El 1° de enero de este año entró en vigencia el RCEP, entre los países de la ASEAN (Birmania, Brunei, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Singapur, Tailandia, Vietnam) y de la región Asia Pacífico (China, Japón, Corea del Sur, Australia, Nueva Zelanda).

El especialista en relaciones económicas internacionales Félix Peña considera en su última newsletter que el RCEP (Regional Comprehensive Economic Partnership) “ha abierto una nueva etapa en la geopolítica y en la arquitectura de las alianzas comerciales regionales”, desde que “significa un mercado de 2.300 millones de personas, con un creciente porcentaje de consumidores de clase media urbana y un 30% del comercio y del PBI mundial.”

Peña recuerda que la asociación “fue originalmente una iniciativa de los países de la ASEAN y de China, y vincula a países entre los cuales ya existen distintas modalidades de acuerdos comerciales preferenciales. Su arquitectura no refleja explícitamente ningún modelo pre-existente, pero se ajusta a los requerimientos del sistema multilateral de comercio plasmado en la OMC”, mientras que “introduce elementos novedosos en la arquitectura de los acuerdos comerciales preferenciales”, como la tendencia “a facilitar las cadenas de valor de alcance regional, especialmente con sus disposiciones sobre reglas de origen.”

Por otra parte, Peña, que dirige del Instituto de Comercio Internacional de la Fundación ICBC, estima que la entrada en vigencia del RCEP “pone de manifiesto la necesidad de profundizar el análisis en nuestra región sobre cómo colocar la agenda de la integración latinoamericana en la perspectiva de las nuevas realidades que están emergiendo en el funcionamiento del sistema comercial internacional.”