“El primer argentino que viajó a China fue un boliviano: Eduardo Wilde”, quien era “nacido y criado en Tupiza, donde se había refugiado su familia unitaria, en su adolescencia”, tras la caída de Juan Manuel de Rosas.

Wilde, cuenta Guillermo David este domingo en Página12, “retornó para estudiar en el Colegio Nacional en Concepción del Uruguay, donde compartió aulas con Julio Argentino Roca” (años después, agrega, este sería el amante de su esposa).

La nota dice que luego de una estancia en Euripa viajó a China y que las únicas dos ciudades que Wilde conoció allí fueron Hong Kong y Cantón (Guangzhou). También subraya el etnocentrismo de la época con toda su carga prejuiciosa y racial. “Hombre de su época, ardiente defensor de la modernidad, prima en Wilde la desvalorización de ese otro inasimilable que lo perturba y exaspera a tal punto que su locuacidad habitual se detiene ante lo que no comprende: ‘Todo en el Celeste Imperio es raro, contradictorio e ilógico, a mi ver’”, escribió el hombre, entre otros asombrosos conceptos.