China marca el paso y mira de reojo a Trump

5 septiembre, 2025

El gobierno chino realizó esta semana un masivo desfile militar por el 80° aniversario del fin de la Segunda Guerra y reunió a líderes de 26 países, entre ellos Putin, para avanzar hacia un nuevo orden global. Su valor geopolítico y los mensajes a Occidente.

Por Fernando Capotondo. En un movimiento de pinzas planificado y ejecutado sin aparentes errores, la República Popular China lanzó esta semana un par de categóricos mensajes que no pasaron inadvertidos en Occidente: el masivo desfile por el 80° aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial (con más de 10.000 efectivos, un centenar de aviones y sus más modernos equipos de defensa) recordó el creciente poderío militar chino que algunos países parecen ignorar, en un contexto internacional de disputas, amenazas y guerras comerciales, a la que el presidente Xi Jinping sumó una audaz movida – propuesta a Rusia y a otros 25 países – para establecer un nuevo orden global en detrimento de la hegemonía de Estados Unidos y sus socios.

“La humanidad hoy se enfrenta nuevamente a la elección entre la paz o la guerra, el diálogo o la confrontación, y las ganancias compartidas o los juegos de suma cero”, advirtió Xi, durante el acto conmemorativo de la victoria en la Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la Agresión Japonesa y la Guerra Antifascista Mundial, como prefieren llamarla en el país asiático.

“Solo cuando las naciones se traten como iguales – agregó –, vivan en armonía y se apoyen mutuamente, se podrá salvaguardar la seguridad común, eliminar las raíces que causan las guerras, y evitar que se repitan las tragedias históricas”.

“La revitalización de la nación china es imparable. La modernización china es la modernización del desarrollo pacífico”, sostuvo Xi en el discurso que pronunció desde la Plaza Tian’anmen, donde estuvo acompañado por más de 20 mandatarios extranjeros, entre ellos el presidente ruso Vladimir Putin y el máximo líder de la República Popular Democrática de Corea, Kim Jong Un.

En una bajada de línea a propios y extraños, el jefe de Estado chino recordó el “inmenso sacrificio” del pueblo en una guerra de resistencia que – para China – se extendió durante 14 años (1931-1945), con 80 millones de desplazados, más de 1.100 ciudades arrasadas y 35 millones de víctimas militares y civiles (alrededor de un tercio de todas las bajas de la Segunda Guerra).

En una señal de respaldo a su aliado político, Putin reiteró su condena a cualquier intento por tergiversar la historia de la Segunda Guerra Mundial y destacó que sus resultados ya “están consagrados en la Carta de las Naciones y otros instrumentos internacionales, que son inviolables y no están sujetos a revisión”.

“Rusia nunca olvidará que la heroica resistencia de China fue uno de los factores que impidieron que Japón apuñalara por la espalda a la Unión Soviética durante los meses más oscuros de 1941-1942”, explicó Putin en una entrevista por escrito con la agencia Xinhua.

En este contexto, en el que el presidente Donald Trump denunció  una insólita conspiración del trío Xi-Putin-Kim para minimizar el rol de Estados Unidos en el conflicto, el mandatario chino reconoció que la victoria también “se logró a través de la lucha conjunta del pueblo chino con los aliados y los pueblos antifascistas de todo el mundo”.

“La humanidad debe permanece unida en tiempos de dificultad, vivir en armonía y nunca recaer en la ley de la selva donde los fuertes se aprovechan de los débiles”, sostuvo Xi, en lo que fue leído como otro tiro por elevación a Washington.

Barajar y dar de nuevo

Dos días antes del desfile militar, Xi propuso una ambiciosa Iniciativa para la Gobernanza Global (IGG) durante el cierre de la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái Plus (OCS), que se realizó en la ciudad de Tianjin, con la participación de líderes de 26 países que hoy representan más del 40% de la población del planeta y el 22% del PBI mundial.

La imagen de Xi junto a sus par de Rusia, Vladimir Putin, y el primer ministro de India, Narendra Modi – los tres pesos pesado de la cumbre – dio lugar a las más diversas conjeturas sobre la importancia de una organización que no solo llamó a unirse en nombre del crecimiento económico, sino que parecería estar cada vez más dispuesta a plantarse ante eventuales imposiciones de EE.UU. y los países europeos.

En efecto, al explicar la necesidad de avanzar hacia un nuevo orden global, el mandatario chino lamentó que “la mentalidad de la Guerra Fría, el hegemonismo y el proteccionismo sigan acechando al mundo”, como “nuevas amenazas y desafíos” que los países deben enfrentar en el actual período de “turbulencias y transformaciones”.

“La gobernanza global ha llegado a una nueva encrucijada”, fue la categórica sentencia de Xi, tras sostener que “no debe haber doble rasero y las ‘reglas de la casa’ de un puñado de países no deben imponerse sobre otros”, según indicó en un nuevo pronunciamiento dirigido a las potencias de Occidente.

En este marco, China planteó que la hoja de ruta de la IGG debe contemplar cinco postulados fundamentales: adhesión a la igualdad soberana de los países, respeto del estado de derecho internacional, práctica del multilateralismo, promoción de un enfoque centrado en las personas y compromiso para emprender acciones reales.

Según explicaron, quienes compartan estos postulados podrán pedir los papeles de inscripción para sumarse a la organización regional más grande del mundo – con una cooperación que abarca más de 50 áreas, una inversión de China superior a los 84.000 millones de dólares y una producción económica combinada de casi 30 billones de dólares –, que muchos ya vislumbran como el mayor centro estratégico alternativo a los modelos tradicionales surgidos en Occidente. 

“Debemos mantenernos firmes en el lado correcto de la historia y aunar esfuerzos con todas las fuerzas progresistas del mundo, para construir una comunidad de destino común para la humanidad, y realizar esfuerzos por la noble causa de la paz y el desarrollo de la humanidad. Esta es precisamente la trascendencia histórica de la introducción del IGG”, destacó un editorial del Global Times, leído por decenas de millones de personas en las redes sociales del país asiático.

“Debemos seguir derribando muros, no erigirlos”, pareció agregar Xi.

Categorías: China

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