En el pasado y en el futuro, innovación tecnológica china

7 agosto, 2025

La inauguración del 2025 con la irrupción de DeepSeek en Occidente acaba demostrando que la innovación tecnológica con visos de milagros y su difusión a Occidente, ha sido una constante histórica. Ahora parece determinar el futuro de la humanidad. Plantean el tema Ángeles Ascasubi y Gustavo Ng en la nota “El futuro en el vientre de la ballena”, en Revista DangDai Nº46.

La simpática ballenita de DeepSeek-R1 apareció en Occidente con suavidad, sin fuegos artificiales, pero fue un bombazo el 20 de enero de 2025. Su impacto fue tan potente como fue instantánea su neutralización en el sentido común —que está pareciéndose a una masa formada por chispas que pasan fugazmente. Tres semanas después había desaparecido de los medios de comunicación. En una capa más profunda, sin embargo, quedaron encendidas las luces de alarma que mostraban la China en el plano pleno “rejuvenecimiento” al que se refiere el presidente Xi Jinping. Al patriarca y gigantesco árbol chino le están brotando otra vez las flores que empiezan a inaugurar una era de esplendor tecnológico, como tuvo tantas en primaveras del pasado.

En este momento, China ocupa el primer lugar en el mundo en cuanto a número de artículos en revistas científicas más influyentes en diversas disciplinas, número de artículos en revistas internacionales de alto nivel y número de citas. También está en el primer puesto de solicitudes internacionales de patentes PCT (Tratado de Cooperación en materia de Patentes), y en la cantidad de doctorados en STEM (disciplinas relacionadas con Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), mientras es segunda en financiación total para investigación y desarrollo (I+D), pero ocupa el primer lugar en términos de cantidad de personal de I+D. En los últimos 20 años el valor añadido de la fabricación de alta tecnología aumentó más del 800%.

Muchos científicos chinos son lo suficientemente valientes como para aventurarse en el desierto teórico de lo desconocido y muchos empresarios tienen el coraje de creer y apostar por las industrias futuras. Utilizando la innovación tecnológica como su barco y el desarrollo del mercado como sus remos, están explorando un nuevo camino para la ciencia y la tecnología de China en medio de la niebla y las olas.

Este desarrollo es el fundamento de la inteligencia artificial china que sacudió los mercados y la escena tecnológica mundial, DeepSeek no fue un “milagro”, sino que revela el final del arraigado estereotipo de que los chinos son buenos copiando pero malos innovando.

Hechizo tecnológico

Los inventos tecnológicos chinos no son milagros pero fascinan como milagros. Más allá de su utilidad práctica, despiertan nuestra curiosidad y nos llevan por el camino de explorar, inventar y trascender los límites. El asombro de ver que lo imposible es posible nos muestra que el mundo es vasto y misterioso, y que tenemos poder sobre él —sobre el tiempo, la distancia, la materia- Podemos moldear la realidad y cada avance tecnológico es un espejo de nuestra imaginación y ambición. Es una poesía materializada, son ideas que convertimos en realidades y sueños que hacemos tangibles.

Este embrujo es más intenso en el caso de los inventos chinos, que combinan ingenio práctico con una escala y profundidad que han dejado huellas imborrables en la humanidad. Con una mezcla de visión, persistencia y creatividad, China transformó el modo en que vivimos, pensamos y nos relacionamos con el mundo. La pólvora (huo yao, 火药, “medicina de fuego”), documentada en el siglo IX durante la dinastía Tang, empezó como un experimento alquímico y terminó revolucionando la guerra y la ingeniería. El papel, inventado alrededor del 105 d.C., democratizó el conocimiento al hacerlo portátil y accesible, y la imprenta de tipos móviles del siglo XI, amplificó esa revolución. La Gran Muralla es una hazaña de la ingeniería, el Gran Canal, del siglo V a.C., conectó regiones para impulsar comercio y cultura.

En sus innovaciones, aparece la mezcla de pragmatismo y sentido cósmico. La eficiencia práctica de los inventos era una función de la habilidad con que se fabricaban siguiendo la armonía del universo. Los inventos tienen poesía en su fusión de lo útil y lo trascendente.

