Territorio y derechos humanos
La politóloga y magíster en Derechos Humanos y Democracia por la Universidad Nacional de San Martín Paule Decrop recorre en este artículo para Dang Dai diversas claves de la política china en base a su institucionalidad territorial, las migraciones en el clivaje ciudad-campo y el concepto de derechos humanos en el país asiático.
–Por Paule Decrop
La República Popular de China
Para introducirnos en estos temas podríamos citar a Robert Cox, gran teórico de las relaciones internacionales, que presidio la OIT en sus años claves durante la Guerra Fría. El internacionalista subrayó que un Estado no puede consolidarse si no entiende sus fuerzas sociales, lo que lo le llevará a decir que la calidad de esta relación determina su fuerza. Y por otra parte, agrega que 1) las interacciones entre los Estados miembros del Sistema internacional (SI)son los productos de sus contextualizaciones, y 2) para comprender los movimientos en el SI debemos desmenuzar las realidades internas de los Estados. En especial de aquellos que más imprimen los rumbos del movimiento mundial y nos condicionan.
En el caso de China, podemos agregar que la esfera política es quien determina el lecho que moldea las praxis económicas y comerciales del país. El poder económico, financiero y las políticas afines son los resultados de las direcciones políticas elegidas. Lo contrario de lo que se supone en Occidente.
En este sentido, tendríamos que estudiar la organización política y las relaciones de fuerzas nacionales. Ya que diagnosticar las fuerzas sociales es la condición sine qua non para comprender los objetivos, las necesidades y las proyecciones en el SI, las cuales recalan en nuestra actualidad.
• La Constitución (la cual no es letra muerta en China), en su Artículo 3 subraya: Los órganos ejecutivos, judiciales y fiscalizadores del Estado emanan de las asambleas populares, responden ante ellas y se someten a su supervisión. Según mi experiencia, ello es absolutamente cierto. Se aplica a rajatabla esta mecánica para determinar las políticas públicas y en consecuencia los planes quinquenales que emite el gobierno.
• La división de atribuciones entre los organismos centrales y los locales en el Estado se realiza con sujeción al principio de que las autoridades locales pongan en pleno juego sus iniciativas y actividades bajo la dirección unificada de las autoridades centrales. En este sentido, en el Artículo 30 se precisa que las divisiones administrativas de la República Popular China son las siguientes:
• 1) Todo el país se divide en provincias, regiones autónomas y municipios directamente subordinados al Poder central; 2) Cada provincia o región autónoma se divide, a su vez, en prefecturas autónomas, distritos autónomos y municipios autónomos; y 3) Cada distrito o distrito autónomo se divide, a su vez, en cantones, cantones de minorías nacionales y poblados.
• Los municipios directamente subordinados al Poder central y las ciudades de considerable tamaño se dividen en distritos urbanos y distritos rurales; Por su lado, las prefecturas autónomas contienen distritos, distritos autónomos y municipios.
• Las regiones autónomas, las prefecturas autónomas y los distritos autónomos son zonas de autonomía nacional.
Actualmente en China se registran 155 regiones autónomas, y entre ellas, 5 áreas autónomas, 30 prefecturas autónomas y 120 distritos autónomos. Así, la mecánica general se construye de sub sistemas, que poseen un rol en la dirección y el andar nacional. A su vez cada subsistema tiene interacciones con los demás subsistemas y remonta en el desarrollo general de la conducción central. La adecuación del gobierno central probaría esta organización, ya que ante los perpetuos movimientos y transformaciones nacionales sigue realizándose con éxitos.
• El tema de los derechos humanos en China es materia a muchas declaraciones. Pero en principio habría que definir qué son los derechos humanos. Y viendo las actualidades políticas en la Republica Popular, deja muchos interrogantes. Pero también podríamos recordar que en 1949 la esperanza de vida en China se estimaba entre los 32/35 años, cuando en 2017 llegaba a 76 años. Aquello implicó efectivamente un crecimiento estrafalario de la población, con más necesidades y más exigencias sustentadas no solamente en su demografía, sino también en las exigencias crecientes de una población instruida (el programa educativo en China es uno de los más exitosos en el mundo). Las cifras del desempleo en la República Popular China es del 4,8%, considerando que su población es de 1.390.080.000 personas, cuando en el total de América Latina se registra casi menos de la mitad en términos poblacional (606 millones de personas) y un 9% de tasa de desempleo promedio. Así también, tendríamos que recordar que en tan sólo en sesena años China pasó de ser un Estado feudal a ocupar la posición de tercera potencia mundial.
Sin embargo, igualmente, deberíamos considerar varias aristas que complejizaron la marcha de la mecánica general del gigante asiático y anotaron múltiples problemas en mantener su realización.
Tal es el caso de la liberación de la migración interna, que desarrolló otras necesidades, un jaqueo de las infraestructuras en las ciudades, impuso problemas habitacionales y accesos a los servicios públicos, generó nuevas necesidades sociales, así como reconfiguraciones de los sistemas de empleos. Por otra parte, las propiedades de tipo ejidales de las provincias, buscando desarrollarse, fomentaron el comercio de las tierras, elevaron sus valores y contradijeron el acceso a la vivienda.
Simultáneamente el desarrollo industrial y la dureza de la vida en las provincias más alejadas de los centros o núcleos más ricos de la nación constituyeron también factores de la migración interna del campo a la ciudad, en tanto la urbanización azotó a la armonía territorial. Pero además recaló en el problema del cuidado del medio ambiente, el cual se retroalimentó, por todas estos motivos (entre varios otros factores), del desarrollo de la población y de la urbanización. Sumando aquellos ítems interviene otro meridiano que radica en el envejecimiento de la población. Recordando que para el área “Región Asia-Pacífico” globalmente, se prevé que el número de personas de 80 años o más, estimada en unos 137 millones el año pasado, se triplicará a 425 millones en 2050. Para el año 2100 se estima que ya aumente a 909 millones, casi siete veces su valor en 2017.
El porcentaje de chinos arriba de la edad de retiro se estima del 39 % de la población total en el 2050. Y se considera que la población urbana alcanzará 1.000 millones de almas para 2030.
• Con todo esto, China sigue manteniendo una estabilidad de su tasa de desempleo y hasta un leve retroceso. Además sigue escalando en el ranking de las potencias mundial. Esto se debe al trabajo y la responsabilidad del funcionamiento de cada sub sistema, que permite esta adecuación de la mecánica general. Y como lo vemos, funciona exitosamente. Por lo que debemos definir qué son los derechos humanos, considerar los fundamentales y contextualizándonos entender los próximos que el país se propone perseguir.
• Como diría Cox, todas estas comprensiones dejan entrever las necesidades y los objetivos que se plasman en el Sistema Internacional. Ergo, no estudiar la organización política antes de elaborar las interrelaciones comerciales y socio culturales, podría, según Cox, constituir un anacronismo.
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