En Australia, en la reunión del G20, el ministro de Economía, Axel Kicillof, mantuvo una reunión bilateral con la delegación china encabezada por el presidente chino Xi JInping y otros  representantes de la República Popular (también de la Federación Rusa) con el objetivo de una mayor cooperación económica y financiera y para acelerar el avance de las obras de infraestructura en el país. Kicillof encabezó la misión argentino junto con el canciller Héctor Timerman (quien mantuvo bilaterales con sus pares de Turquía e Indonesia) dada la ausencia de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner por razones de salud.

Kicillof y los funcionarios chinos revisaron los contratos de inversión en infraestructura por más de 7.000 millones de dólares firmados entre los dos países en julio, incluyendo la construcción de las represas Néstor Kirchner–Jorge Cepernic y la renovación de las vías, los coches y las locomotoras del ferrocarril Belgrano Cargas. También el swap de monedas por un total de 11.000 millones, de los cuales reciente han sido activados 814 para disponibilidad del Banco Central de la República Argentina, y se prevé que antes de fin de año se activará una segunda parte del mismo por un monto similar.

En la cumbre, Argentina planteó el tema de los fondos buitres, en el cual recibió el apoyo de China y otros países para reformar la arquitectura financiera internacional.