Hechizan los antiguos intentos chinos, además, porque continúan gravitando en el presente —el papel en cada libro, la brújula en el GPS de nuestro smartphone—, pero nacieron cuando otras civilizaciones apenas despertaban. Eso les da un aura de misterio y genialidad adelantada.

La fuente de los inventos

Las razones que explican a China como cuna de innovaciones tecnológicas son variadas y complejas. Desde la antigüedad, China valoró el conocimiento y la educación, con sistemas como los exámenes imperiales que promovían la meritocracia. Esto fomentó un entorno donde el ingenio y la resolución de problemas eran recompensados.

El escenario político fue siempre determinante. Los gobiernos centralizados proporcionaron recursos y organización para proyectos a gran escala, desde canales hasta avances en metalurgia. La centralización dotó a China de la capacidad de movilizar recursos para financiar innovaciones.

Por otra parte, en la mentalidad china ha tenido siempre un lugar preponderante el pragmatismo, por lo que muchas innovaciones surgieron de necesidades prácticas, básicamente mejorar la agricultura —de donde surgieron el arado de hierro o diferentes sistemas de irrigación— o la defensa.

En los momentos de apertura imperial, el contacto con otros mundos incitó la adopción y mejora de tecnologías. Los inventos chinos no carecen de una fuerte de dosis de inspiración en tecnologías de otras regiones.

Otro factor fue la fuerte fue la irrenunciable tradición de documentarlo todo y conservar los registros. La escritura y la burocracia china permitieron registrar conocimientos técnicos, lo que aseguró su preservación y difusión a través de generaciones.

Estos factores están presentes en el continuo de la historia China y siguen comandando el presente. En su evolución helicoidal, China ha tendido a recorrer, siempre bajo una forma diferente, los mismos estadios. Una de esas fases es el esplendor. En la historia se destacan los de las dinastías Qin, Han, Tang, Song, Ming y Qing, e incluso hubo esplendores en épocas de fragmentación.

En los últimos años China ha puesto proa de modo irrevocable hacia una inversión masiva en I+D, convirtiéndose en uno de los mayores inversores mundiales con un monto que superó los 600 mil millones de dólares en 2023, aproximadamente el 2.5% de su PIB. Así financia avances en inteligencia artificial, 5G, energías renovables y biotecnología. Los fondos y los sectores a los que son aplicados son decididos por el Gobierno, con estrategias como plan “Made in China 2025”, para priorizar el dominio en tecnologías clave (semiconductores, robótica, vehículos eléctricos). El gobierno conduce el avance con una serie de mecanismos que incluyen subsidios, incentivos fiscales y apoyo a empresas como Huawei, BYD o DJI.

La vehemente competencia interna representa un impulso sólido para la innovación. Gigantes tecnológicos como Tencent, ByteDance y Xiaomi compiten ferozmente, mientras que las startups reciben apoyo de capital de riesgo.

La relación actual con otras sociedades como fuente de mejora e inspiración es la mayor que ha tenido China en su historia, dado que la “Reforma y Apertura” se implementó en el momento de inauguración de la “Globalización” acelerada a partir de la década de 1980. El país está profundamente conectado a un mercado global, que además va moldeando, lo que le permite acceder a capital, talento y tecnología, al tiempo que exporta sus innovaciones.

Aunque la economía aparece como absolutamente prioritaria en el desarrollo de las innovaciones, algunos analistas han enfocado ciertas peculiaridades. James Robinson, premio Nobel de Economía 2024, ha sostenido que “la intuición sobre el marco institucional asociado al éxito económico está profundamente arraigada en la cultura occidental, y mi hipótesis es que puede existir un modelo de crecimiento completamente diferente, tal como propuso Confucio, la búsqueda del autocultivo, la armonía familiar, el gobierno del país y la paz en el mundo impulsarán al gobierno a actuar en beneficio del interés colectivo. ¿Por qué nos resulta tan difícil pensar en esta hipótesis? Creo que es porque la teoría social moderna, incluida la economía, se desarrolló en Europa occidental en los siglos XVIII y XIX y se abstrajo en una teoría universal aplicable a todos los tiempos y lugares a través de la interpretación de la historia europea. El caso chino muestra de manera más visceral que esta teoría no es realmente universal, sino culturalmente accidental”.

