La era de la IA: competencia global y perspectivas laborales
En el artículo “Competencia estratégica chino-estadounidense en la era de la inteligencia artificial”, el vicedecano de la Universidad china de Renmin, Dongsheng, prevé que “el orden social de la era de la IA se caracterizará más por el conflicto que por la armonía”.
Sostiene que “los marxistas clásicos vislumbraron que, una vez alcanzada la abundancia material, la sociedad humana distribuiría los recursos según las necesidades. Sin embargo, en mi opinión, esto podría subestimar el lado oscuro de la naturaleza humana”. Y dice entonces que “cuando la mano de obra de la mayoría de las personas ya no sea necesaria, si bien la naturaleza humana permanece inalterada, el resultado probable será una «distribución según la disrupción»: quienes más alarmen e inquieten a la clase dominante recibirán mayores subsidios, beneficios y privilegios gubernamentales. En el futuro, este podría convertirse en el cálculo estratégico que adopten los distintos grupos dentro de la sociedad”.
El artículo analiza cómo podría sobrellevarse la competencia estratégica sino-estadounidense en la era de la Inteligencia Artificial, a la que le atribuye un patrón de transformación tan importante como lo fue la Revolución Industrial hace poco más de dos siglos.
“Tengo la firme convicción de que la burbuja de la educación superior global está a punto de estallar. En el futuro, independientemente de la carrera universitaria, encontrar trabajo será cada vez más difícil, ya que la ventaja que antes otorgaba el conocimiento acumulado se verá ampliamente contrarrestada por la inteligencia artificial. La habilidad general se volverá más valiosa que el conocimiento. Si uno ha aprendido a interactuar eficazmente con las personas o a brindar valor emocional a los clientes, aún podrá vivir con cierta dignidad. Por lo tanto, en la era de la inteligencia artificial, el empleo no es ni un derecho básico de supervivencia ni un deber fundamental de la adultez, sino más bien un privilegio”, escribe.
Para Dongsheng, en la era de la IA, la competencia entre países —especialmente entre las grandes potencias— podría depender cada vez más de la flexibilidad y la resiliencia de sus instituciones.
“La IA que incorpore los datos de los más de seis mil millones de personas fuera de China y EE. UU., y que genere flujo de caja a partir de la mayor cantidad posible de ellos, evolucionará e iterará con mayor rapidez. En consecuencia, el control del espacio intermedio del mercado global será clave para la victoria en la competencia tecnológica a largo plazo entre ambas potencias”.
		
		
		
	
	
	
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