Hay 15.000 chinos empadronados en la ciudad, la mitad de los pequeños locales comerciales ya les pertenece y cada año visitan Cataluña unos 70.000 turistas chinos. Un artículo de 20 minutos explica que “no solo abren restaurantes que a duras penas llenan y tiendas de ropa al por mayor ubicadas en auténticos guetos. Ahora, los chinos regentan el bar Pepe de la esquina donde hacen bocadillos de tortilla con pan con tomate y también comentan los triunfos del Barça con los parroquianos. Zapaterías, fruterías, ferreterías, peluquerías, autoescuelas… la lista de comercios y negocios es enorme.”

El próximo fin de semana el Moll de la Fusta acogerá la celebración del Año Nuevo Chino con la recreación de un pueblo tradicional de China, degustaciones, espectáculos y actividades familiares, y un espacio para captar inversiones del país asiático y explicar las oportunidades que ofrece Barcelona.

La oficina para España y Portugal de Nielsen, compañía dedicada a la medición del sector de la distribución y el comercio, divulgó un estudio según el cual el incremento de los pequeños locales de origen chino supone ya casi el 60 % del comercio tradicional en Madrid, el 50 % en Barcelona y el 30% en Valencia.

El diario Pueblo en Línea informa que los chinos comenzaron sus actividades en España con las famosas tiendas de “todo a un euro” pero en la actualidad ya están presentes en otros sectores como el de fruterías, peluquerías, tiendas de moda, bares y restaurantes, en un movimiento a contramano al cierre de casi 900.000 pymes españolas cerradas en los últimos tres años.