El Licenciado en Relaciones Internacionales Federico Vélez trata de entender el significado, el valor y la vigencia de la “confianza cultural” en la historia y el presente de China.

Vélez menciona que en “una serie de discursos efectuados por el Presidente de la República Popular China, Xi Jinping, con frecuencia se observa la constante aparición del concepto de ‘confianza cultural’”, y expone su significado a través de un recorrido histórico que define a China como un Estado-civilización.

En los discursos de Xi, halla “una fuerte convicción sobre una identidad singular china”, con énfasis en “el fortalecimiento de la confianza cultural y la consolidación del socialismo en base a los profundos antecedentes históricos y la incomparable determinación del pueblo chino para avanzar.”

“En 2016, en el 95 aniversario de la República Popular”, dice, “el primer mandatario recordó que las naciones que han abandonado o traicionado su propia historia y cultura no han logrado desarrollarse”.

De aquí, el autor concluye que Xi asigna a la historia el valor central “como motor y columna vertebral de un país”, lo que desencadena un “orgullo” sobre el cual proyecta el “glorioso futuro”, así como la creencia en una excepcionalidad única de la civilización china.

Vélez también plantea “incógnitas en torno a los objetivos propuestos por Xi Jinping”, entre ellas asegurar la estabilidad nacional, la lucha anticorrupción y “los límites y excesos en torno a la figura y culto de Xi Jinping”.

En el plano internacional, menciona la problemática del “soft power” (cita el ranking “Soft Power 30” ofrecido por Portland PR, en el que China está en la posición 27)cuya “barreras son: el conflicto con los Uigures, la tensión entre Beijing y Hong Kong, la ‘cuestión taiwanesa’, detenciones arbitrarias de ciudadanos sin la debida protección legal correspondiente, la complejidad de su lengua y el establecimiento de una ‘dictadura del proletariado’”.

Finalmente, sostiene que la “última incertidumbre gira en torno a la denominada “Nueva Guerra Fría”. Surgen incógnitas sobre el destino de estas dos grandes naciones: ¿están condenadas a la guerra? ¿China lograra desplazar finalmente a EEUU? Y en caso afirmativo, ¿cómo sería un nuevo orden internacional bajo la hegemonía china?”