Kreckler: “Abriré un nuevo consulado en Sichuan o Chongqing”

30 abril, 2020

A dos días de ser oficializado nuevo embajador argentino en Beijing, Luis María Kreckler dijo en exclusiva a DangDai que abrirá un nuevo consulado en el centro geográfico chino, que habrá más vínculos regionales, provinciales y municipales y que se reactivarán instancias subutilizadas estos años como la Comisión Binacional Permanente o los Consejos mixtos público-privados.



Ex embajador en Suiza, hasta abril de este mismo año, y antes de Brasil, además de otros cargos, en la misma semana que su designación fue formalizada en el Boletín Oficial dijo a este medio que su trabajo será “acercar aún más las relaciones bilaterales”, que “tienen 40 años de historia y que “se jerarquizaron desde el viaje del presidente Néstor Kirchner en 2004”. ¿Cómo acercarlas más? Por ejemplo, dijo, “Argentina y China poseen más de 30 mecanismos de consulta bilaterales, que han estado subutilizados en los últimos años. En el caso de la Comisión Binacional Permanente con China, no se reúne hace tres años”. También se abrirá un nuevo consulado en el pujante centro geográfico del país asiático.

Kreckler ha viajado varias veces a China. Cuando Cristina Fernández de Kirchner elevó la asociación firmada por su esposo y Hu Jintao a una de tipo Estratégica Integral, en 2010 y 2011, él era secretario de Comercio y Relaciones Económicas y participó de los viajes y de muchas reuniones al más alto nivel. “Nuestras relaciones se han basado en la confianza, el respeto y el beneficio mutuo, evidenciado en la cooperación y coordinación que ambos países ejercen en distintos ámbitos de sus relaciones bilaterales. La prueba más reciente de la excelente relación de amistad que existe entre nuestros países se puede observar en la cooperación binacional en la lucha contra el Covid-19. Desde el inicio de la pandemia, los presidentes Alberto Fernández y Xi Jinping mantuvieron intercambios con expresiones de apoyo mutuo para la cooperación en el marco de la emergencia sanitaria global, lo que se ve evidenciado en los distintos vuelos de Aerolíneas Argentinas a la República Popular China a fin de transportar insumos médicos que son de carácter vital para nuestro país”.

-¿Cree que en la política exterior argentina China ocupa el lugar correcto?

-La emergencia de China como actor global es indiscutida, y para la Argentina ello no es un dato desapercibido. Si bien contamos con una tradición atlántica vinculada sobre todo a Estados Unidos y Europa, desde el retorno de la democracia la mayoría de nuestros presidentes visitaron argentinos han visitado la República Popular China, lo que demuestra la importancia que nuestro país otorga a China. Hoy hay una dinámica interrelación entre diferentes actores de ambos países que se desarrolla en distintos niveles. Gracias al trabajo que los diferentes actores de ambos países llevan a cabo, tanto a nivel gubernamental, empresarial, educativo, deportivo y cultural, se ha logrado profundizar el conocimiento y la confianza mutua entre los dos pueblos.

Sin embargo, considero que aún queda mucho trabajo por hacer. Al haber estado en varias ocasiones en China, entiendo la importancia fundamental de visitar al gigante asiático, cultivar las relaciones, hacer amigos, y resistir al jetlag. La China del siglo XXI reviste una importancia vital para el espectro internacional, y nos ofrece oportunidades únicas para nuestro desarrollo que debemos tener la inteligencia necesaria de saber aprovechar, siempre en un marco de beneficio y respeto mutuo. Sin embargo, todavía hoy las múltiples distancias entre ambas naciones, tanto geográficas, culturales, idiomáticas, como temporales (11hs de diferencia), nos presenta el desafío de acercar a los dos países. Mi trabajo es acercarlas aún más.

Según Kreckler, la treintena de mecanismos de consulta bilaterales subutilizados en los últimos años pueden resultar “un poco abstractos, pero se trata de instancias donde ambos países analizan los principales temas de la relación bilateral, se discuten problemas, se proponen soluciones. Adicionalmente, se discute como cada país percibe temas de relevancia global. Cultivar ese diálogo con uno de los principales actores globales de nuestro tiempo es fundamental”. Al mismo tiempo, destaca que las provincias y municipios de Argentina “mantienen distintos grados de relacionamiento y abordaje que podrían potenciarse casi de manera inmediata en una acción coordinada con la Cancillería y otros Ministerios”.

