Alfabetización plena en China: ¿una breve ventana?
Con el intenso uso de los dispositivos electrónicos para la comunicación, los jóvenes chinos van perdiendo la capacidad de escribir, lo que podría encerrar la capacidad de prácticamente toda la población de China de escribir a mano a unas pocas décadas dentro de la larga historia de la escritura del país.
Por Gustavo Ng. Mi padre proviene de una familia de clase media de la China de 1930. Prueba de ello es que hizo la escuela primaria en esa época.
Cuando Mao asumió el poder tras la victoria del Partido Comunista y la Revolución de 1949, el analfabetismo en China superaba el 80%.
Desde que fue siendo inventada, quizás entre 8000 y 3000 años atrás, y a lo largo de toda la historia de China hasta que fue instaurado el socialismo en 1949, la escritura fue concebida tanto un pilar de la identidad nacional como un recurso exclusivamente en poder de las élites. Nunca fue entendida como un bien para toda la sociedad. Posiblemente jamás haya llegado antes a cerca del 20% de mitad del siglo XX.
Sesenta años después, según la UNESCO, 100% de los jóvenes de 15 a 24 años está alfabetizado.
Ahora bien, hace unos días fui testigo de una escena interesante. Mi padre y su esposa hablan cantonés y las poquísimas palabras del idioma chino que manejo son del mandarín. Son dos idiomas muy disímiles. Como se sabe, se escriben igual, pero se pronuncian distinto. La mujer de mi padre me dijo el nombre de una ciudad en cantonés y como no le entendí, le pedí que la escribiera. La ciudad era Chongqing, una ciudad muy famosa. Ella se puso a escribirla, pero titubeó, se detuvo y finalmente fue a pedirle a su marido, 28 años mayor, que la ayudara —ella tiene 60 años, mi padre 88. Mi padre escribió el nombre correctamente y con hermosa caligrafía.
¿Por qué su esposa no recordaba cómo escribir 重庆?
Tíbǐ wàngzì” (提笔忘字) es el nombre que se le ha dado al fenómeno de los jóvenes que pierden la capacidad de escribir caracteres chinos a mano. Literalmente significa “tomar la lapicera y olvidar el caracter”.
Se explica por la creciente dependencia de tecnologías digitales —computadoras, smartphones—, que utilizan métodos de entrada basados en pinyin, que es la transliteración fonética de los caracteres: se escriben los caracteres como suenan, con letras del alfabeto romano, y el dispositivo ofrece un menú de caracteres escritos que se pronuncian de esa manera.
Los jóvenes chinos utilizan cada vez más dispositivos electrónicos para escribir, lo que hace innecesario memorizar cómo hacer los trazos exactos y el orden correcto.
Un estudio de China Youth Daily de hace ya 15 años detectó que el 83% de las personas encuestadas reportaron problemas para escribir caracteres a mano y que 43% de los chinos sólo escribía a mano para firmas o formularios. Nada hace pensar que el fenómeno se haya detenido y sí que se haya profundizado.
Recordemos que hacen falta entre 2.000 y 3.000 caracteres para leer el diario o para terminar la escuela primaria. Un chico de 13 años debe saber escribir de memoria, a mano, esa cantidad.
En fin, escribir caracteres chinos es un proceso neuromuscular que demanda una práctica repetitiva intensa para memorizarlos y la falta de práctica manual, debido al uso de teclados, lleva a una amnesia de caracteres.
Desde 2011 el Ministerio de Educación promueve clases de caligrafía en las escuelas, con énfasis en estudiantes más jóvenes.
Algunos lingüistas advierten que olvidar cómo escribir podría afectar diferentes capacidades, entre ellas la de lectura.
Quizás en no muchos años, el porcentaje de chinos que puedan escribir a mano la cantidad de caracteres necesarios para considerarlos alfabetizados, se reduzca a 20%. No serían exactamente analfabetos, porque de todos modos reconocerían miles de caracteres y podrían escribirlos usando aparatos, pero China volvería a tener sólo 20% de su población que sabe escribir con sólo una lapicera y un papel, y así la alfabetización plena habrá sido una ventana de 80 o 90 años en 8000 años de escritura.
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