Qué miran, juegan y escuchan los centennials chinos
Entre censura, creatividad y orgullo nacional, así construyen un ecosistema de juegos, música y series propias.
Por Miguel Medina, para DangDai. La generación Z china creció entre dos mundos: el de la apertura digital global y el de un ecosistema nacional cada vez más cerrado y autosuficiente. En ese espacio intermedio, los jóvenes urbanos construyeron una cultura propia, marcada por videojuegos locales, plataformas de streaming autóctonas, influencers que moldean estilos de vida y bandas de pop que logran millones de seguidores.
Hay algo interesante en su forma de consumir. Pero no en tanto “qué”, sino en “cómo”. Lo hacen con intensidad, con creatividad y bajo las reglas de un entorno que limita la circulación de contenidos internacionales. El resultado es una juventud que encuentra en la tecnología y el entretenimiento un modo de afirmar identidad y pertenencia.
Espacios de encuentro en videojuegos
Si hay un terreno donde los centennials chinos se reconocen es el gaming (los videojuegos). Títulos como Honor of Kings (uno de los juegos para móviles más rentables del mundo) y Genshin Impact (un RPG de mundo abierto que alcanzó éxito global y tuvo algunas secuelas igual de exitosas) son parte de la rutina diaria de millones. A ellos se suma el galardonado Black Myth: Wukong, un juego inspirado en Viaje al Oeste, la gran epopeya literaria china, que trasladó a la pantalla de todo el mundo la herencia cultural del país con gráficos de última generación (ver nota de Federico Von Baumbach en el número 41 de Revista DangDai).
En China, los videojuegos cumplen una doble función: entretienen y socializan. Y es que, para muchos adolescentes, jugar no es solo pasar niveles, sino encontrarse con amigos en partidas en línea, comentar estrategias en grupos de WeChat y hasta seguir a streamers en Bilibili.
Y por si fuera poco, abren un campo en el que China no solo consume, sino que exporta cultura. Genshin Impact, desarrollado por miHoYo, alcanzó cifras récord en descargas internacionales, y fue uno de los mejores ejemplos de que la industria local puede competir de igual a igual con gigantes del género RPG-online como Nintendo (Japón) o Blizzard (Estados Unidos).
Bilibili, el idioma propio de la generación Z
Cuando en Occidente se habla de YouTube, Twitch o Kick, en China la referencia inmediata es Bilibili. Nacida como plataforma de nicho vinculada al fandom de anime y videojuegos, se transformó en un espacio transversal para jóvenes de entre 18 y 24 años. La característica más distintiva es el sistema de comentarios “danmu”: mensajes que cruzan la pantalla en tiempo real mientras el video se reproduce, y que crea la sensación de un visionado colectivo.
Y hay más que streamings tradicionales. Bilibili ofrece desde retransmisiones de e-sports (deportes electrónicos) hasta documentales de ciencia y series locales. La plataforma financia contenidos originales, organiza festivales y se convirtió en un espacio de socialización cultural.
En el terreno musical, la juventud china oscila entre lo global y lo local. El K-pop tiene influencia (de hecho, es lo que más resonó en este otro lado del mundo), pero el C-pop marca la pauta. Bandas como TFBoys son fenómenos masivos que combinan canciones pegadizas con presencia en campañas oficiales, lo que refleja la intersección entre cultura popular y narrativa estatal. Adicionalmente, artistas como Jay Chou siguen siendo referentes para quienes crecieron escuchando baladas y fusiones de pop con elementos tradicionales.
El rap chino, por su parte, dejó de ser marginal para ocupar un lugar visible gracias a programas televisivos y plataformas digitales. Grupos como Higher Brothers (foto de abajo) alcanzaron repercusión internacional, aunque dentro de China la escena está regulada por límites políticos y culturales. Aun así, la atracción del rap y el hip hop entre los centennials habla de un deseo de expresar rebeldía y diferencia generacional.