Una de las herramientas que existían hasta hace pocos años era, dice, “el desarrollo de Consejos Empresariales Binacionales y el desenvolvimiento de Comisiones Mixtas Económico Comerciales, a fin de tratar flujos de comercio e inversiones internacionales a partir de las propuestas desarrolladas en el marco de dichos Consejos, con participación de los principales sectores privados y públicos”. Ahí habrá tarea para impulsar desde Beijing.

– ¿Cómo deberían ser las relaciones con China que convengan a los argentinos?

– Preguntado así, parece como si actualmente no fuera conveniente. Al contrario, se trata de economías complementarias con amplias potencialidades de continuar creciendo en las próximas décadas. Claramente, existen desafíos en el camino, como agregar valor a nuestras exportaciones, ganar acceso a mercados, entre otras.

Pero ¿atienden las condiciones de desarrollo particulares de cada país?

-Eso es lo importante,sin condicionantes, basado en la confianza, el respecto y la ganancia de ambos. Hoy China ofrece muchísimas oportunidades, el desafío de nuestro país es saber aprovecharlas. Ellos siempre utilizan un concepto absorbido de Occidente: “ganar-ganar”. Es decir, una relación en donde cada una de las partes evalúe qué necesitaría del resultado de esa negociación, tratando de llegar a un resultado mutuamente beneficioso. Nos corresponde a nosotros establecer, con mucha inteligencia, qué es lo que necesitamos de China. China se ha mostrado siempre muy dispuesta a ayudarnos.

-¿Cuando llegue a Beijing, cuáles serán sus principales objetivos?

-Hasta el momento, existe una perspectiva que piensa y ve a China como un continente, sin matices, un mercado de 1.400 millones de habitantes… La realidad es mucho más compleja y requiere una aproximación mucho más específica y diferenciada. Las distintas regiones y provincias poseen características culturales, gustos, tradiciones y hasta dialectos particulares que hacen necesario la importancia de no solamente conocerlas, sino además de traducirlas para que sea comprensible y útil para los argentinos. Asimismo buscaré incrementar las inversiones chinas en nuestro país. Ellos se muestran dispuestos a evaluar cualquier tipo de propuesta que presentemos, resulta fundamental. Y ahí también entran las economías regionales, las provincias y municipios. Una estrategia focalizada permite identificar, por un lado, áreas de cooperación en común. Y por otro, contar con mercados con escala más reducida que permita a las Pymes argentinas, con el asesoramiento correspondiente, exportar determinados productos a China. La apertura de un Consulado en el Centro de China se enmarca en esta idea.

-¿Algo especial para cooperación en áreas como la educativa y en ciencia y tecnología?

-Por supuesto,  ofrecen oportunidades claves para el desarrollo de ambos países. Por ejemplo, China posee varios programas de investigación de posgrado pagos para científicos argentinos. Nuestro país, al igual que China posee recursos humanos altamente formados, entonces la sinergia que puede producirse entre ambos países en el ámbito de la investigación es inmensa. Y en el ámbito educativo, uno de mis proyectos es ampliar los intercambios entre ambos países. Veo de vital importancia formar cada vez más argentinos que conozcan el idioma chino y su cultura.

-¿Cómo será su estrategia de acompañamiento de las empresas argentinas que ya trabajan o que aspiran a trabajar con China?

-Como lo hice en 2010 y 2011 en aquel cargo en Cancillería, buscaré acompañar a las empresas argentinas que tienen vocación de crecer y llegar a nuevos mercados. China constituye un gran desafío: no sólo por la particularidad del mercado y la lejanía, sino también la barrera idiomática, tienden a ser los principales obstáculos a la hora de desembarcar en el mercado asiático. La Embajada en Beijing buscará ayudarlas a superar esas barreras, asistirlas en su participación en ferias, exposiciones y eventos de promoción que permitan posicionar los productos argentinos en el mercado chino.

– ¿Qué rol jugarán los hubs logísticos de las zonas de libre comercio?

