Foro CELAC+China: opiniones desde Macao y Shanghái

16 mayo, 2025

Rong Xiaolan, de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Macao, y Zhang Huanyi, de la Universidad de Shanghái, reflexionaron para DangDai sobre la reciente cumbre CELAC+China, la relación entre ambas partes en el actual contexto geopolítico y el discurso del presidente chino Xi Jinping.

Ejemplo de solidaridad y cooperación entre los países del Sur global

Por Rong Xiaolan, para DangDai (*). El Presidente Xi Jinping anunció cinco programas entre China y América Latina y el Caribe a fin de planificar juntos para el desarrollo y la revitalización y construir juntos la comunidad de futuro compartido China-ALC

El 13 de mayo de 2025 se celebró en Beijing la Cuarta Reunión Ministerial del Foro China-Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Este año marca el décimo aniversario del lanzamiento oficial del Foro China-CELAC (FCC). Desde que se celebrara la primera reunión ministerial del FCC en 2015, las relaciones entre China y América Latina y el Caribe (ALC) han logrado resultados fructíferos en múltiples áreas. El mecanismo del foro también se ha ido adquiriendo mayor madurez, lo que ofrece una plataforma importante para el diálogo equitativo y la cooperación mutuamente beneficiosa entre China y ALC. El presidente Xi Jinping asistió a la Inauguración de la reunión y pronunció una intervención principal, revisando el progreso de las relaciones China-ALC, exponiendo las connotaciones ricas, los logros prácticos y las perspectivas amplias del importante concepto de la comunidad de futuro compartido China-ALC. Asimismo, presentó nuevas iniciativas y medidas para fomentar el crecimiento de tantas relaciones.

El Presidente de Colombia y Presidente Pro Tempore de la CELAC Gustavo Pedro, el Presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva, el Presidente de Chile Gabriel Boric, y la Presidenta del Nuevo Banco de Desarrollo de BRICS Dilma Rousseff dieron respectivamente discursos, mientras que valoraron altamente los logros destacados alcanzados por el Foro en la última década de desarrollo, y afirmaron la gran contribución de tanto el concepto de la construcción de la comunidad de futuro compartido de la humanidad como las tres Iniciativas Globales propuestos por el Presidente Xi, para la paz mundial, la prosperidad y el progreso. La celebración de este evento y la propuesta de los cinco programas no sólo dibujan un nuevo modelo para la profundización ulterior de las relaciones China-ALC y la construcción de una comunidad de futuro compartido entre ambos actores, sino que también establecen un nuevo ejemplo de solidaridad y cooperación entre los países del Sur global.

El programa de la solidaridad profundiza la confianza política mutua entre China y ALC. China se dispone a seguir apoyándose mutuamente con ALC en las cuestiones tocantes a nuestros intereses vitales y preocupaciones fundamentales, fortalecer la comunicación y la coordinación sobre los temas internacionales y regionales de trascendencia, y defender firmemente el sistema internacional centrado en la ONU y el orden internacional basado en el derecho internacional. Durante la última década, la base de la confianza política mutua China-ALC ha ido sólidamente. China apoya enérgicamente a los países de ALC en la defensa de la soberanía e independencia, y estos últimos, por lo general, se adhieren al principio de una sola China. Todas las partes mantienen diálogos de alto nivel frecuentes. China ha establecido una comunidad de futuro compartido con Cuba y con Brasil, una “comunidad China-Brasil con un futuro compartido para un mundo más justo y un planeta más sostenible”. El programa de la solidaridad contribuirá a mejorar aún más la influencia y la competitividad de China, ALC y los países del Sur global en el escenario internacional, fortalecerá las capacidades de coordinación y cooperación multilateral de China y ALC en asuntos internacionales y profundizará la confianza política mutua. No sólo sentará una base sólida para el desarrollo de las relaciones China-ALC, sino que también promoverá la construcción de un nuevo orden político y económico internacional más justo y equitativo.

El programa del desarrollo promueve la cooperación económica China-ALC. China está dispuesta a trabajar con ALC para implementar juntos la Iniciativas para el Desarrollo Global, defender firmemente el sistema multilateral de comercio y fortalecer la articulación de estrategias de desarrollo en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta. China importará más productos de calidad desde ALC, animará a sus empresas a aumentar las inversiones en ALC, y proporcionará una línea de crédito valorada en 66 mil millones de yuanes (RMB) a ALC. En los últimos diez años, la cooperación pragmática con ALC ha cosechado logros notables. Se han cumplido con creces los préstamos especiales para infraestructura, se ha implementado más del 80% del paquete financiero, se han completado proyectos grandes como el Puerto de Chancay, y ha surgido una dinámica cooperación en nuevas energías, energía fotovoltaica, vehículos eléctricos, tecnología digital y comercio electrónico transfronterizo. El programa del desarrollo impulsará la potencial complementariedad económica entre China y ALC, fomentando el crecimiento del comercio y las inversiones bilaterales. No sólo promoverá la transformación económica y el progreso de los países latinoamericanos, sino que también potenciará la construcción de un sistema económico abierto de nueva generación en China y ayudará a impulsar el desarrollo de alta calidad de la economía.

