Prohibido lo extranjero: China avanza hacia la soberanía digital

7 octubre, 2025

El gigante asiático busca la independencia tecnológica. Chips locales, sistemas operativos propios y millones invertidos en el proyecto Xinchuang.

Por Miguel Medina. En los pasillos del poder en Beijing se decidió que había llegado el momento de cerrar una era. La tecnología occidental, que durante décadas había alimentado la vida digital de China, debía desaparecer de ministerios, bancos y oficinas estatales. El plan se bautizó como Xinchuang, una palabra que remite a la innovación, pero que en realidad condensa un propósito más amplio: construir un ecosistema tecnológico nacional capaz de sostenerse sin la ayuda de Silicon Valley.

Por supuesto, el impulso no surgió de un vacío. Las sanciones de Estados Unidos a empresas como Huawei y ZTE dejaron al descubierto la fragilidad de depender de insumos extranjeros.

Esa herida se convirtió en motor político y financiero. El Gobierno de China comenzó a invertir sumas millonarias en un programa que busca, hacia 2027, reemplazar cada chip, cada sistema operativo y cada programa importado por alternativas desarrolladas dentro de sus fronteras.

Un país estructural de reemplazos

Ahora bien, la sustitución no se limita a los programas de oficina o a los navegadores de uso cotidiano. Incluye desde los sistemas operativos hasta los procesadores que permiten funcionar a los servidores estatales. Compañías locales diseñan chips para ocupar el lugar de Intel y AMD, mientras que sistemas como KylinOS y UOS se preparan para tomar el relevo de Windows. Suites como WPS, de Kingsoft, intentan desplazar a Microsoft Office.

Se trata de una limpieza estructural. El Estado destinó millones de yuanes a financiar este cambio y en los últimos años empezaron a aparecer los primeros productos que materializan la transición.

Uno de ellos es la laptop Huawei Qingyun, equipada con procesadores nacionales y un sistema operativo basado en Linux. Sin embargo, incluso ese símbolo de la independencia tecnológica china todavía incluye componentes extranjeros, lo que demuestra que el camino hacia la autosuficiencia completa es más complejo de lo que el discurso oficial sugiere.

Reaprender lo que parecía natural

El plan de acción de “prohibido lo extranjero” incendió las oficinas de las empresas tecnológicas más relevantes de China, que lo experimentan de formas vertiginosas. Pero cuando descendemos hasta las calles del país, cada ciudadano atraviesa esta política de forma silenciosa. A veces, incómoda.

Cambiar Windows por KylinOS no es simplemente una actualización de software, sino la necesidad de adaptarse a interfaces nuevas, formatos de archivos diferentes y aplicaciones que intentan ser compatibles, pero que muchas veces presentan limitaciones. En la práctica, implica reaprender lo que parecía natural: abrir un documento, conectarse a una videollamada, usar un correo electrónico.

El Gobierno enmarca estas incomodidades bajo un relato que apela al patriotismo. Usar sistemas nacionales es presentado como un acto de defensa colectiva, una contribución individual a la seguridad del país. Una narrativa que quiere convertir a cada computadora instalada en una oficina en un gesto de soberanía.

El relato de un país que quiere ser (su único) productor

Durante años, la cultura digital global se construyó desde Silicon Valley. Apple, Microsoft, Google e Intel eran sinónimos de modernidad y progreso. China pretende revertir ese imaginario y colocar sus propios nombres en el centro de la experiencia digital.

El discurso oficial habla de soberanía digital, pero también de ciber-soberanía: el control estatal sobre el flujo de información. La sustitución tecnológica refuerza esa visión, en la que el uso de software nacional no es únicamente un asunto práctico, sino también ideológico.

Incluso en el terreno de la inteligencia artificial, Pekín defiende estándares propios que reflejan sus valores y prioridades políticas. El ciudadano que utiliza un sistema operativo chino no solo está trabajando con un nuevo programa: está participando en la construcción de un nuevo marco cultural.

