Consorcio argentino-chino, en carrera por las represas de Santa Cruz

12 junio, 2013

Ayer fueron seleccionados los cuatro proyectos finalistas que licitaron para construir las represas hidroeléctricas “Néstor Kirchner” y “Jorge Cepernic”, en la provincia de Santa Cruz. El más económico resultó el presentado por la UTE (Unión de Empresas Transitorias) conformada por Electroingeniería SA, China Gezhouba Group Company Lt. e Hidrocuyo SA: 18.847 millones de pesos. La cifra original era de 22.948 milllones, pero aplicó un descuento de 17,4%, con un precio de 6,01 dólares por megavatio hora (mvh) de energía producida y 5.803 millones de pesos en concepto de gravámenes, y financiamiento por 121% del total de la obra. Ningún proyecto podía presentar menos de 30% en concepto de industria nacional argentina y garantizar 6.900 puestos de trabajo.


Los sobres fueron abiertos por el ministro de Planificación, Julio De Vido. La la UTE integrada por Odebrecht y Alstom Brasil Energía y Transporte, ambas brasileñas, junto con el grupo argentino Pescarmona, ofertó 23.992 millones de peesos, a 6 dólares el mvh, con 6.338 millones de pesos de impuestos y 100% de financiamiento.  Otra oferta correspondió al grupo conformado por Sinohydro (de China), Iecsa, Austral Construcciones (ligada al empresario Lázaro Báez), Chediak y Esuco, por un monto de 20.480 millones, a 17,64 dólares el mvh, impuestos por $ 8.300 millones y financiamiento equivalente al 112% del total proyectado. El último grupo que presentó su oferta esta integrado por las firmas Panedile, Isolux, Eleprint, Helport, Powert Machine, Inter Rao e Hidroeléctrica Ameghino, por un valor global de 21.818 millones, a 9,65 dólares el mvh, 5.384 millones en gravámenes y financiamiento equivalente al 106%.

El valor global máximo de las ofertas presentadas en la licitación no podía superar los 24.358 millones, el porcentaje de financiamiento no ser menor a 50%, incluir un mínimo de 30% de industria nacional, establecer el plazo total de su devolución y si era con algún periodo de gracia, además de garantizar 6.900 puestos de trabajo y tener listas las represas en 66 meses, es decir, cinco años y medio.

“A partir de ahora, las empresas tendrán tres días para presentar objeciones al resto de las ofertas”, indicó el secretario de Obras Públicas, José López, quien señaló que “una comisión evaluadora, conformada por representantes de las áreas Obras Públicas, Energía, Recursos Hídricos, todas del Ministerio de Planificación, más el Ministerio de Economía y Cammesa (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico), se encargará de analizar las presentaciones efectuadas”.

Y precisó que las cuestiones a tener en cuenta para esta comisión son “el valor global de la oferta, el porcentaje de financiamiento, la aceleración y el cronograma de desembolsos, si hay un plazo de gracia para que el Estado comience a devolver el dinero, el término total de la devolución, el costo completo del financiamiento, la participación de la industria nacional y la creación de puestos de trabajo”.

Detalló que “de las 16 empresas participantes en los cuatro consorcios, 11 son argentinas y el resto extranjeras”.

Las dos represas a construir aportarán 1.740 megavatios de potencia al Sistema Interconectado Nacional y demandarán una inversión de poco más de 24.000 millones de pesos: en las distintas UTE participan 11 empresas de Argentina, dos de China, una de Francia, una de Brasil y otra de España.

Esa potencia instalada convertiría al complejo Kirchner- Cepernic en el tercero más grande en el país, después de las existentes represas binacionales Yacyretá (de 3.200 mw) y Salto Grande (1.890 mw).

De Vido aprovechó para criticar a quienes manejaron la política energética en Argentina en la décaa del ’90 y hoy son cuestionadores del gobierno.  “Quienes hablan en materia energética hoy, fueron los funcionarios que llevaron a cabo las políticas que paralizaron obras como la central Atucha II y la represa Yacyretá”, djio.

Recordó que durante esa “década perdida” en el país “se construyeron nueve gasoductos para exportar, mientras el 50% de los argentinos no tenía para consumir y las industrias no tenían el insumo”, a lo que agregó que “se exportaba gas sobre base de reservas certificadas que eran truchas, que no existían como para generar ese proceso de exportación”.

“Cuando dicen que caen las reservas, en realidad lo que cae es la mentira”, sostuvo el ministro durante el acto celebrado en la sede del Palacio de Hacienda.

A esta instancia llegaron cuatro de los cinco consorcios que se presentaron a la calificación técnica, y ahora vendrá la etapa de evaluación de sus ofertas y la correspondiente elección del adjudicado. De Vido afirmó que “está cayendo la mentira de quienes hoy hablan de diversificación de la matriz energética y fueron los que llevaron a la paralización de la represa Yacyretá y la Central Atucha II”.

Categorías: Economía Empresas

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