Bekinschtein: China deberá seguir importando y Argentina, definir objetivos
Bekinschtein, en medio de los directores de Dang Dai.
El economista José Bekinschtein sostuvo ayer que, más allá de sus transformaciones, China seguirá siendo un importador neto de agro y alimentos del resto del mundo y que Argentina debe esforzarse en tener mayor claridad, estrategia y rumbo en cuanto a los objetivos que persigue en su relación estratégica con el gigante asiático. “Hay varias ‘Chinas’, hay asimetrías en las políticas públicas, y hay muchos cambios en marcha en la República Popular”, dijo ante un auditorio básicamente de empresarios en una reunión organizada por Dang Dai.

Según el expositor, por el desarrollo que encara China hacia su hinterland, por su déficit en tierras y agua, y porque hacia 2005/2008 giró desde una posición de autonomía alimentaria a otra dependiente del exterior, cualquier sea la tasa de crecimiento económico chino y aun con sus límites reconocido por sus líderes (de desigualdades, de sustentabilidad ambiental o de recursos naturales) seguirá siendo un gran importador. “Está cerca del límite de sus hectáreas sembradas, que es de 120 millones de hectáreas. Aun cuando sólo 6% de las importaciones chinas son de agro y dentro de ellas, sólo 4% de alimentos, Argentina tiene una gran oportunidad. Pero debe definir bien qué quiere, saber con claridad cuál es su estrategia”.
En un desayuno de trabajo, desarrollado en el Hotel Aspen Towers de capital federeal, sostuvo que en políticas públicas hay asimetrías, y que los temas de asociatividad, confianza y complementariedad económicos se dan en un marco que es estructural, que continuará. “Aunque bajen su tasa de expansión del PBI al 6,5, 7 o 7,5%, igual le falta mucho recorrer a China para alcanzar otro 10% del PBI mundial que la vuelva a ubicar en lo que era hasta antes del siglo XVIII, de modo que esa expansión, ese gran mercado seguirá”.
Sin embargo alertó que Argentina pareciera no definir bien su estrategia, “no tener bien claro su objetivo”. Si bien marcó diferencias en las asimetrías del mercado (obvias por tamaño) y políticas (poder centralizado férreamente en China, democracia alternativa en Argentina) remarcó que lo importante es tener desde Argentina y su Estado claridad en los objetivos y continuidad en las políticas públicas, mejor capacidad de negociación en base a ese trazado de metas.
Estuvieron en la conferencia organizada por la Revista Dang Dai representantes del Centro Universitario de Idiomas, el BICE, la Cámara de Comercio Argentina China (con su presidente Spadone) y diplomáticos de la Embajada de la República Popular China en Buenos Aires.
Bekinschtein fue Consejero Económico de la Embajada Argentina en China en la década del ’80 y luego se quedó a vivir varios años allí como directivo de una empresa española. Es consultor, vive ahora en Argentina pero viaja regularmente a Asia y acaba de publicar “China, un mundo para negocios”.
En su exposición, dijo que en su larga experiencia en China vio “varias ‘Chinas’”. En los 80, recordó, en su primer viaje, observó como se usaba la luz pública de pequeñas rutas para jugar ajedrez, porque muchas casas no tenían electricidad. “Hoy hay ahí mismo, desde el aeropuerto hacia el centro, varias autopistas, trenes driveless, tres aeropuertos en Beijing y otro en construcción. Hay un gap gigante con las generaciones anteriores. En 40 años se transformó todo el país”.
En términos de mercado, demanda, formas de operar, hay muchas variedades y mercados heterogéneos en China. “Así hay que entenderlo, si no, ver un mercado gigante de 1.300 millones de habitantes es inalcanzable para Argentina y para la gran mayoría de países”. Entre los contrastes observó que al sur vive 85% de la población y al Norte, es más desértico pero más rico en recursos naturales y diversidad cultural. En los 80 había 20% de la población solamente viviendo en ciudades, hoy es 50%. “Hubo una migración de 200 millones de habitantes en unos pocos años y eso seguirá a nuevas ciudades, ya no a las grandes metrópolis, a nuevas ciudades, ‘pequeñas’ para China o medianas, en el centro del país, por la decisión del gobierno de ir hacia el interior. Eso traerá nuevos mercados, pero diversos”. Indicó luego que “hay que estar atentos a esos nuevos mercados”, y aunque dijo que ya hay 600 millones de chinos en clase media (y serán 45% de la población hacia el año 2020), advirtió que consumen preferentemente productos locales, no importados. “Son y serán mercados múltiples, hay que invertir en ello, conocerlos, ver nichos, tener política públicas estratégicas que apuntalen esa posibilidad”, subrayó.
En tal sentido luego en las preguntas Spadone recordó que en mayo hay en China una feria de importadores (la Cámara está organizando una misión para participar) pero que falta más apoyo del Estado para promover ese potencial de ventas.
Adrián Poggi fue uno de los enviados por Huawei. A su lado, directivas de Sinopec y ZTE.
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