Seguridad nacional, economía y diplomacia chinas 2025

24 octubre, 2025

Investigadores del Grupo de Trabajo China del CARI presentaron sendos trabajos en un nuevo seminario del think tank.

Fue el jueves 23 en la sede del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales, presentado por el coordinador del Grupo, Ernesto Fernández Taboada, y moderado por Alejandro Candioti.
Jorge Malena, también director del Comité de Asuntos Asiático (cuya codirectora Lía Rodríguez de la Vega estuvo presente en la apertura del encuentro), abordó la agenda de la “doctrina de la seguridad nacional china”, que contiene, dijo entre otras consideraciones, “desafíos tradicionales y no tradicionales”. Entre los primeros, amenazas territoriales y a la integridad (las cuestiones de Taiwán, Tibet o Xinjiang), y entre los segundos, aquellas iniciativas que intentan “socabar la legitimidad del Partido Comunista de China” o bien “cuestionar, desde un enfoque occidental, el manejo de temas como ‘democracia’ o ‘derechos humanos'”.
También analizó el tema seguridad en relación a la dotación que necesita China en recursos energéticos y alimentos, y en ese plano, los vínculos con Latinoamérica y cómo cuestiones económicas o de software se calibran reconociendo que EE.UU. la ve como su “zona de influencia”.
El economista Julio Sevares, por su parte, trazó un panorama de la economía china este año, con un crecimiento un poco por debajo del 5% (menor, por ejemplo, al de vecinos como India o Vietnam, pero el doble o el triple respecto de países industrializados de Occidente) y otras variables que fue desglosando. Por ejemplo, si bien la actividad económica en general se retrae, la industria y las exportaciones están aún robustas y no se perciben grandes daños por la guerra comercial lanzada por EE.UU. Al contrario, dijo, las cosas “no le están saliendo como pensaba a (Donald) Trump”, y si bajó el comercio con el país norteamericano (aunque muy poco relativamente su superávit), China lo compensó con países de ASEAN o incluso Europa o África, en un contexto donde “no se observa desglobalización, sino una recomposición del comercio global.

Asimismo, dijo que las exportaciones chinas equivalen a 19% del PBI este año y que eso genera presiones en países que reaccionan con proteccionismo. “El tema es que China produce y ahorra mucho, y consume poco; en cambio, EE.UU. (o Argentina y muchos otros países) producen menos y consumen más, y como China tiene capacidad ociosa y exporta -más allá de que su consumo haya subido, pero todavía es una tasa relativamente baja para su población-, eso genera desequilibrios globales”.

Sobre los desafíos económicos chinos, habló del riesgo deflacionario (pese a intentos de fomentar más consumo desde la política oficial), de la crisis inmobiliaria que no estatalló, pero que tampoco se superó del todo, y de la cuestión demográfica o lo que llamó “japonización”.
Finalmente, el consultor Patricio Giusto (también coordinador del grupo de Trabajo sobre Australasia en el CARI) consideró cinco elementos distintivos de la política exterior china este año, como los más significativos.

En su opinión, ellos fueron cómo abordó la guerra arancelaria que le planteó EE.UU.; el bajo involucramiento en los grandes conflictos globales, sin perder firmeza diplomática; su empuje al fortalecimiento del multilateralismo y al Sur Global aprovechando la coyuntura y las políticas trumpistas; la resignificación del vecindiario amplio (Asia Central, Asia del Sur y Pacífico), y la menor prioridad que este año China le otorgó a América Latina, con la excepción muy marcada de Brasil. Citó como ejemplo que luego de la fuerte inversión en el puerto peruano de Chancay el año pasado, no se conocieron nuevos grandes proyectos estratégicos.

En YouTube, toda la actividad.

Categorías: China

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