En el último número de Visión Conjunta, publicación de la Facultad Militar Conjunta, el académico Jorge Malena ofrece algunas pistas sobre las reformas en curso en el Ejército Popular de Liberación, las fuerzas armadas   de China.

En el artículo “La reforma del EPL de China: modernización militar y control político”, el especialista en estudios sobre China de la UCA y el CARI señala que “las recientes purgas de los altos mandos militares chinos han reavivado la pregunta sobre cuán firme ejerce el presidente Xi Jinping la conducción del Ejército Popular de Liberación de China”.

Agrega que “hasta hace poco, Xi Jinping era presentado como el más férreo Comandante en Jefe del EPL desde la época de Mao Zedong. Sin embargo, en los últimos meses, esa imagen pública ha sufrido algunas fisuras. Poco más de doce años después de asumir la presidencia de la Comisión Militar Central (en adelante CMC), Xi purgó a ex vicepresidentes de la CMC, más de cincuenta oficiales en servicio activo con el grado de mayor general o superior, la cúpula de la Fuerza Misilística, al ministro de Defensa y pasó a retiro al jefe del Departamento de Trabajo Político de la CMC (cuya función es mantener el control del partido sobre las FF.AA.). En algunos medios, estas destituciones se explicaron con el argumento de que Xi habría comenzado a perder el control de las FF.AA.”

Para Malena, “esas afirmaciones pueden ser fantasiosas o malintencionadas, pero plantean la siguiente pregunta: ¿Está Xi firmemente al mando del EPL? La dinámica política en el ámbito castrense de China no es un objeto de estudio fácil de examinar, dado su alto grado de confidencialidad. No obstante, existen fuentes confiables para evaluar el tema, que abordan cuestiones como las purgas, los nombramientos, los cambios organizativos, etc. El panorama que emerge de la evidencia que brindan estas fuentes es que Xi Jinping ha tenido un relativo éxito en reafirmar su liderazgo sobre el EPL, aunque eso haya traído aparejado aceptar algunos límites”.

El artículo de Malena comienza con un análisis de las purgas de altos mandos y luego describe la combinación de medidas que Xi ha utilizado desde su llegada al poder del EPL en 2012, para controlar las FF.AA. Posteriormente, analiza los límites de dichas medidas y se evalúa que Xi ha debido respetar algunos grados de autonomía y otros intereses del EPL. El texto concluye considerando los efectos de las decisiones tomadas en el alistamiento del EPL, la relación entre el Partido y las FF.AA., y la capacidad futura de Xi para mantener el control sobre el EPL.

Según el académico, “si bien la corrupción es endémica en algunos ámbitos del EPL, las purgas en los regímenes leninistas también tienen un propósito político. Debido a que las luchas por el poder son otra característica de estos regímenes, el control de las FF.AA. pasa a ser una herramienta vital para que el liderazgo consolide su poder. La autoridad de Xi sobre el EPL no debe ser subestimada ni sobrevalorada, ya que está limitada por las realidades propias del sistema político chino. Xi ha consolidado su propio poder e implementado reformas de amplio alcance, si bien ha debido pagar un precio: para consolidar su autoridad y persuadir al EPL de aceptar las reformas y comprometerse con su misión, Xi ha tenido que respetar ciertos límites, como la autonomía del EPL, lo cual termina afectando su propia autoridad y el objetivo de control civil de las FF.AA”.

Por lo tanto, dice entre sus conclusiones, “nada de lo que Xi ha hecho para controlar la burocracia (incluidas las purgas, rotaciones de personal, ubicar personas de su confianza o reformar los mecanismos de control) garantizaría que el problema se haya resuelto. No hay certeza de que Xi puede estar completamente seguro de lo que el EPL le informa acerca de su grado de alistamiento o de sus deficiencias internas, ya sea causadas por corrupción, liderazgo ineficaz, o ventajas de los adversarios extranjeros. Tal incertidumbre podría afectar su confianza al momento de ordenar al EPL que entre en combate”.