El programa de las civilizaciones y el programa de los pueblos fomentan los intercambios culturales entre China y ALC. China se compromete a trabajar con ALC para implementar juntos la Iniciativa para la Civilización Global, profundizar los intercambios y el aprendizaje mutuo entre las civilizaciones de China y ALC, abogar por la celebración de la conferencia de diálogo entre civilizaciones China-ALC, la Temporada de Arte Latinoamericano y Caribeño, el diálogo sobre turismo, así como la cooperación en investigación de civilizaciones antiguas y en educación vocacional. El programa de los pueblos proporciona una gran cantidad de becas gubernamentales y oportunidades de formación en China, ejecuta proyectos de bienestar “pequeños pero hermosos” y aplica la política de exención de visas para facilitar aún más los intercambios amistosos del personal entre ambas partes. El Foro de Diálogo entre las Civilizaciones de China y América Latina y el Caribe ha celebrado con éxito durante siete sesiones, mientras que las olas de “fiebre latinoamericana” en China y “fiebre china” en ALC persisten en crecer. Estos dos programas abarcan ámbitos como la historia, el arte, el turismo, la educación, la cultura y la vida cotidiana, que no sólo beneficiarán directamente a millones de personas en ambos lados del Pacífico, sino que también fortalecerán los intercambios y la amistad entre los pueblos y mejorarán el entendimiento mutuo hacia la cooperación bilateral, a fin de consolidar la base pública para las relaciones China-ALC.

El programa de la paz fortalece la cooperación en seguridad entre China y ALC. China se dispone a trabajar con ALC para implementar juntos la Iniciativa para Seguridad Global y fortalecer la cooperación en las áreas de la gestión de desastres, la ciberseguridad, y la lucha contra el terrorismo, corrupción, droga y crimen organizado transnacional. China va a implementar proyectos de capacitación en materia de aplicación de la ley de acuerdo con las necesidades de los países miembros de la CELAC, y proporcionará asistencia de equipos dentro de sus capacidades. China y ALC ya han establecido un sistema compartido de alerta temprana para huracanes en el Caribe y han realizado ejercicios antiterroristas conjuntos. Además, China ha suministrado equipos de monitoreo con drones a México, Chile y otros países, mientras que unas empresas chinas han fundado un centro regional de emergencia de ciberseguridad junto con Argentina y Brasil. El programa de la paz seguirá centrándose en la cooperación en el campo de la seguridad no tradicional, establecerá un mecanismo de largo plazo para la colaboración en seguridad entre China y ALC, a fin de afrontar conjuntamente los desafíos transnacionales y crear un entorno regional seguro y estable para el desarrollo de China y ALC.

En general, la convocatoria de la Cuarta Reunión Ministerial del FCC marca la apertura oficial de un nuevo capítulo en el desarrollo de las relaciones China-ALC y la construcción de la comunidad de futuro compartido China-ALC. Los cinco programas propuestos en la reunión transforman el concepto de una comunidad de futuro compartido de la humanidad en una realidad práctica a través de medidas específicas en múltiples campos, que consisten en la confianza política mutua, la cooperación económica, los intercambios culturales y la cooperación en materia de seguridad. Se construye un modelo de cooperación integral, multinivel y de amplio espectro, guiando la cooperación China-ALC hacia una dirección más estrecha, profunda y sostenible, con el objetivo de alcanzar el desarrollo y la revitalización comunes. A punto de entrar en la segunda década, el FCC verá a ambas partes trabajar conjuntamente para materializar los resultados de la conferencia a través de acciones prácticas, generando más beneficios para sus pueblos, impulsando la cooperación sur-sur y contribuyendo a la construcción de una comunidad de futuro compartido de la humanidad.

La reunión adopta la “Declaración de Beijing de la Cuarta Reunión Ministerial del Foro China-CELAC” y el “Plan de Acción Conjunto CELAC-China para la Cooperación en Áreas Clave (2025-2027)”.

 (*) Candidata a doctorado en Relaciones Internacionales en el Instituto de Estudios Sociales y Culturales de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Macao.