Un caso llamativo es el trío femenino FulushouFloruitShow, que mezcla música folk, electrónica y referencias clásicas. Representa una tendencia creciente hacia lo auténtico y lo híbrido, una búsqueda de sonidos que combinan modernidad con tradición. La generación Z china quiere construir un sonido que hable de su propio presente.
Influencers que marcan estilos de vida
En un ecosistema donde plataformas como Instagram o YouTube están bloqueadas, los influencers locales cumplen un papel central. Una figura emblemática es Li Ziqi, que saltó a la fama con videos en los que recrea la vida rural con estética cuidada y narrativa pausada. Su propuesta conecta con la nostalgia de un campo idealizado, pero también con una búsqueda de autenticidad en medio del vértigo urbano.
Más allá de este caso, miles de microinfluencers moldean modas y estilos a través de Douyin o Xiaohongshu, plataformas donde la frontera entre comercio electrónico y expresión cultural se difumina.
Dramas y streaming en clave local
El consumo audiovisual de la generación Z también está marcado por los dramas, conocidos como C-dramas. Series como The Untamed o Eternal Love se convirtieron en fenómenos culturales con millones de visualizaciones y fandoms que organizan encuentros y crean contenido derivado. El género combina romance, fantasía y tradición, y logró conquistar también a audiencias fuera de China.
¿Y qué plataformas cumplen el rol de Netflix o Disney+ en China? Encontramos, por ejemplo, iQIYI, Youku o Tencent Video, con catálogos que incluyen desde dramas históricos hasta realities contemporáneos.
La experiencia suele ser muy comunitaria y participativa: los centennials urbanos consumen estos contenidos en sus smartphones, a menudo comentando en tiempo real en grupos de chat o en Bilibili.
Moda con raíces y orgullo cultural
El movimiento guochao, que puede traducirse como “marea nacional”, redefine la moda juvenil. Marcas como Li-Ning o Anta se convierten en símbolos de orgullo local frente a multinacionales occidentales.
Al mismo tiempo, el movimiento Hanfu revive el uso de vestimentas tradicionales, adaptadas al presente urbano. Jóvenes que caminan con trajes inspirados en la dinastía Han son una postal cada vez más común en eventos y en redes, donde comparten fotografías como un gesto de pertenencia y creatividad.
Una generación que redefine la cultura digital
Los centennials chinos construyen cultura en un espacio donde lo local se impone sobre lo global. Hay más que “sustitutos” de la moda occidental. Genshin Impact (foto de abajo) o The Untamed ya demostraron que lo creado en China puede conquistar mercados internacionales.
Sus videojuegos, plataformas, dramas son productos con fuerza propia, capaces de marcar tendencias y de exportar identidades. En un mundo cada vez más fragmentado en ecosistemas digitales, esta generación encarna un fenómeno clave: la posibilidad de hacer del entretenimiento un territorio de innovación cultural, orgullo nacional y proyección global.

Lo que miran, juegan y escuchan los centennials chinos es una declaración de quiénes son y de cómo imaginan su lugar en el futuro. Aquí, algunos artículos al respecto:
- Honor of Kings reports over 100 million daily users – Reuters
- Tencent’s Honor of Kings maintains position as highest-grossing mobile game of 2023 – TechNode
- Honor of Kings: Not just a game platform – Harvard D3
- Honor of Kings is the most successful video game in the world – El País
- Bilibili is one of the most popular platforms for Chinese Gen Z – Charlesworth Group
- Bilibili’s SWOT analysis: Gen-Z favorite faces growth hurdles – Investing.com
- Bilibili ad revenue surges ahead – WARC
- Why luxury brands are betting on Bilibili – Vogue Business
- Generation Z pivotal in shaping China’s luxury market – Vogue Business
- Rise of C-Pop idol culture including TFBoys – Number Analytics
PUBLICAR COMENTARIOS