Un palacete neomorisco, cines de lujo, salones de baile y los restos de un frontón de pelota vasca esconden en la ciudad china las marcas de una comunidad pequeña, pero que supo marcar tendencias, dice una crónica sobre Shanghái escrita por Lucila Carzoglio y Salvador Marinaro.

Ambos argentinos viven hace unos años allí, con tareas académicas y culturales, son autores de la Guía de Shanghái del Instituto Cervantes y coeditores de la revista Chopsuey.

Para el diario El País de España escribieron: “Algunos dicen que Shanghái empezó como un mercado de pescadores de cangrejos; otros, que los primeros habitantes llegaron del sur de China escapando de los mongoles. Se asentaron en el viejo puerto, donde siglos más tarde levantaron murallas para frenar a los piratas japoneses; murallas que, en 1842, no resistieron a los cañones británicos”.

Señalan que algunos consideran que “la verdadera Shanghái, la de torres vidriadas y luces de colores, nació en 1992, cuando el Gobierno chino impulsó la construcción del distrito financiero al oeste del río”.

Lo cierto, escriben “es que pocas ciudades se transformaron tanto y tan rápido. De aldea de campesinos a enclave colonial, de bastión revolucionario a puerto global con el tercer PBI urbano más grande del mundo, Shanghái siempre estuvo a la vanguardia. Incluso mucho antes de los rascacielos y trenes ultraveloces atrajo a aventureros y exiliados. Refugio de rusos zaristas, banqueros bagdadíes, pensadores revolucionarios o contrabandistas de opio, la metrópolis china reunió a la población más cosmopolita de Asia durante la primera mitad del siglo XX, hasta convertirse también en un rincón para los españoles”.

Para Carzoglio y Marinar, los rasgos hispanos de Shanghái pueden verse en un viejo cine fundado por un granadino, los Apartamentos Ramos, el antiguo Hotel Astor -hoy Museo de la Bolsa, ubicado en la calle Huangpu- o en la villa de la familia Rosenfeld sobre en la calle Dongping, donde un restaurante exclusivo revive la elegancia de antaño, entre otros sitios que recorrieron y describen.

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