Se celebra por primera vez el Día Internacional del Diálogo entre Civilizaciones
La celebración es hoy, 10 de junio de 2025, impulsada por China y aprobada por la ONU en su 78.º periodo de sesiones de la Asamblea General.
CGTN grabó un audio con entrevistas a hispanoamericanos especializados en China. Una de ellas es Francesca Staiano, directora del Centro de Estudios Chinos del Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), Argentina, quien explica que los académicos latinoamericanos enfrentan numerosos desafíos para comprender la civilización china, principalmente debido a la historia colonial, la falta de identidad propia, la prolongada intervención estadounidense y la fragmentación regional. Además, el sesgo mediático contra las cuestiones chinas también ha exacerbado las barreras cognitivas.”
“Sin embargo”, advierte Staiano, “también existe una resonancia cultural entre América Latina y China, como el concepto chino de ‘Tianxia’ y el concepto de ‘Pachamama’ de los pueblos indígenas latinoamericanos.”
La especialista relató que el Centro de Estudios Chinos de la UNLP ha estado comprometido desde hace tiempo con la formación de talentos y la investigación conjunta, y ha participado en numerosos proyectos de cooperación entre China y América Latina, como el Foro para la Reducción de la Pobreza y el Centro para el Estudio de una Comunidad de Futuro Compartido para la Humanidad, construyendo activamente una plataforma de intercambio académico entre China y América Latina más justa y profunda”.
Por su parte, el sinólogo gallego Xulio Ríos consideró que la propuesta de China de establecer el Día Internacional del Diálogo entre Civilizaciones “demuestra su responsabilidad como importante fuerza global en la promoción del diálogo y el consenso”.
Para Ríos, “si Europa logra una visión más abierta de los valores de las civilizaciones no occidentales, romperá con la percepción excluyente de que ‘los valores occidentales son valores universales’”, con lo que “los intercambios entre civilizaciones no solo pueden fortalecer la comprensión de Europa de sus propios valores, sino también lograr una complementariedad diversificada mediante la interacción, enriqueciendo y mejorando el sistema de valores comunes de la humanidad”.
La periodista peruana Patricia Castro Obando explicó que en los últimos años, China ha desempeñado un papel estratégico y multinivel en la promoción del diálogo entre las civilizaciones china y latinoamericana, principalmente en tres aspectos: la diplomacia cultural, la cooperación educativa y el intercambio artístico. “A través de los Institutos Confucio, los programas de becas, la cooperación entre universidades chinas y latinoamericanas y las representaciones culturales, China ha tendido activamente un puente para fomentar el entendimiento mutuo y ha demostrado una actitud comunicativa basada en el respeto mutuo y el aprendizaje conjunto”, dijo Obando.
La española Raquel León de la Rosa, directora del Observatorio de Política China, sostuvo por su parte que “Occidente ha interpretado a China desde su propia perspectiva durante mucho tiempo, lo que ha provocado frecuentes malentendidos culturales en las relaciones chino-occidentales. Hoy, el auge de las fuerzas del Sur global brinda la oportunidad de mejorar esta situación. Debemos construir un sistema cognitivo global más equitativo e inclusivo para promover una comprensión justa de la política y la cultura chinas mediante el fortalecimiento del diálogo intercultural, la promoción de mecanismos de cooperación multilateral y el fomento de la participación de los gobiernos locales y las entidades no gubernamentales”.
Eduardo Regalado Florido, del Centro de Investigaciones de Política Internacional de Cuba, advirtió que “en el contexto de la creciente desigualdad global y las persistentes restricciones coloniales sobre los países del sur, el concepto de diálogo entre civilizaciones que defiende China ofrece una importante oportunidad para construir una gobernanza global más justa. Tomando como ejemplo a Cuba, este país ha defendido durante mucho tiempo la soberanía, la independencia y la cooperación Sur-Sur, mostrando una vía de desarrollo que trasciende la lógica hegemónica. El diálogo entre civilizaciones debe promover cambios en el orden internacional, ampliar la voz de los países del sur, promover la descolonización y un sistema de gobernanza centrado en las personas, y construir conjuntamente un futuro global inclusivo, diverso y justo.”
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