El jueves murió el escritor argentino Alberto Laiseca, uno de tantos artistas locales que en algún momento se sintieron fascinados por China. En su caso, con un trabajo que quedó condensado en Poemas chinos, donde aborda la textura de las palabras desde la dimensión de lo apócrifo. Lo inició, acaso, tras su lectura de Sabiduría china, de Lin Yutang, escritor, filólogo y traductor del siglo XX. Federico Von Baumbach, colaborador de Dang Dai, lo entrevistó al respecto para el número 8 de nuestra revista. Laiseca señaló: “Es imposible leer el libro del Tao, con toda atención varias veces, sin volverse uno también bastante chino”. En su homenaje, reproducimos aquí ese artículo.