Entre las condiciones que el expresidente le puso al actual para un apoyo luego de las elecciones legislativas de este mes estarían mayores cuotas de poder y, en el plano exterior, un replanteo global que incluiría la embajada argentina en China.

Según dijo una fuente de las negociaciones a Página12, Mauricio Macri “no está reclamando cargos para su gente” sino “el control de un pedazo de poder”.

La lista incluye a YPF, Yacyretá, Nucleoeléctrica, Transener, conceciones mineras, Puertos, la Hidrovía y la embajada que actualmente conduce el diplomático Marcelo Suárez Salvia.

China y Paraguay parecen ser dos destinos con negocios particularmente apreciados por Macri. El diario, en una nota que firma el periodista Raúl Dellatorre, agrega que Nicolás Caputo, “hermano del alma” del exmandatario y excónsul en Singapur, una ciudad-estado con mucha influencia china y plaza financiera clave del sudeste asiático, está en ese armado.

Por su parte, Clarín de cuenta de un informe de “Pensar el Mundo”, de la Fundación Pensar, el think thank del PRO, donde en una “una extensa editorial” que firman Mauricio Macri, Fulvio Pompeo, secretario de Relaciones Internacionales del PRO y funcionario de la Ciudad; y Horacio Reyser, ex secretario de Relaciones Económicas Internacionales, largan varias señales crítica a la política exterior de Milei, entre ellos –sin mencionarla- el abandono de China.

“El mundo ya no gira en torno a un solo centro de poder. Vivimos en un escenario internacional donde múltiples actores, públicos como privados, son nodos de poder político y gravitación económica. Emergen nuevas regiones y polos de influencia”, remarca.

“Apostar a un único socio sería limitarnos en nuestro horizonte de oportunidades. Oportunidades que, además, muchos otros países ya están capitalizando. Estar demasiado focalizados en un puñado muy reducido de alianzas internacionales es en detrimento de nuestro interés nacional. Y en este contexto, ampliar la mirada hacia regiones no tradicionales es fundamental”, señala también.