Xinjiang, la amenaza de la OTAN y el yuan digital en un seminario del CARI

4 junio, 2021

El Grupo de Trabajo China del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales realizó ayer jueves 3 su primer seminario del año en presentación de trabajos de algunos de sus investigadores. Fue abierto por el presidente del CARI, José Octavio Bordón, dirigido por el nuevo coordinador del Grupo, Ernesto Fernández Taboada, y presentó dos paneles, uno sobre “La dimensión política” y el otro sobre “Las dimensiones ambiental, económica y mediática”.

Abrió el primero Jorge Malena (ex coordinador del Grupo China y ahora a cargo del Comité de Asuntos Asiáticos del CARI), quien se refirió a “¿Una OTAN ampliada contra China?” y habló del reciente documento “La OTAN en 2030”, en el cual los miembros actuales de ese bloque militar -creado para contener al comunismo en la posguerra y liderado por Estados Unidos- dijeron que China es una “amenaza la democracia” por “su autoritarismo y extensión de sus ambiciones autoritarias”. Dijo que se trató de la primera alusión a China de la OTAN en su historia. También observó los recientes movimientos del QUAD (EE.UU. Japón, Australia e India), que tratan de “contener a China” con esta especie de “OTAN asiática” que, según dijo Beijing y recordó Malena, “es utópico”. En el mismo sentido, aludió a posiciones similares a la OTAN y al QUAD en la Unión Europea o el G-7, al cual China respondió que tenían una postura “imperial”. Todo este cuadro llevó a Malena a concluir que se percibe una mayor preocupación y postura “antichina” occidental acerca del ascenso del gigante asiático (con críticas a cuestiones de derechos humanos, defensa, la pandemia, etc.), se refirió a los crecientes ejercicios militares estadounidenses en Asia Pacífico y dijo que las alianzas en paz y en guerra ameritan una gran estrategia, por lo cual “una nueva especie de OTAN debería identificar algo más que una amenaza común”, tarea que “no será sencilla” entre otras cosas por la importancia económica, financiera y tecnológica de China en Asia, estimó.

Patricio Giusto habló de “Cambios y continuidades de la política exterior china bajo Xi Jinping”. Dijo que Xi mantiene una continuidad de la línea histórica del PCCh, como en la coexistencia pacífica, la defensa de su soberanía, el reformismo a escala global o el seguimiento de la Apertura y Reforma, por ejemplo, pero con “algunas novedades”. La personalidad de Xi o la consolidación de China a nivel global explicarían, señaló, la nueva postura, además del contexto “sumamente hostil” que se le presenta. Los cambios que trajo Xi, concluyó, fue que fijó metas “mucho más ambiciosas” tanto internas como de cara al mundo y se centralizó mucho más el poder político chino y la manifestación explícita de su “descontento” con la distribución global del poder, que “claramente no representa su peso en el mundo”, lo que ha llevado a China a proponer nuevas instituciones globales y a proporcionar mayores bienes públicos globales, como el caso de las vacunas anti Covid-19. Del mismo modo, su diplomacia es “más combativa, contestataria y coercitiva” y creció el nacionalismo, opinó.

Para cerrar la primera parte del seminario, Nadia Radulovich presentó una “Evolución de la relación a través del Estrecho de Taiwán”. Historió el complejo recorrido de las relaciones entre la República Popular China y Taiwán, que desde 2016 se tensionó por la llegada al poder de Tsai Ing Wen y sus posturas independentistas. Describió algunas características de la actualidad taiwanesa en su nivel de desarrollo y de relaciones exteriores, con una “sociedad en transición” y con aspiraciones de mayor diversidad, y la polarización a nivel de los dos partidos del poder (el opositor a Tsai es el viejo tronco Nacionalista). Destacó que la “dinámica triangular” (con EE.UU. como tercero en discordia) marca el pulso de las relaciones en el estrecho chino-taiwanés, lo mismo que la “percepción de amenazas” y la cuestión de la “identidad nacional”.

