Ante 4.000 soldados norteamericanos en las aguas del Caribe, Maduro habló de “avance” con China
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se reunió con el embajador en Caracas, Lan Hu, el mismo día en que China expresó su oposición al patrullaje de buques de guerra estadounidenses en el mar Caribe cerca de Venezuela.
La portavoz del Ministerio de Exteriores chino Mao Ning afirmó en rueda de prensa que su país “se opone a cualquier acción que viole los propósitos y principios de la Carta de la ONU o infrinja la soberanía y seguridad de otros países”.
Un día antes, los gobernantes de los 10 países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) hicieron un llamado a la unión latinoamericana y caribeña señalando como “amenazas” de EE.UU. su “despliegue militar” en aguas del Caribe.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, preguntada previamente sobre el despliegue de tres buques con 4.000 soldados en las aguas del Caribe cerca de Venezuela, había dicho que el presidente estadounidense, Donald Trump, “está preparado” para frenar el narcotráfico y “llevar los responsables ante la Justicia”.
Ese mismo día, junto al ministro de Defensa argentino, Luis Petri, el jefe del Comando Sur de EE.UU., Alvin Holsey aseguraba en Buenos Aires que “el Partido Comunista Chino continúa su metódica incursión en la región” y “busca exportar su modelo autoritario, extraer recursos valiosos y establecer infraestructura de posible uso dual, desde puertos hasta el espacio”.
Nicolás Maduro confesó que “Me alegra el notable avance que hemos tenido en todos los proyectos con China en economía, ciencia y tecnología”, en un mensaje difundido en Telegram.
A juicio del gobernante venezolano, China es “sin lugar a dudas” el país que “lleva la delantera en este mundo» del «concepto humano para el desarrollo”.
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