Ayer por la tarde fue una jornada especial en el aeropuerto bonaerense: pasadas las 4 de la tarde, debutó con su arribo el “vuelo directo” de China Eastern Shanghái-Buenos Aires, que llegó con pasajeros como el embajador argentino Marcelo Suárez Salvia (en la foto, arriba del avión con autoridades y personal de la empresa) y fue recibido por invitados especiales. Se acababa de inaugurar la ruta más larga del mundo.

Entre otros, estaban esperando el secretario de Turismo, Deportes y Ambiente de la Nación, Daniel Scioli; el embajador Wang Wei; la embajadora de Nueva Zelanda, Kathryn Beckett; el CEO de Aeropuertos Argentina, Daniel Ketchibachian; el presidente de China Eastern Airlines, Gao Fei; el intendente de Auckland, Wayne Brown, otras autoridades del aeropuerto y el gobierno de Ezeiza, empresarios y referentes de la comunidad china en Argentina.

“El vuelo es el primero directo que une China con Argentina y eso va a facilitar mucho la conectividad, sobre todo para la cantidad de chinos que viven en la Argentina, que tienen familia allá en China, va a facilitar el turismo por supuesto y lo más importante, es que este avión se vuelve a China con la bodega llena de productos argentinos”, dijo el embajador Suárez en declaraciones a la prensa cuando llegó al principal aeropuerto de la Argentina.

China Eastern tiene a partir de ahora dos vuelos semanales entre ambas ciudades, con escala en Aucklanda, Nueva Zelanda, y un recorrido de unas 25 horas.

El primer vuelo comercial que conecta a China con Argentina fue el MU745 y despegó del Aeropuerto de Pudong en Shanghái con 282 pasajeros a bordo que llegaron felices al Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini de Ezeiza.

En la aviación aerocomercial se considera un hito lo de ayer por el record en el largo recorrido y se espera que potencie la conexión de China con Latinoamérica. El año que viene, la empresa china lo hará también con Santiago de Chile.

La ruta también se considera un importante corredor económico, ahora habilitado para transportar tanto pasajeros como carga entre Auckland y Buenos Aires.

Uniendo los hemisferios norte y sur, el vuelo conectará el noreste de Asia, Oceanía y Sudamérica y las autoridades de la compañía confían en que fomentará una mayor conectividad económica y cultural a lo largo del trayecto.

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