Un estudio revela que Argentina fue el país que más inversión en infraestructura recibió de China en la región.

Se trata del informe Monitor de la infraestructura china en América Latina y el Caribe 2020, elaborado por el especialista Enrique Dussel Peters, investigador de la Red ALC-China, que analizó el despliegue de los proyectos desde 2005.

El informe sostiene que Argentina acordó proyectos de inversión en infraestructura que significaron más de 30.600 millones de dólares, lo que representó hasta 2019 el 39% del total del compromiso asumido por China en América Latina y el Caribe.

El informe destaca que América del Sur concentró el 84 % de los proyectos, representando el 89.7 % del monto de inversiones y el 89% del empleo generado.

Argentina acordó 17 proyectos, con una participación en la generación de empleo de 26.205 puestos, equivalente al 9.57 % del total para la región.

Dussel Peters, en diálogo con Télam, consideró que el menor impacto en el nivel de empleo en la Argentina de las inversiones chinas “es resultado de la propia naturaleza de los proyectos realizados, es decir grandes proyectos intensivos en capital y con poca generación de empleo”.

“Otros proyectos vinculados con la construcción de vías de transporte, por ejemplo, son mucho más intensivos en empleo, y entre otros casos se encuentran la renovación de infraestructura (por ejemplo la ferroviaria), se importó masivamente la maquinaria requerida y sin efecto alguno en el empleo”, agregó.

Tal es el caso de los ocho proyectos de infraestructura en Brasil que por el monto por proyecto promedia apenas US$ 648 millones para el período 2005-2019 –muy por debajo del promedio de ALC y otros países como Argentina y Perú–, pero son mucho más intensivos en empleo, ya que promediaron 8,049 empleos, muy por encima del resto.

Contrario a lo esperado de una importante presencia de China con Venezuela en el comercio y el financiamiento, el país asiático realizó siete proyectos de infraestructura y dos de ellos durante 2015-2019, en este último período por apenas 384 millones de dólares (0.70%) y 600 empleos (0.45%).

En dos países de menor tamaño como Bolivia y Ecuador, la presencia de los proyectos de infraestructura chinos ha tenido probablemente el mayor impacto de la región.