Sucursal del Banco de Brasil en Shanghai
La inauguración de una sucursal del Banco de Brasil en Shanghai representa el establecimiento de la primera filial de la banca latinoamericana en China.
Como el mayor banco de América Latina, en calidad de agente del banco central de Brasil, el Banco de Brasil ha proporcionado servicios importantes para el comercio entre las empresas e instituciones financieras chinas y brasileñas durante la década pasada.
Con motivo del aniversario 40 del establecimiento de relaciones diplomáticas sino-brasileñas, el Banco de Brasil promovió su oficina en Shanghai a nivel de filial, acto que ampliará aún más el espacio para la cooperación financiera bilateral. Marcos Fonseca, presidente interino de la rama del banco brasileño en Shanghai, dijo que “no sólo se trata de la apertura de una agencia, sino que también queríamos trabajar con los bancos chinos, compartir la experiencia del sector financiero de Brasil y efectuar operaciones con ellos, a fin de ampliar aún más el espacio de cooperación financiera entre ambas partes.”
La creación de esta sucursal en China por parte del Banco de Brasil, es sólo una muestra de la cooperación financiera sino-latinoamericana. Durante los últimos años, a medida que las actividades de inversión entre China y América Latina se incrementaban, la cooperación en el campo de las finanzas se ha desarrollado de manera acelerada.
El Banco de Exportación e Importación de China y el Banco de Desarrollo de China, además de apoyar activamente a las empresas chinas que operan en el continente americano, han ofrecido gran cantidad de préstamos para la construcción de infraestructura en los países latinoamericanos.
Bancos de propiedad estatal de China tales como el Banco de China y el Banco de Industria y Comercio de China (ICBC, por sus siglas en inglés) han establecido sucursales en países latinoamericanos como Brasil y Argentina. Jiang Jianqing, presidente del ICBC, explica su estrategia en el mercado latinoamericano: “ICBC concede suma importancia a los mercados emergentes, como América Latina y África, que en su mayoría son países con un crecimiento económico de alta velocidad, tienen importantes volúmenes de comercio e inversión con China, mantienen una amistad tradicional con nuestro país y están dispuestos a trabajar estrechamente en los asuntos internacionales.”
Aparte de la creación de las filiales bancarias, el mayor logro de la cooperación financiera sino-latinoamericana, en los últimos años, reside en los acuerdos para el intercambio de monedas que suscribió el banco central de China con Brasil y Argentina, respectivamente.
Las empresas de los dos países latinoamericanos, al importar productos de China, pueden realizar la liquidación en RMB, en lugar de utilizar dólares como moneda intermediaria. A su vez, las empresas chinas cobran en RMB. De esta forma, se evitan riesgos y se reducirían los gastos que implica el cambio de moneda.
Un economista brasileño comentó que la firma de los acuerdos de intercambio de monedas sino-brasileños y sino-argentinos no sólo marcaban un paso innovador en la cooperación financiera, sino que también promoverían en gran medida el comercio y la cooperación económica bilaterales. “Es un acuerdo bilateral de suma relevancia. Desde la perspectiva de evitar los riesgos del cambio de moneda, sirve para proteger las actividades comerciales e impulsar el comercio bilateral. En el futuro ese modelo puede extenderse a otras regiones, incluso a otros países del BRICS.”
Actualmente, China es el segundo socio comercial y uno de los mayores inversores de América Latina, mientras que ésta ya se ha convertido en la región con crecimiento más acelerado en cuanto a exportaciones a China.
El profesor Xu Shicheng, investigador del Instituto de América Latina de la Academia de Ciencias Sociales de China, dijo que con la profundización de las relaciones comerciales entre China y América Latina, la cooperación financiera disfrutará de un espacio más amplio. “En el futuro, dijo Xu, además de instalar mas oficinas y filiales bancarias, es probable que otras instituciones financieras, como empresas inversoras, también abran sucursales en el territorio de la otra parte. Además, para evitar pagar en dólares, firmaremos acuerdos de intercambio de monedas con más países latinoamericanos. Cabe añadir que, China y Venezuela ya han creado un fondo conjunto de inversión, experiencia que puede ser extendida a otros países de la región en el futuro.”
La nota en CRI
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