El otro Quijote

11 junio, 2013

La versión china de Don Quijote, “El quijote de la Mancha“ fue presentada por su director, Meng Jinghui, en la 34ª edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, España. La obra fue  traducida por Dong Yansheng y adaptada por Kang He. “Don Quijote pertenece al mundo, ya que se ha convertido en un símbolo, como lo son Mao Zedong y el Che Guevara”, destacó Meng.


Meng Jinghui ha sido responsable de producciones de teatro experimental en China. Sse caracteriza por la trasgresión, la mezcla de lenguajes y la incursión de las nuevas tecnologías en escena. En sus obras hay una tendencia a dar una vuelta a los clásicos, deconstruyéndolos en parodias satíricas.

En Almagro presentó “El quijote de la Mancha“  con la Compañía Nacional China de Teatro, grupo creado en 2001 sobre la base del Teatro Artístico Joven de China y de la Compañía Central de Teatro Experimental.

Hu Zhencai, uno de los encargados de la traducción de Don Quijote de la Mancha al mandarín, relató en una conferencia la odisea en la que se convirtió dicha obra. Una edición en chino antiguo, traducción de la edición inglesa, circuló en la década de 1920, pero Zhencai asegura que dicha edición no duró mucho. Futung Hua realizó una traducción de la primera parte en 1949 con relativo éxito, debido al poco interés gubernamental por las obras culturales foráneas. Pero Futung desconocía que había una segunda parte de la novela. Después de esto, se sacaron cerca de 18 ediciones, cuatro de las cuales habrían estado completas.

El Gobierno encargó entonces la traducción de la primera parte de la obra a la intelectual Yiang Jia, quien debió aprender castellano para realizarla, labor que logró luego de 11 años. La primera edición, de marzo de 1978, alcanzó los 120.000 ejemplares.

En 1980, el pasaje de los molinos de viento se incluyó en los libros de texto, hecho que popularizó entre los escolares la obra de Cervantes, y en la década de los noventa, “El Quijote” se volvió lectura obligatoria en la primaria y luego en la secundaria.

Hu Zhencai, junto con seis colaboradores, emprendió la traducción al mandarín en 1991. Seis años más tarde completó su tarea, que dio como resultado una obra de ocho tomos con más de 3 millones de hanzi (caracteres chinos). El abnegado traductor afirma que “Cervantes es el padre de la novela moderna de todo el mundo, así como desarrolla un cuento dentro de otro cuento, juega con la seriedad y el humor como si fuera un juego de cajas chinas”.

Categorías: Cultura

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