Cooperación chino-latinoamericana: una elección realista y una responsabilidad histórica

Por Zhang Huanyi (**), para DangDai. El 13 de mayo de 2025, el presidente Xi Jinping inauguró en Beijing la Cuarta Reunión Ministerial del Foro China-Celac , donde presentó el discurso “Escribir un nuevo capítulo en la construcción de una comunidad de futuro compartido entre China y América Latina”. En su mensaje, repasó los principales logros del Foro en los últimos diez años y propuso una hoja de ruta clara para fortalecer la relación bilateral. Destacó cinco ejes de trabajo —unidad, desarrollo, cultura, paz y cercanía entre los pueblos— que marcan el inicio de una nueva etapa más estructurada y amplia en la cooperación sino-latinoamericana.

En un mundo en transformación, los países del Sur Global están asumiendo un papel cada vez más relevante. El impulso de las relaciones entre China y América Latina responde al espíritu de la cooperación Sur-Sur y al interés común de ganar mayor peso en la gobernanza internacional. Las propuestas chinas reflejan un compromiso con el desarrollo inclusivo y el multilateralismo, y abren nuevas oportunidades para que América Latina avance hacia un crecimiento más autónomo y sostenible.

  1. Una década de progreso: China y América Latina abren una nueva etapa de cooperación

Desde la creación del Foro China-CELAC en 2015, la relación entre ambas regiones ha evolucionado de un intercambio comercial básico a una cooperación más amplia y diversa. Lo que comenzó como un primer acercamiento hoy se consolida como una alianza sólida en expansión.

China se ha convertido en un socio comercial clave para muchos países latinoamericanos. El comercio bilateral ha crecido de manera constante, con avances importantes en sectores como agricultura, minería, energía e industria. Durante la pandemia de COVID-19, el apoyo mutuo reforzó la confianza política y la cercanía entre los pueblos.

El presidente Xi Jinping ha definido esta asociación con cuatro principios fundamentales: igualdad, beneficio mutuo, apertura y bienestar compartido. Estos valores reflejan el compromiso de construir un futuro común basado en el desarrollo conjunto. Hoy, la relación entre China y América Latina trasciende la lógica geopolítica tradicional y se presenta como un ejemplo de cooperación efectiva entre países del Sur Global.

II. Cinco Programas: una nueva hoja de ruta para la cooperación China–América Latina

En su reciente discurso, el presidente Xi Jinping presentó cinco ejes programas para el futuro de las relaciones sino-latinoamericanas: solidaridad, desarrollo, civilización, paz y conectividad pueblo a pueblo. Estas propuestas trazan una visión integral para fortalecer la cooperación entre ambas regiones.

Primero, el Programa de Solidaridad subraya la importancia de la confianza política y la coordinación internacional. China respalda los esfuerzos de América Latina por ganar mayor influencia global y defiende un orden internacional basado en la ONU. Esta postura responde a los desafíos del unilateralismo y refleja el compromiso del Sur Global con la justicia y la equidad.

Segundo, el Programa de Desarrollo propone una cooperación más profunda en áreas como economía digital, energía limpia e inteligencia artificial, en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta. El objetivo es diversificar el comercio, impulsar inversiones chinas en la región y apoyar la modernización productiva latinoamericana. Esto fortalece, además, la Iniciativa para el Desarrollo Global de manera concreta.

Tercero, el Programa de Civilización busca reforzar los lazos humanos y promover una visión de civilización basada en la igualdad, el diálogo y la inclusión. Esta propuesta responde al llamado global al entendimiento entre culturas y sienta las bases para una relación más sólida, tanto política como económica.

Cuarto, el Programa de Paz amplía la cooperación en seguridad. Ante los crecientes desafíos no tradicionales, como la ciberseguridad, el narcotráfico y la corrupción, China y América Latina tienen un interés común en fortalecer sus capacidades de respuesta.

Quinto, el Programa de Conectividad Pueblo a Pueblo promueve un contacto más directo entre las sociedades. Esto incluye más becas, proyectos sociales concretos, enseñanza del chino y facilidades migratorias, buscando que la relación bilateral llegue también a nivel ciudadano.

Estos cinco programas no son acciones aisladas, sino parte de un enfoque coordinado y de largo plazo. Representan tanto una hoja de ruta para la cooperación China–América Latina como un modelo renovado de colaboración Sur-Sur en el siglo XXI.

