Punto de quiebre: ¿Comenzó el momento de China?

13 abril, 2025

El sinólogo Joaquín Sáez Lagos se refiere a los eventos recientes que indican un cambio en el que China comienza a ser el epicentro del progreso tecnológico y económico del mundo.

Por Lucas Gualda. Se extraña a Henry Kissinger en estos momentos. El académico que mejor entendió el vínculo entre norteamericanos y chinos dejó este plano hace poco más de un año. Quizás, le hicieron un favor, porque el contexto actual sin dudas le habría afectado. 

La relación Estados Unidos – China hoy se ve desde el prisma de la trampa de Tucídides, tesis acuñada por Graham Allison, estudioso que tomó la posta dejada por el mencionado arriba. Invitado a China en múltiples ocasiones, el profesor de la Kennedy School de Harvard es hoy la voz más autorizada para explicar y animarse a predecir lo que viene entre estos países.

Su tesis de la trampa de Tucídides, inspirada en el historiador griego, sostiene que el ascenso de China, así como el de la ciudad-Estado de Atenas en la antigüedad, irrefrenable lo enfrentará a los EEUU, el actual hegemón, de la misma forma que sucedió en Grecia entre atenienses y espartanos. 

Lo que vino luego del furor por esta idea, ha sido el afán chino por querer sortearla, tanto desde los dichos, como de los hechos. El problema hoy es que son cada vez más bajas las posibilidades de que el evento no ocurra. De hecho, nos encontramos en medio de un conflicto comercial entre ambos países como nunca antes se había visto. Allison va a seguir vendiendo libros.

El tecnólogo David Galbraith hace unos pocos días en la red social X esbozó una tesis inquietante: el dominio chino en la manufactura es el factor por el cual el liderazgo de Beijing es un hecho, y por más esfuerzo que haga Washington con la Ley Chips y otras medidas como los recientes aranceles impuestos por Donald Trump (no nos atrevemos a dar como definitivo porque en una sola semana el conflicto no cesó en su escalada), el escenario ya no se puede revertir. 

El objetivo de este artículo es repasar algunos de esos hitos en el ascenso económico global chino, y lo haré con la compañía de otro sinólogo, mi querido colega Joaquín Sáez Lagos, Antropólogo Social por la Universidad de Chile, actual Maestrando en Relaciones Internacionales en la misma casa de estudios, que presentó el año pasado su libro “Guanxi Made in Chile: Relaciones académicas, políticas y comerciales con China” en el Congreso Latinoamericano de Estudios Chinos de la Universidad Nacional de la Plata.

Invierta en materia prima, la materia prima nunca defrauda

Este título que parafrasea al típico cartel que se encuentra en las inmobiliarias, viene a colación de que estamos en un momento de la economía mundial donde estos bienes son más relevantes que nunca.

Si tuviésemos que nombrar tres drivers principales del mundo que viene, hay dos que salen “de taquito”, la inteligencia artificial, y la transición energética, el tercero lo dejo a elección del lector (aunque le sugiero se incline por el descenso de la tasa de natalidad, a la par de las generaciones más longevas de la historia). 

Y si algo vincula a la inteligencia artificial con la transición energética, es que se disputan los mismos materiales, y por ahora, el éxito de uno complica el del otro. A priori, no son complementarias, sino todo lo contrario. 

A finales de marzo explotó en las redes sociales la generación de imágenes al estilo “Studio Ghibli” en ChatGPT. Horas después Sam Altman, fundador y CEO de la compañía, pedía que por favor dejaran de hacerlo ya que los chips “se estaban fundiendo”. El consumo de electricidad, y de agua (aunque se conoció que no hay pérdida del líquido ya que se trata de sistemas cerrados, donde la misma se recicla constantemente), alcanza constantemente nuevos máximos históricos. La IA no fue creada del aire, su contraparte es un consumo de recursos feroz.

El camino hacia la transición energética ya venía complejo y, a pesar de que parece seguir en el telón de fondo, lo cierto es que la lucha por los recursos estratégicos está más caliente que nunca. Especialmente lo referido a las tierras raras (siempre una espada de China en esta ya constante guerra comercial), pero también y principalmente, del litio, elemento clave para la industria de los autos eléctricos y los dispositivos electrónicos en general.

No por nada el Presidente Trump apenas asumió puso primera en su intención por quedarse con Groenlandia. La gruesa capa de permafrost que comienza a derretirse con el cambio climático, aloja quién sabe cuántos de esos valiosos minerales. Aparentemente una buena cantidad, algo que permita aunque sea un poco, reducir la enorme dependencia mundial para con los chinos, los máximos productores por escándalo de estos metales (lantánidos y actínidos, esos elementos que son agrupados, y luego mostrados por separado fuera de la tabla, seguro los vio alguna vez).

