Pablo, chongqingés de Rosario

16 julio, 2020

Pablo Giustetto es multitasking en China. En la universidad donde se graduó, en Chongqing, dicta la materia Español de Negocios, Administración y Cultura Extranjera.

Pablo, que llegó de Rosario a esa gran ciudad y región administrativa del centro de China, también es asesor del Centro de Cooperación Internacional de Chongqing, responsable de los proveedores chinos para una empresa argentina de insumos de odontología, socio del de Rotary Club local y de la AdeACh, la Asociación de Argentinos en China. Lo que sigue es una entrevista que le hizo DangDai.

重庆人Pablo,阿根廷出生

-Por Gustavo Ng

Pablo Giustetto nació en Rosario en el Año de la Cabra de 1991. Dicen los chinos que su horóscopo describe a la cabra como un ser que va trepando, siguiendo el aroma de la inspiración, de peñón en peñón. Cuando llega al más alto, salta a una estrella y allí continúa su ascenso, de estrella en estrella. Quienes las miramos desde la tierra la vemos llegar a los confines del Universo, pero para la Cabra, que no tiene miedo, no hay límites ni confines, porque ella siempre está en su “aquí”.

Así es como Pablo ha llegado a China, más aún, a Chongqing. Fue un viaje de siete años, que comenzó cuando desistió de aprender inglés para estudiar chino. “Siempre estuve interesado en aprender otras cosas, diferentes”, dice su cabra interior. En medio de una clase de 80 adultos, estaba él, con sólo 13 años. Y cuando sólo terminaron diez, él seguía entre ellos. En realidad estaba adelante, con el mejor promedio que le valió la beca para ir a aprender a China.

“Tuve la mejor profesora de idioma chino de Argentina y me atrevo a decir del mundo, la profesora Liao, o Shaina en español”, recuerda. “Gracias a ella pudimos aprender el idioma, pero también conocimos China y su cultura, no sólo en el sentido de arte y patrimonio, sino la forma de vivir. Nos demostró que con esfuerzo y trabajo duro todo se puede lograr en la vida. Con ella crecí como persona”.

Volvió a Rosario y apenas terminó una carrera universitaria, regresó a Chongqing, donde cursó en la Universidad del Sudoeste una maestría en administración de empresas con especialización en comercio exterior.

Chongqing

“La ciudad de las montañas y las nubes”, Chongqing, donde vive, le resulta “fascinante, con tanta gente como en toda Argentina, en un territorio similar al de la provincia de Santa Fe. Creció rápidamente, de la mano del desarrollo del país. El gobierno la eligió para que fuera insignia del interior de China. Aquí empieza la Nueva Ruta de la Seda hacia Europa”. Advierte que “visitando sólo Beijing, Shanghai, Guangzhou o Shenzhen no se conoce ni un poco de lo grande de este país y cuantas otras realidades existen”.

Admite que tener un título expedido por China lo ha ayudado a que el Gobierno le permita quedarse a trabajar. Se entiende con los chinos porque “soy una persona adaptable, tengo paciencia, trato de entender al otro y así llegar a acuerdos y cooperar. Lo mejor de la convivencia es que aquí me he sentido bienvenido siempre”.

Argentino multitasking

Pablo es multitasking en China. En la universidad donde se graduó dicta la materia Español de Negocios, Administración y Cultura Extranjera, es asesor del Centro de Cooperación Internacional de Chongqing, es el responsable de los proveedores chinos para una empresa argentina de insumos de odontología. También es miembro de Rotary Club local, que trabaja en proyectos relacionados con niños cuyos padres viajan a otras ciudades a trabajar y dejan a cargo de sus abuelos. Finalmente, con su pareja consolidan la consultora FPG Solutions, para quienes buscan hacer negocios con China, “desde una simple búsqueda de productos hasta gestionar una línea de proveedores con seguimiento continuo de compras y auditoria de órdenes”. La mayoría de sus clientes son argentinos.

Consejos

Como consultor, recomienda a las empresas “que vengan a China con la mente abierta. Mi experiencia me indica que es necesario que dejen caer muchos prejuicios. Podemos encontrar puntos de coincidencia siempre y cuando tengamos nuestra mente abierta a conocer y explorar”.

Como joven que se ha animado a vivir del otro lado del planeta le dice a los argentinos que sueñan con ir a China que “no pierdan ni un solo día y emprendan el viaje. Es lejos, es diferente y puede ser difícil, pero esto nos forma como personas y conocer China es abrir los ojos a otro tipo de experiencias. Sólo estando aquí se puede entender, y cuando se aprenda, quedará grabado en la mente y en el alma por siempre”.

Categorías: Comunidad

PUBLICAR COMENTARIOS