Ambición limitada

El camino no está libre de obstáculos. La industria china de semiconductores todavía se encuentra varios pasos por detrás de los líderes mundiales. Alcanzar la capacidad de fabricar chips avanzados es una tarea que exige tiempo y recursos, y aunque se crearon decenas de empresas para intentarlo, muchas de ellas carecen de futuro.

También existe un problema de fragmentación. Diferentes regiones y compañías promueven soluciones propias que no siempre son compatibles entre sí. Esa falta de homogeneidad dificulta la integración de un ecosistema cohesionado. El resultado es un mosaico en el que conviven avances notables con dependencias que se resisten a desaparecer.

Mientras China avanza con su estrategia, las empresas occidentales sienten el impacto. Intel obtiene una parte significativa de sus ingresos en el mercado chino, AMD también depende en gran medida de esas ventas y Microsoft, aunque con menor participación, pierde presencia en un país que durante décadas representó un terreno estratégico.

La retirada obligada expone la aceleración de un proceso de desacople tecnológico que redefine las relaciones entre Washington y Beijing. Y como contracara, lo que emerge es un modelo alternativo: la tecnología entendida como un asunto de seguridad nacional y no como un producto global.

Una vida dentro de fronteras invisibles

Desde fuera, este proceso puede parecer un aislamiento cultural. Desde dentro, se lo presenta como una emancipación. La consigna de “prohibido lo extranjero” funciona como un recordatorio de que el país busca afirmar su identidad digital frente a un entorno internacional hostil. Pero esa estrategia también encierra riesgos: la reducción de la compatibilidad con programas internacionales, el posible estancamiento en materia de innovación y las vulnerabilidades que pueden surgir de un ecosistema cerrado.

La apuesta china se sostiene en dos factores: el tamaño de su mercado interno y la capacidad del Estado para dirigir recursos y voluntades hacia un objetivo común. La pregunta que queda abierta es si esas fortalezas bastarán para mantener en pie un sistema que se aísla de los flujos globales de conocimiento e innovación.

¿Quién define la narrativa tecnológica de las próximas décadas?

China eligió su camino y avanza con decisión. Si logra consolidar un ecosistema competitivo, demostrará que la dependencia tecnológica no es inevitable. Si fracasa, quedará en evidencia que el costo de levantar un muro digital fue demasiado alto.

En cualquier caso, el impacto de esta apuesta trasciende las fronteras del país y se proyecta sobre el modo en que el mundo entero pensará su relación con la tecnología en el futuro.

Fuentes:

  • The Silent Tech Purge: China’s Plan to Replace All Western Software by 2027 – Ginterfaces
  • China rushes to swap Western tech with domestic options as U.S. cracks down – Reuters
  • China tells telecom carriers to phase out foreign chips in blow to Intel, AMD – Reuters
  • China’s Huawei builds laptop with minimal foreign parts – Financial Times
  • Futurelogic Report: China’s Tech Decoupling and Xinchuang – China Money Network
  • CCP Cyber Sovereignty Contains Lessons for AI’s Future – Jamestown Foundation
  • China blocks use of Intel and AMD chips in government computers – Financial Times
  • Huawei laptop reveals China’s progress towards tech self-sufficiency – Financial Times
  • China Intensifies Push to ‘Delete America’ From Its Technology – Wall Street Journal
  • China Is Rapidly Becoming a Leading Innovator in Advanced Industries – ITIF
  • Whole-of-nation innovation: Does China’s socialist system give it an edge in science and technology – MERICS
  • The Spatial Expansion of China’s Digital Sovereignty – Cambridge University Press
  • Sovereignty in the Digital Era: The Quest for Continuous Access to Dependable Technological Capabilities – arXiv
  • Network sovereignty – Wikipedia
  • China’s Quest for Semiconductor Self-Sufficiency – CETaS – Alan Turing Institute
Categorías: Ciencia y Tecnología

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