El director de cine James Cameron dijo ayer que planeaba iniciar un proyecto conjunto en China para ofrecer tecnología de cine en 3-D, el último intento de Hollywood para asegurarse un lugar en una industria en crecimiento en el país asiático. Los ingresos de taquilla —que crecen notablemente en China gracias a una clase media en rápida expansión— muestran apetito por los productos de Hollywood a pesar de las quejas por las restricciones del Gobierno para el acceso a las pantallas, el control de contenidos y la piratería.

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