El BID, Claver y China

14 septiembre, 2020

EE.UU. logró imponer por primera vez en la historia de la institución a uno propio en la presidencia del BID. Mauricio Claver Carone consiguió el voto de 30 países (la postura argentina de abstención logró el de 16) y quedará al frente del Banco con su objetivo de contrarrestar la presencia regional crediticia de China (que según informó un medio, no votó) y castigar a los países díscolos de la región.

El país norteamericano es el de mayor peso en los votos del Banco Interamericano de Desarrollo y el sábado tuvo apoyos clave como los de Canadá y Brasil, además de extraregionales como Japón e Israel. Pero en el voto propiamente latinoamericano perdió, ya que la mayoría acompañó la abstención que decidieron Argentina, México, Chile, Perú, Trinidad y Tobago y los miembros europeos del BID.

Estos habían pedido postergar hasta 2021 la decisión y cuestionaron con dureza que un estadounidense -a quien además consideran “subcalificado”, un asesor del presidente Donald Trump de extrema derecha- esté al frente del BID, lo que rompe 60 años de historia.

China se convirtió en los últimos años en el gran prestamista de América Latina y Claver fue claro en señalar que su objetivo es desplazarla de esa función, en el marco de la estrategia de “seguridad” global que fijó Washington.

EE.UU. y sus voceros políticos y mediáticos identificaron a Argentina como la lidereza de la oposición al dirigente cubano-americano, y algunos ya claman “castigos”. Más que una derrota de su postura, Argentina mantuvo la línea histórica que ha tenido en política exterior, aun con gobiernos de derecha (no el de Mauricio Macri, pero sí por ejemplo el del orden conservador oligárquico del cambio de siglo anterior, frente al “panamericanismo” de EE.UU), y defendió la soberanía y la autonomía latinoamericana en cuestiones como esta del BID, acompañado por la mayoría de la región con las excepciones del Brasil de Jair Bolsonaro o la Colombia de Iván Duque.

Claver Carone fue quien, desde el FMI, gestionó el crédito multimillonario que logró Macri, para ayudarlo en campaña electoral y endeudar a la Argentina, y quien se retiró “ofendido” de la jura presidencial de Alberto Fernández.

Ahora, el actual gobierno argentina está remontando esa mochila financiera, como hizo exitosamente con la de los bonistas privados que también incrementaron sus acreencias durante el ciclo macrista. Para eso, tiene optimismo frente a las negociaciones con el organismo que dirige Kristalina Georgieva. Más allá de la postura de EE.UU. Argentina contará en el FMI con el apoyo de China y países europeos, entre otros.

Respecto del BID, la expectativa de los países latinoamericanos más reacios al nuevo director es la de que si gana Joe Biden en las elecciones de noviembre en EE.UU. pueda revisar el nombramiento del funcionario elegido el sábado.

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