Mitorrealismo y nuevo cine chino
Se trata de una mirada sobre “las percepciones de la cotidianeidad china, una forma que trasciende los enfoques realistas tradicionales al tiempo que permanece profundamente arraigada en las experiencias vividas de los individuos”, escribe Nicolò Brescia.
En la revista Nueva Sociedad, dice que “al abrazar lo liminal, lo extraño y lo misterioso, el mitorrealismo abre nuevas posibilidades para representar la complejidad y las contradicciones de la China contemporánea”, agrega.
Al discutir las categorías capitalista o socialista en China, un modelo que resiste las categorías tan taxativas, plantea el crítico, el debate se ve reflejado en películas como “Still Life” (Naturaleza muerta), de Jia Zhangke (2006), que “ofrece un cautivador ejemplo del mitorrealismo en el cine chino”, con aparición de acontecimientos extraños, casi surrealistas. O en “Behemoth”, de Zhao Liang (2015), que “emplea el formato documental para exponer el costo ambiental y humano del desarrollo industrial en el interior de Mongolia.
Asimismo, Brescia menciona a “Wrath of Silence (El silencio de la ira), de Xin Yukun (2017), un “relato crudamente realista”, “Kaili Blues” (El blues de Kaili) de Bi Gan, (2015); “Crosscurrent” (Contracorriente), de Yang Chao (2016), “Suburban Birds” (Aves suburbanas) de Qiu Sheng (2018) y “Spring Tide” (Marea de primavera), de Yang Lina (2019).
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