº35

Categorías: Educación

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