Un acuerdo firmado por la Municipalidad de Maricá con empresas chinas establecerá la primera fábrica de tractores en Brasil enfocada en la agricultura familiar. La alianza tecnológica busca satisfacer la creciente demanda de mecanización en este sector, actualmente desatendido por la industria. 

La planta se instalará en terrenos del distrito de Ponta Negra mediante una asociación público-privada (APP), podría generar hasta 500 empleos indirectos y supondrá una inversión aproximada de 200 millones de reales, según informa Brasil de Fato.

“Esta fábrica toma el dinero del petróleo y lo transforma en una industria de tractores que revolucionará la agricultura familiar, produciendo alimentos y generando empleos calificados”, afirmó el alcalde Washington Quaquá (PT).

La fábrica se centrará en producir dos modelos de tractores de baja potencia, inicialmente con una previsión de 1.600 tractores al año, diseñados específicamente para las necesidades de la agricultura familiar y campesina, basados ​​en tecnología de origen chino.

João Pedro Stédile, uno de los fundadores del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) , dijo que la fábrica es estratégica para el desarrollo del país e inaugura un nuevo tipo de arreglo empresarial, ya que reúne al gobierno, a la empresa privada, pero también al pueblo organizado en cooperativas. 

Inicialmente, el modelo de producción adoptado consiste en importar tractores desmontados para su ensamblaje final en Brasil, mientras se implementará un plan de nacionalización progresiva, con el objetivo de lograr un índice de componente nacional superior al 60%. El objetivo será reducir la dependencia de las importaciones y las fluctuaciones cambiarias.

A largo plazo, se irá fortaleciendo la cadena productiva local, generando empleos cualificados.

Además, se busca facilitar el acceso a una línea de crédito específica del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) destinada a la compra de maquinaria fabricada en Brasil.