Lección de mandarín por TV

25 mayo, 2015

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El programa de tv Chino Básico se estrenó en 2014 en Argentina y es verdaderamente pionero en ese medio de comunicación. En esta nota de la revista Dang Dai número 12, de reciente aparición, sus responsables cuentan la idea y el éxito alcanzado hasta ahora.

Por Marcela Fernández Vidal

“Es el primer programa chino de la televisión argentina y su objetivo más amplio es difundir la cultura china de manera didáctica y sencilla como para entusiasmar a un público masivo. Queremos acercarse no sólo al idioma, sino también a todos los aspectos que hacen a una cultura que se ha sido enriquecida por experiencias y saberes que datan de hace cinco mil años”. Tal es la síntesis que esbozan los responsables del programa Chino Básico, que comenzó el año pasado en la señal de cable Metro y va por su segunda temporada en 2015.


Uno de ellos es Carlos Lin, licenciado en Comunicación Social y locutor profesional, co-conductor junto a Carola Hsu de este programa que se emite los domingos por la tarde, con repeticiones los sábados y jueves. Durante el verano el canal puso al aire un compilado con lo mejor de la primera temporada. Y el domingo 19 arrancó la actual. La producción está a cargo de Muralla dorada, productora de difusión cultural china dirigida por Juan Huang y Ana Chen.  Los guiones y libretos son elaborados por la profesora Liliana Ku.  La producción general corresponde a Carola Wen, con la asistencia de David Ji. Y el director general del programa es Gustavo Lutteral. 

Chino Básico está estructura en tres bloques. El primero se centra el idioma chino mandarín, con una metodología de enseñanza que plantea situaciones concretas, como por ejemplo una visita a Beijing o la compra en un supermercado. Otro bloque trata de temas de cultura general donde a través de un cuento o refrán popular se intenta transmitir el sustento ideológico de la cultura que se apoya esencialmente en la fecunda imbricación de tres grandes corrientes de pensamiento: el confucionismo, el taoísmo y el budismo. Y finalmente, la comida también como sello distintivo de esa sociedad, pero haciendo hincapié no en las recetas, sino en los nombres y los orígenes de los diferentes platos.

Probablemente sea el único programa en su tipo de toda Latinoamérica. Si bien hay muchos cursos de idioma chino on line que utilizan un formato simple, con una cámara que enfoca un pizarrón y un docente que imparte las clases, éste se destaca por el cuidado estético de la puesta en escena, la charla amena y el ingrediente destacado de tener a dos conductores, uno locutor y la otra docente, que, además, hablan en perfecto español rioplatense aunque su aspecto físico es oriental y manejan el chino como su segunda lengua. 

“Tenemos en claro que somos un programa de tv, no somos ni un instituto, ni un colegio ni una universidad. Yo soy conductor –dice Carlos Lin-, pero quizás pueda transmitir más del idioma y la cultura que un profesor convencional que por ahí se queda en la técnica y no llega al público.  Pretendemos dar un argumento básico para que, por un lado, se despierte el bichito de aprender chino, y por el lado de la cultura, la idea es conocernos más para derribar prejuicios. Nosotros decimos: somos iguales, pero la única diferencia son los ojos”.

El locutor subraya que, por supuesto, hay diferencias culturales y trae a colación, por ejemplo, el gran respeto que se  guarda a los adultos mayores y a los padres en el mundo oriental. Y recalca que, en su caso particular, precisamente sus valores éticos y culturales tienen la impronta que su madre, Meng Yu Lin y su padre, Chan Shan Lin, supieron transmitirle.

El programa es visto a través de internet en Venezuela, Perú, Brasil, Estados Unidos y España, lo cual muestra su gran repercusión fuera de las fronteras nacionales. Además, el año pasado fue el segundo programa más visto de la señal Metro. Según las mediciones de audiencia llegaron a obtener un promedio de 0,45 puntos  lo que equivales a unas 45.000 personas. A esto hay que sumarle una cifra imprecisa de público que ve los videos del programa por internet.  

En lo que se refiere específicamente al aprendizaje del idioma, las mayores dificultades radican en tres elementos: la gran variedad de tonos que se utilizan en la lengua hablada que puede, por ejemplo, marcar la diferencia entre decir “caballo” o “mamá”. Por otra parte, la estructura gramatical, que es muy diferente, y la adquisición de vocabulario. Ambas cuestiones requieren un uso intensivo de la memorización. Y se agrega como dificultad la escritura con ideogramas. Quizás lo más fácil sea el hecho de que en el idioma chino no hay conjugaciones verbales, dice Lin. El tiempo se señala con el agregado de circunstanciales o construcciones temporales.  Es habitual que un hablante chino que sabe algo de español diga, por ejemplo, “ayer correr por el parque” u “hoy salir a la calle” lo cual manifiesta que está trasladando la gramática de su idioma al español. En su diálogo con Dang Dai, el locutor ofrece sin darse cuenta una clase de chino básico.

 Mirando hacia el futuro, el gran desafío que se propone el equipo que realiza el programa es idear una dinámica que les permita perdurar en el tiempo. Y la constante renovación e incorporación de público los lleva buscar la manera de no complejizar tanto el material para ir sumando seguidores. 

Nota: Chino Básico va por Metro los domingos a las 14.30 hs y repite los sábados a las 15.30 y los jueves a las 0.30.

Categorías: Educación

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