Aclaraciones sobre cerdos

31 julio, 2020

Desde la Cancillería, Jorge Neme dijo a Radio Late que si China acepta las condiciones argentinas para el acuerdo porcino, se firmará “en la embajada argentina en Beijing, en Buenos Aires si puede venir el ministro de Agricultura chino o en la Feria CIIE de Shanghai de noviembre”. En tanto, fuentes oficiales cuestionaron para DangDai algunos ”mitos y falsedades” en las críticas al acuerdo buscado.

Neme (foto), a cargo de la Secretaría de Relaciones Económicas Internacionales, aclaró en sus declaraciones radiales que no se aceptará “nada que afecte el medio ambiente, tema en que Argentina es líder mundial en varios aspectos”, y que el gobierno envió a China una propuesta de tres puntos: “cooperación tecnológica, cooperación en sanidad y bienestar animal y promoción de asociación estratégicas entre empresas argentinas y chinas para producir carne porcina, eso es lo que enviamos a China, un acuerdo marco ,que está evaluando el gobierno chino”:

Por otro lado, entrevistado por América TV, el mismo funcionario aclaró que la genética se asegura por parte del SENASA “y la idea del memorando de entendimiento, si avanza, es que esos criaderos sean radicados a lo largo de los próximos cuatro años en las provincias de Santiago del Estero, Formosa, Chaco, Salta y Tucumán. Serían sociedades chinoargentinas”. Respecto de la cuestión ambiental, dijo que aún no se hicieron consultas al ministro Juan Cabandié porque “no tenemos un proyecto concreto para bajarle y analizarlo”, para lo cual habrá que esperar la respuesta china y la propuesta concreta a discutir.

También el jefe de gabinete de Cancillería, Guillermo Justo Chaves, fue entrevistado por el mismo tema en Somos Radio y ofreció otras precisiones.

En cuanto a las consultas de DangDai, autoridades argentinas respondieron que sobre el “proyecto de desarrollo de la cadena de valor porcina en la Argentina, con inversiones conjuntas entre los sectores privados de nuestro país y de China”, hubo “verdades y mentiras, cifras correctas y erróneas, algunos argumentos válidos y otros sin fundamento alguno”.

En ese sentido, afirmaron que es un “mito que sea un plan de una magnitud desproporcionada para la Argentina. Es falso. Hoy nuestro país produce el 0,5% de la carne porcina del mundo y participa del 0,3% del comercio global. Se trata de unas 700 mil toneladas. El proyecto prevé incrementar la producción de carne de cerdo en 900 mil toneladas”. Señalaron que con ello “se consumirá el 4% de la producción nacional de maíz para alimentar a los animales” Y dieron los ejemplos de Dinamarca, Alemania o Bélgica, con una industria porcina varias veces más grande en territorios más pequeños. En el caso de Alemania, “país referente en materia medioambiental, produce en un territorio similar al de la Provincia de Buenos Aires y con 83 millones de habitantes, 7 millones de toneladas de carne (10 veces más que la Argentina) e importa el 75% de los granos requeridos para su alimentación”.

Negaron también que se prevea “producir 9 millones de toneladas”, sino 900 mil, con un incremento de 300 mil madres: 60 mil el primer año y 80 mil los tres restantes. La confusión vino porque, en cabezas de animales, serían unas 9 millones.

También negaron que la Peste Porcina Africana se puede contagiar a los humanos, ya que no es una zoonosis (no se transmite a humanos) “y no debe ser confundida con el virus de influenza G4, generando miedo y confusión”. El continente americano es libre de la peste porcina Africana, añadieron. Tampoco “vendrán animales desde china”.

Sí afirmaron que si avanza el proyecto generará empleo y la “creación de 25 unidades integradas productivas de 12 mil madres cada una que comprenderán plantas de elaboración de alimento balanceado, biodigestores (generación de energía y bio fertilizantes), criadero ciclo completo y frigorífico exportador. Ello impulsará una inversión de U$S3.775 millones y la creación de 9500 empleos directos (380 por unidad productiva)”.

Se buscará que tenga “impronta federal” y “crecer en la cadena de valor”, ya que “implicaría dejar de exportar cerca de 2,5 millones de granos (maíz y soja) por un valor cercano a los U$S 400 millones para exportar 900 mil toneladas de carne de cerdo por cerca de U$S 2.500 millones”. A lo que se sumarían U$$110 millones anuales de ingresos fiscales por derechos de exportación.

Asimismo aceptaron que “es un cambio en la matriz productiva del sector”. Y que “tendrá externalidades positivas en otros sectores”.

Finalmente, hubo un debate sobre este tema de la organización ambientalista Eco House del que participaron Soledad Barruti, especialista en industria alimentaria, impulsora del rechazo al acuerdo; Alejandro Lamacchia, presidente de la Asociación de Productores Porcinos de la Provincia de Buenos Aires; Juan Uccelli, consultor; Guillermo Folguera, biólogo del Conicet y Silvia Vazquez, presidenta del Partido Verde y directora asuntos ambientales de Cancillería. El evento anunciaba como panelista también al ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié, que finalmente no asistió. Ver Página 12.

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