En el segundo panel, Gloria Báez analizó la “Política de China frente al cambio climático”. Tras describir las características y los desafíos globales que plantea ese fenómeno, analizó los acuerdos jurídicos existentes para contener el alza de la temperatura media global del planeta (Kyoto, París, etc.) y las emisiones de CO2 por país (China lidera por carbón, EE.UU. por gas y petróleo). Respecto de China, se refirió a su preocupación y política de compromisos de reducir esas emisiones en especial desde 2016 y su meta de alcanzar la llamada “neutralidad” de carbono (esto es, alcanzar un resultado neto de cero emisiones de gases de efecto invernadero, emitiendo no más de lo que absorbe por otras vías) antes de 2060 y un pico de emisiones antes de 2030, con una “fuerte apuesta al crecimiento verde” con energías alternativas (eólica, fotovoltaica, hidrógeno verde o movilidad eléctrica). “China es el mayor contaminante pero, a la vez, el más proactivo” en la materia, concluyó Báez.

Más tarde, Julio Sevares repasó el  “Avance de China en los mercados financiero y monetario internacionales”. Repasó los últimos 20 años cuando China incrementó su presencia financiera y monetaria global, creció su cartera de créditos al exterior y empezó a internacionalizar el renminbi. Ello, en el marco de su ingreso a organismos multilaterales o regionales del sector, creación de nuevas instituciones (BAII, BRI, etc.) o reformas internas en materia financiera.

El expositor detalló la expansión de los préstamos externos chinos, en especial hacia América Latina, y la cuestión del “yuan digital”, tema en el cual se discute si será la forma de desplazar al dólar de EE.UU. Ya hay ensayos del Banco Central en su país y “en 2021 se hicieron las primeras pruebas para consumidores y turistas de Hong Kong”, informó, así como ensayos en mercados de futuro alternativos a los de Occidente, por ejemplo en petróleo.

Finalmente, Gustavo Ng habló sobre “Xinjiang, escenario de la disputa por el softpower”. El director periodístico de DangDai analizó la comunicación en torno a este tema sensible que abarca al territorio uigur en el occidente chino, que él mismo recorrió para sus investigaciones. Refirió que Occidente acusa a China de violar derechos humanos en la región autónoma de Xinjiang (en la foto de apertura a este noticia, el presidente Xi con chicos del lugar), un “enorme espacio limítrofe con muchos países de Asia Central, una zona muy compleja”. Indicó, por ejemplo, cómo el Ejército Islámico habría captado a 2.000 uigures para su accionar, y que hay grupos separatistas como el movimiento del Turquestán Oriental, que China trata de contrarrestar. “La postura china es defensiva frente a la actitud actual de Joe Biden”, que en ese sentido marcó una diferencia con las críticas de su predecesor en la Casa Blanca, Donald Trump, cuya pelea con China pasaba más por lo comercial y tecnológico, dijo.

Ng detalló el plan de Beijing para desarrollar el oeste del país al menos desde el año 2000, lo que es “estratégico” porque entronca con la Iniciativa la Franja y la Ruta. Tras detallar las “acusaciones” estadounidenses (“campos de concentración, “exterminio”, “violaciones religiosas o psicológicas”, “trabajo forzado”, “reeducación”, etc.), analizó la defensa china: su inversión para erradicar la indigencia en Xinjiang, en educación y formación vocacional, el logro consecuente de estabilidad y desarrollo económico, el accionar antiterrorista como aporte a la paz mundial, la tradición histórica china de su soberanía en la región desde al menos la dinastía Han, entre otros ítems.

Según Ng, la Cancillería china cree que hay “un complot estratégico de EEUU para desestabilizar a China”, lo que fundamentó con un video reciente donde se ven opiniones de militares estadounidenses. “En el plano del softpower, China tiene menos recursos que EE.UU. Asistimos a ese conflicto”, dijo, con dos visiones encontradas sin términos medios.

Cerró la sesión Juan Battaleme, secretario académico del CARI.

La actividad puede reproducirse aquí.

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