El Conicet y Sociales de la UBA buscan más lazos académicos

11 agosto, 2016

La Universidad de Buenos Aires tiene 7 acuerdos con pares chinas y el Conicet, 1 convenio en ejecución con la Universidad de Shanghai (SHU), entre otros esfuerzos de académicos de Argentina. Pero el campo a recorrer es potencialmente tan vasto que parece algo totalmente insuficiente. En una actividad que organizaron el CEIL/Conicet, la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA y el Instituto Gino Germani se habló de este déficit pero también hubo propuestas sobre cómo superarlo y un repaso de lo hecho hasta ahora.


Fue ayer con apertura de la Secretaría de Estudios Avanzados de esa Facultad, su decano Glenn Postosky, el profesor Fortunato Mallimaci -quien contó los acuerdos con Shanghai- y la directora del Germani y de la “Cátedra China, Corea del Sur y Japón” Carolina Mera.

Autoridades de la SHU enviaron una carta al evento donde auspiciaron más y mejores relaciones con la UBA (todos los conferencistas insistieron en la predisposición china para materializar más acuerdos con una de las universidades más prestigiosas de América Latina), más “cooperación Sur-Sur” y la concreción del “sueño chino” y del “sueño latinoamericano” por un mundo más multipolar.

Postosky dijo que Sociales es una “Facultad de puertas abiertas” y alentó a abrirse de mayor grado a los vínculos con China. Ubicó el salto de la relación bilateral durante el ciclo político 2003-15 y eslabonó distintos hitos de ese fuerte vínculo que tiene un correlato con lo académico, aunque mucho menor que el auge de los lazos económicos.

Mallimaci contó que originalmente fue invitado a China por sus estudios de religión y cultura, tema que interesaba e interesa mucho en China, pero que luego ese intercambio derivó en los acuerdos entre el CEIL/Conicet y la SHU por el cual ya hubo experiencias compartidas de alumnos y profesores, seminarios conjuntos, becas, Summer School y, entre otras iniciativas, un Congreso Internacional de Estudios sobre la Guerra Fría en América Latina que se hará en Shanghai en noviembre de este año, con invitación a académicos de Argentina y Latinoamérica. Los desafíos, dijo el sociólogo, pasan por los recursos que China tienen en mucha mayor medida, el acceso a bibliografía actual y de traducción directa y seleccionada y la posibilidad de hacer también intercambios virtuales. En tanto, numerosos becarios del Conicet o doctorandos y académicos chinos de la SHU (desde la visita del doctor Guo Changgang a Buenos Aires, primera en concretarse) han viajado entre Argentina y China desde 2013 hasta la actualidad. Algunos estaban presentes ayer en la actividad. Mallimaci también detalló las actividades de la SHU, con un campus de primer nivel e importantes estudios en ciencias duras y tecnología pero también crecientemente en sociales, alentando a los becarios argentinos a interesarse por ella.

Mera finalmente recorrió los puntos que Sociales y el Germani vinieron haciendo en la relación con China y Asia oriental y planteó las trabas que se han visto en estos años para mejorar el conocimiento: la visión eurocéntrica que prevaleció tradicionalmente, la falta de conocimiento de las bases filosóficas, culturales o religiosas de Asia en todos los niveles educativos, los mitos y prejuicios que se derivan de ello y la necesidad de complejizar más el concepto “nosotros – ellos” en los debates sobre nuestra propia identidad.

Dijo que dado el nivel de relaciones bilaterales, es “poco, marginal” lo que hace la academia argentina. “En los medios sí hay más discusión, pero en general es sesgada, superflua e incluso sin asidero”, como cuando se discutieron los convenios bilaterales entre Argentina y China a fines del gobierno de Cristina Kirchner -de quien ponderó, como excepción, su acertada visión de la importancia de profundizar y mejorar el vínculo estratégico con China.

Todos los panelistas coincidieron en que hace falta capacitar más académicos, más recursos, más compromiso en abordar temáticas chinas (por ejemplo estudios comparados, regionalismo, inmigraciones, entre otros) y mejor acceso a bibliografía y a traducciones directas de pensadores chinos que puedan interesar específicamente a Argentina, sin el tamiz de traducciones de terceras lenguas que además seleccionan primero lo que a ellas les interesa.

Categorías: Educación

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