Ministro Yauhar y la RPCh: mucho más que soja

25 mayo, 2013

En el número 6 de la revista Dang Dai, que acaba de aparecer, la nota de tapa es “La ruta de la soja”. El ministro de Agricultura, Ganadería y pesca argentino Norberto Yauhar escribe una columna de opinión sobre el potencial agrícola-ganadero y alimenticio ofrecido por Argentina a China. Es, dice, una “producción de excelencia”, por lo cual “el liderazgo argentino en la materia alimentaria supone asegurar la provisión en términos cuantitativos y cualitativos”. En ese marco,”el rol de China en el escenario internacional constituye sin dudas una oportunidad y un aliciente para mejorar nuestra actividad productiva”. El artículo repasa las últimas acciones del vínculo bilateral en el área de su cartera.

 


Una producción de excelencia

 

Por Norberto Yauhar, ministro argentino de Agricultura, Ganadería y Pesca, para Dang Dai.

La política que lleva adelante el gobierno de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner está decididamente dirigida a producir alimentos para contribuir a la seguridad alimentaria a escala planetaria, tal como explicita en el Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial. En este marco, Argentina se consolidó en los últimos años como proveedor de granos y sus derivados a la República Popular China -con un mercado interno de 1.450 millones de habitantes- y construyó una relación de cooperación estratégica con el gigante asiático que quedó plasmada en la firma de distintos Protocolos Sanitarios y Memorandos de Entendimiento.

El liderazgo argentino en la materia alimentaria supone asegurar la provisión en términos cuantitativos y cualitativos. En particular, el cultivo de soja, que es un producto reconocido y solicitado por su alto valor nutritivo, requiere de las ventajas competitivas con las que históricamente se destacó Argentina –fundamentalmente el acceso a la tierra y el agua- pero también, en este nuevo milenio signado por la sociedad del conocimiento, cumple con altos estándares de volumen y de calidad gracias la incorporación de los importantes avances que se registraron en materia de biotecnología, agricultura de precisión y el mejoramiento de la utilización de los suelos, así como de las formas cooperativistas de organización de la agricultura.

En el mes de febrero tuvimos la oportunidad de disertar en la IX Conferencia Mundial de Investigación en Soja (WSRC), que se realizó en el Centro Internacional de Convenciones de Durban, en Sudáfrica, donde participaron los principales representantes de la cadena sojera. Argentina fue recibida con especial interés por ser reconocida como un referente en la materia: entre otras intervenciones, destacamos la importancia de la siembra directa, que es una tecnología utilizada en el 90% de la producción del país y que procura un gran aporte en cuanto a sustentabilidad ambiental, un aspecto que consideramos prioritario. Además, Argentina está muy avanzada en genética aplicada: en los últimos años, fueron aprobados 29 eventos genéticos. Intacta RR2 del grupo Monsanto fue el último evento que logró este status. Su desarrollo llevó casi diez años de investigación y le permitirá al productor ahorrarse hasta tres aplicaciones de insecticida y aumentar su potencialidad de rendimiento.

En suma, el aumento excepcional de la productividad del agro argentino, que posicionó a nuestro país como el tercer productor mundial de soja, se explica por esfuerzos mancomunados por aplicar conocimiento, lo que moviliza una gran cantidad de recursos materiales y humanos. La incorporación de las semillas transgénicas y el cambio de los métodos de labranza a través de la siembra directa, todo esto al servicio de los productores, contribuyeron a alcanzar los 50 millones de toneladas de soja que produce nuestro campo.

El rol de China en el escenario internacional constituye sin dudas una oportunidad y un aliciente para mejorar nuestra actividad productiva. De aquí el trabajo conjunto con los organismos del gigante asiático, entre los que se destaca el reciente acuerdo en conformar un Plan de Trabajo que impulse la cooperación entre el AEG (Academia Estatal de Granos) china y nuestro INTA, en materia de almacenamiento post-cosecha, almacenamiento de granos y normatividad de calidad e inocuidad de granos y aceites, entre otros.

Sin embargo, es necesario tener presente que esta creciente relación con China no se limita a la exportación de la oleaginosa. Como resultado de políticas activas impulsadas por el Gobierno Nacional, el intercambio se diversifica y se incorporan productos con alto valor agregado. La exportación de aceite de soja, por ejemplo, creció un 70,1% en el 2012 con respecto al año anterior.

A fines del año pasado se liberó el primer embarque de maíz argentino, luego de que se aprobaran los análisis fitosanitarios y de control de eventos biotecnológicos por parte de China, tras la firma del Protocolo Fitosanitario entre ambos países suscripto en febrero de 2012. Y en el comienzo de este año, se concretó el envío de las primeras 110 toneladas de leche en polvo con fórmulas infantiles de la empresa SanCor.

Con el objetivo de profundizar este camino, en septiembre firmamos una carta de intención para instalar una Plataforma Comercial en la Zona Franca de Waigaojiao, Shangai, para el ingreso de productos agroalimentarios y la promoción de la imagen Alimentos Argentinos. Esto permitirá seguir diversificando las exportaciones agrícolas e industriales con acento en el agregado de valor, y promover el acceso de las PYMES nacionales al mercado chino. En la actualidad, desde el Ministerio de Agricultura llevamos adelante un proceso de negociación para el ingreso de ovoproductos, lácteos, carne bovina, pescados y mariscos, ostras vivas y alimentos para mascotas, entre otros. Entendemos que el éxito que tenemos hoy ofreciendo un producto de excelencia como la soja y sus derivados, nos abrió la puerta para construir una relación estratégica con esta potencia mundial y abrir un importantísimo mercado para una gama de productos que no deja de crecer.

Categorías: Contribuciones

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