Prodigios de la tecnología china

Taxis aéreos

Ya se otorgaron los primeros certificados para drones que transportan pasajeros sin piloto a bordo. El EH216-S tiene capacidad para dos pasajeros. En agosto de 2024 un taxi volador comenzó a operar entre el Aeropuerto Internacional de Pudong, en Shanghai, y la ciudad de Suzhou.

Centro de datos gigantesco en el fondo del océano

Equivale a 30.000 PC. Cerca de la isla de Hainan. Usa el océano como sistema de enfriamiento.

Perros robot especializados en rescate y extinción de incendios

Equipados con un cañón que lanza agua a 60 metros. Ya lo han usado los bomberos de Qingdao y se vienen haciendo pruebas en incendios forestales.

Red de banda ancha 10G

Lanzada en abril de 2025, como colaboración de Huawei y China Unicom., con velocidades de descarga de hasta 9834 Mbps y baja latencia, lo que permite aplicaciones como streaming 8K y realidad virtual.

Central híbrida de fusión y fisión nuclear

El objetivo del proyecto de la Southwestern Institute of Physics (SWIP) y la China National Nuclear Corporation (CNNC) es poner en funcionamiento la Fusion Experimental Breeder (FEB) antes de 2030. No utilizaría la fusión para generar electricidad, sino para producir neutrones de alta energía, que sirven para transformar materiales fértiles en combustibles útiles, como el plutonio-239, y además ayudan a reciclar residuos radiactivos.

Drones para contar 142.600 millones de árboles

Investigadores de la Universidad de Beijing trabajan desde 2015, recopilando datos con la tecnología de LiDAR, que utiliza rayos láser para medir distancias y movimientos en tiempo real. Cubrieron más de 1.400 kilómetros cuadrados, en un estudio crucial para analizar la salud del ecosistema forestal y el carbono que puede ser captado por los árboles.

Transistor bidimensional de bismuto

Ante los tratados internacionales que prohíben suministrar tecnología avanzada basada en semiconductores a China, los investigadores chinos inventaron un transistor basado en una capa bidimensional de bismuto y oxígeno, que es 40% más veloz que los transistores de un chip de silicio de tres nanómetros, al mismo tiempo que reduce el consumo energético en 10%.

Robot policial humanoide

PM01, de 1,4 metros y 40 kilos, ha comenzado a patrullar Shenzhen junto a agentes humanos. Utiliza aprendizaje de refuerzo avanzado y LiDAR para la navegación.

Fábricas totalmente automatizadas

Las Dark Factories funcionan sin parar, con las luces apagadas para ahorrar electricidad, operadas por robots colaborativos, IA avanzada, almacenamiento inteligente, sensores y redes de comunicación de alta velocidad, todo conectado por una red 5G. Los sensores avanzados y el Internet de las Cosas (IoT) permiten una supervisión constante de los equipos y productos dentro de la fábrica.

Sol artificial

Manteniendo plasma a altísimas temperaturas, el Reactor EAST imita el proceso que alimenta al sol, prometiendo energía limpia, segura y prácticamente ilimitada, sin residuos radiactivos de larga duración ni riesgo de explosiones.

Minibatería nuclear

Combina la tecnología de desintegración del isótopo nuclear níquel 63 y el primer módulo semiconductor de diamante. Puede generar electricidad de forma estable y autónoma durante 50 años sin necesidad de carga ni mantenimiento en el campo aeroespacial, equipos de inteligencia artificial, equipos médicos, sistemas MEMS, sensores avanzados, pequeños drones y microrobots. Ha entrado en la fase piloto.

Planta de energía solar en el espacio

Tendrá un kilómetro de ancho y se ubicará a 36.000 kilómetros sobre la Tierra, en órbita geoestacionaria —permanecerá fija en la misma posición sobre la Tierra, siempre orientada hacia el sol. Generará anualmente una cantidad de energía equivalente a todo el petróleo que se extrae en la Tierra.

Categorías: Ciencia y Tecnología

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