III. La resonancia del Sur Global: el significado global de la cooperación China–América Latina

El mundo atraviesa una etapa de profundos cambios y creciente inestabilidad. La brecha entre el Norte y el Sur se amplía, mientras avanzan el proteccionismo y el unilateralismo. En este contexto, el modelo de cooperación entre China y América Latina se presenta como una alternativa a la lógica tradicional de “asistencia y dependencia”, basada en una relación de socios iguales.

La sintonía entre China y los países latinoamericanos en temas clave de la agenda global, como la reforma del sistema multilateral, el cambio climático o la transición energética, refleja el impulso del Sur Global por ganar autonomía estratégica y construir un orden internacional más justo. Como señaló el presidente Xi Jinping: “China y América Latina somos miembros importantes del Sur Global; la independencia es nuestra tradición y el desarrollo, un derecho legítimo.”

Ambas partes comparten posiciones en foros como la ONU y se están consolidando como actores relevantes en los esfuerzos por reformar y mejorar los mecanismos de gobernanza global.

Por otra parte, América Latina ha enfrentado históricamente las secuelas del colonialismo y el dominio externo, con desafíos persistentes como la “maldición de los recursos” y los ciclos de estancamiento. Frente a modelos occidentales marcados por el endeudamiento o el aprovechamiento de recursos, la propuesta china, centrada en la cooperación equitativa y el beneficio mutuo, ha sido bien recibida en la región. Esta visión no solo ofrece una vía práctica para el desarrollo, sino que también brinda un marco teórico renovado para la cooperación entre los países del Sur Global.

IV. Mirada al futuro: reconocer los desafíos y avanzar juntos

El año 2025 marca el décimo aniversario del mecanismo de cooperación integral entr China y América Latina, en un momento clave para el futuro de la relación bilateral. No obstante, en un escenario internacional cambiante y con tensiones políticas y económicas en la región, persisten desafíos e incertidumbres que ambas partes deben abordar con atención y responsabilidad.

Uno de los principales factores de riesgo es la inestabilidad interna en algunos países latinoamericanos. Los frecuentes cambios de gobierno y la volatilidad política pueden afectar la continuidad de proyectos y generar ajustes en las políticas públicas. En este contexto, avanzar hacia una cooperación más institucionalizada y de largo plazo, respetando siempre la soberanía nacional, es un desafío crucial para China.

En segundo lugar, las tensiones geopolíticas también juegan un papel relevante. Estados Unidos continúa considerando a América Latina como parte de su esfera de influencia y observa con recelo la creciente presencia china en la región. Iniciativas como la Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas (APEP) buscan reafirmar ese liderazgo y limitar la expansión de otros actores. Esto obliga a China a consolidar un marco de cooperación más estable y resiliente con América Latina.

Un tercer desafío es la brecha de percepción. Aún persisten dudas y malentendidos en sectores sociales sobre temas como el cumplimiento de normas laborales, estándares ambientales o prácticas empresariales. Además, el limitado intercambio cultural y mediático puede alimentar estereotipos y resistencias. Por ello, se vuelve esencial reforzar la diplomacia pública, los vínculos educativos, el diálogo entre sectores productivos y la cooperación entre medios de comunicación.

Finalmente, las empresas chinas deben equilibrar los beneficios económicos con la responsabilidad social. Las inversiones deben priorizar el desarrollo sostenible, la protección ambiental y las necesidades de las comunidades locales, evitando caer en narrativas externas que las asocien con formas de “neocolonialismo”.

Solo a través de una visión estratégica compartida, una cooperación mejor estructurada y un diálogo más amplio y profundo, será posible llevar la relación China–América Latina a una nueva etapa: del crecimiento acelerado al desarrollo de alta calidad.

En el décimo aniversario del Foro China-CELAC, China ha presentado una nueva visión para construir una comunidad de futuro compartido con América Latina. Esta propuesta no solo resume los logros alcanzados, sino que también reafirma el compromiso con una cooperación a largo plazo.

En un momento en que el multilateralismo y la globalización enfrentan crecientes desafíos, el fortalecimiento de las relaciones entre China y América Latina puede convertirse en un factor clave para impulsar una transformación más justa del sistema de gobernanza global. Si ambas partes mantienen el respeto mutuo, buscan beneficios compartidos, y abordan con realismo los desafíos, será posible trazar un camino propio hacia una asociación sólida y duradera.

Como bien expresó el presidente Xi Jinping: “No importa cómo cambie el mundo, China siempre será una buena amiga y una buena socia de América Latina y el Caribe.” En esta travesía hacia el futuro, caminar juntos no solo es una elección acertada, sino también una responsabilidad que impone nuestra época.

(**)  Estudiante de maestría en la Universidad de Shanghái.

Categorías: Latinoamérica

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