Medios atacan un proyecto de comunicación entre Chile y China
El proyecto “Chile–China Express”, un cable submarino que conectaría las costas chilenas con Hong Kong, levantó repentinamente una serie de artículos periodísticos en Chila, Argentina y Bolivia.
La iniciativa era conocida desde por lo menos el 6 de julio, cuando Portal Portuario informó que “la empresa Inchcape Shipping Services (ISS) presentó a Puerto Valparaíso los progresos que se registran en el proyecto de instalación de cable submarino, una iniciativa que busca fortalecer la infraestructura digital de Chile y, por extensión, de toda la región.”
Sin embargo, en las últimas horas Infobae lanzó la noticia con el título “Chile impulsa un proyecto de cable submarino con China que pone en alerta a la región”, El Mostrador, de Chile tituló “Proyecto Chile–China Express genera preocupación por posible control de datos en la región”, El Diario de Bolivia, “Proyecto de cable submarino entre Chile y China genera alarma”, uy.press de Uruguay, “Chile impulsa un proyecto de cable submarino con China que pone en alerta a la región” y se hicieron eco otros medios que, como los citados, no informaron o no utilizaron palabras como “alarma” o “alerta” al informar que el Poder Ejecutivo argentino, sin autorización del Congreso, autoriza el desembarco de militares estadounidenses en Argentina durante casi un mes.
“Chile avanza silenciosamente en un proyecto de infraestructura digital que podría tener implicaciones profundas para la soberanía de datos en América Latina”, asegura Infobae, y sentencia que “aunque a simple vista podría parecer un emprendimiento técnico más en la expansión global de las telecomunicaciones, lo cierto es que este plan se diferencia por la opacidad con la que se lo ha manejado y por los riesgos que se desprenden de la legislación china en materia de seguridad cibernética e inteligencia.”
El mostrador sostiene que “a esto se suman informes de la ONG europea Safeguard Defenders que han documentado además la existencia de más de 50 “estaciones de policía” chinas en el extranjero, incluidas algunas en América Latina, señaladas por operar como mecanismos de vigilancia sobre comunidades migrantes.”
El Diario asevera que “a diferencia del proyecto Humboldt —desarrollado por Google y con amplia transparencia en su cronograma y financiamiento—, el plan chino se maneja con opacidad, sin información clara sobre sus socios ni condiciones contractuales.”
PUBLICAR COMENTARIOS