-Son una de las tantas iniciativas que estamos explorando. Si bien brindan una solución al corto plazo de productos típicos específicos (como carne, mariscos y vino), no permiten el posicionamiento de productos no tradicionales y de los cuales Argentina tiene gran potencial de exportación (como lácteos, frutas frescas y aceites). Los tres hubs abiertos hasta ahora en ciudades costeras han tenido resultados dispares. Debemos avanzar. Pensemos que un contenedor demora entre 40 y 45 días en llegar desde Argentina a Asia. Un comprador chino no puede esperar ese tiempo en recibir el producto, por lo que es necesario pensar en otras maneras alternativas de superar los problemas logísticos. Debemos enfocarnos en diversificar la oferta exportable argentina, al tiempo que brindamos una solución a la gran distancia que separa a ambos países.

-¿Tiene planes para el turismo?

-China es el principal emisor de turismo a nivel mundial, en cantidad y en nivel de gasto en el extranjero. Nuestra promoción debe contemplar la esfera regional. Un ciudadano chino que cruza el mundo para visitar Argentina, posiblemente también esté interesado en conocer otro país de la región junto con el nuestro. Nuestro proyecto es explorar directamente con el Gobierno chino las posibilidades que nos ofrecen los grandes hubs que actúan como nexo en los vuelos entre China y nuestro país e identificar y promover oportunidades para multiplicar las rutas aéreas que nos unen.  Las escalas pueden ofrecer una experiencia más atrayente para el turista potencial. Para los chinos que vienen, debemos mejorar la oferta en idioma, comidas, gustos. Y sobre el nuestro que va, también queremos fomentarlo para que vivan la fascinante experiencia china, reveladora de este nuevo mundo que se está construyendo minuto a minuto. Es un viaje de ida y vuelta.

-¿Y en cuanto al intercambio cultural?

-Tiene múltiples aristas. El tango ha hecho su propio camino en la cultura china, como en otros lugares de Asia. Es  fundamental que la cultura argentina a través de sus múltiples producciones comience también a pensar en China. Esto es, crear material específico para el público chino ansioso de recibir la más alta calidad de producciones y explorar las opciones de asociación para la producción. No me voy a cansar de subrayar esto en todas las esferas de nuestra relación: el sector público y el sector privado de Argentina debe pensar en creaciones específicas para China. El cine, la música, la gastronomía, la literatura, son muchos los campos a explorar más.

-Antes mencionó la necesidad de tener un nuevo consulado en China. ¿Está avanzada esa idea?

-Hasta ahora nuestros consulados están en la costa (Shanghai, Hong Kong, Guangzhou). El relacionamiento con Sichuan y Chongqing constituye un espacio diferente a las zonas tradicionales/históricas de relacionamiento de Argentina con China, que están fuertemente concentradas en la zona costera y sur, el eje Beijing-Shanghai-Guangzhou. Debemos avanzar a la China profunda, que nos espera con múltiples oportunidades para explorar. Es una región de importante base industrial para la industria electrónica, automotriz, de aviación, aeroespacial, de nuevas energías, entre otras. Por dar sólo algunos datos, el comercio exterior de la provincia de Sichuan (86.500 millones de dólares en 2018) se asemeja al total de Nueza Zelandia, y sus importaciones totales superaron la suma de las de Paraguay, El Salvador y Bolivia, o son 4 veces las compras exteriores totales de Uruguay. En cuanto al municipio de Chongqing tiene cifras similares y comercia lo mismo que Marruecos. Sus importaciones totales fueron superiores a la suma importada en 2018 por Bolivia, Uruguay y Nicaragua al mismo tiempo. Por eso esta decisión del nuevo consulado es una oportunidad estratégica para la Argentina.

-Se habla muchas veces de que Argentina restringe visas a chinos. ¿Cambiarán esas políticas?

No existe tal cosa. Al contrario, en los últimos años se fueron estableciendo diversos mecanismos de facilitación de visas que beneficiaron en gran medida la llegada de ciudadanos chinos a nuestro país en viajes de turismo y negocios, y que al mismo tiempo han facilitado el ingreso de ciudadanos argentinos a China. Lejos del prejuicio social, es claro que la inmigración china ha enriquecido nuestro país y nos ha acercado a oriente. En el caso específico de la comunidad china en Argentina, éstos han sido los principales impulsores de nuestra relación comercial. De todos modos, iremos tendiendo hacia la simplificación de los trámites e, incluso, su potencial eliminación. Para ello va a ser necesario la estrecha colaboración de las autoridades chinas en la identificación de obstáculos y la superación de inconvenientes que estoy seguro serán menores frente a las inmensas oportunidades que tenemos frente a nosotros.

(La entrevista completa a Kreckler aparecerá también en la edición de este otoño de la revista DangDai)



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