Respecto al litio, materia prima que concierne a nuestra región, la respuesta de Sáez es vehemente: “El litio es el elemento necesario para promover las energías renovables. China, Australia, Bolivia, Chile y Argentina concentran sus mayores reservas; Beijing ya ha hecho tratos para desarrollar joint ventures con los tres países sudamericanos, por lo que la brújula geopolítica andará apuntando al Triángulo del Litio por seguro, más aún si se le suma el megapuerto de Chancay (Perú) para reducir los tiempos de importación y exportación en la región. Pero el camino no termina ahí, pues los corredores bioceánicos serían el paso siguiente, consolidando la premisa de la conectividad que la Belt and Road Initiative ha promocionado constantemente. Nada nuevo por cierto, desde el 2020 que los Informes China-CELAC dan cuenta de esto, aunque la incertidumbre de la región, los cambios de gobierno, fracturas en los poderes del Estado y crisis de todo tipo han extendido los plazos. Pero los chinos tienen orientación a largo plazo y esta la han compartido con sus planes a Latinoamérica, como hace 6 años decía Osvaldo Rosales en el libro ‘El Sueño Chino’”. 

Oíd el ruido de rotas cadenas (de valor)

Latinoamérica, se lo proponga o no, aunque aún esté atrapada en un debate (y no tan debate, a veces cosas un tanto más acaloradas y violentas) circular, será clave para el orden económico futuro. Un futuro no tan lejano, puesto que las decisiones de Trump en materia de intercambio comercial pueden actuar como catalizador de procesos que se venían avisando, en especial todo lo concerniente a las cadenas de valor.

En esa dirección, afirma el investigador chileno que “los ciclos económicos largos fueron la tónica de la revolución industrial, que por cierto en la historia de la humanidad representan tan solo los últimos segundos de un calendario extenso desde que aparece el primer homínido. Imagínense lo intensivo entonces que fue la industrialización china, que no le tomó 200 sino 50 años, por ello el compromiso también debe ser intensivo, como propone la conceptualización de la Civilización Ecológica, rescatando elementos del taoísmo para la relación humano-naturaleza”. 

Esta reinterpretación con “características chinas” dio como resultado una de las máximas sorpresas modernas. Gracias al impulso de las redes sociales, una de ellas made in China como Tik Tok, cada vez más usuarios en todo el mundo pueden ver y apreciar las maravillosas ciudades tecnológicas. 

Quedará a criterio de cada uno el pensar si la “reforma y apertura” de China fue un efecto buscado, o se trató del mayor caso de externalidad positiva del sistema capitalista. El comercio global que hoy disfrutamos, esas mieles se originan en esa decisión por abrir al mundo al país, conocida desde ese momento hace más de 45 años como la fábrica del mundo. Hoy ese país es quien levanta las banderas del libre comercio, quien salvaguarda lo que los hizo grandes a ellos, y consecuentemente, al mundo entero en la era más extendida de prosperidad que se conozca.

Esa fábrica, conocida en el mundo primeramente a través de marcas americanas y europeas, que se han llevado los laureles con su marketing y “diseño”; luego lo hizo por las incipientes marcas nacionales, en principio, para consumo de los propios chinos. Ahora, lo que vemos es una fase de internacionalización de las marcas chinas que puso al mundo entero en alerta. ¿Estamos ante un punto de quiebre a favor de la industria china?, o mejor dicho, ¿a favor de los productos terminados con origen y marcas chinas? 

Para Henry Huiyao Yang, presidente del Center for China and Globalization (CCG), que es además uno de los intelectuales con fluido diálogo con el mencionado Allison, el efecto colateral de los aranceles es que los EEUU se autoinfligen una derrota. Comentario hecho a partir de una errada premisa que el vicepresidente de los EEUU, JD Vance, mencionó en un discurso, acerca de que la globalización consta de pedir plata a peones chinos para comprar los productos que ellos mismos fabrican. 

Y cuando decimos errada, es porque en el mismo país hay puntos de vista más interesantes. Tal es el caso de Larry Summers, quien se desempeño como 10 años como Secretario del Tesoro, en la presidencia Clinton. Para el economista, que EEUU compre bienes terminados enviando “papeles” que ellos mismos imprimen, sin dudas es una situación ventajosa. El ascenso de ambos países ha sido fruto de su interdependencia. ¿Fue así entre atenienses y espartanos también?

Opina Sáez que “en un momento de búsqueda de recursos estratégicos e inversiones en materias primas, el golpe de batuta que Trump agitó en el ‘Dia de la Liberación’, entonó un réquiem que confirma el fin del famoso orden unipolar, ese del que tanto hablaba Fukuyama, y que implícitamente se consideraba parte del Consenso de Washington. Kissinger nos advirtió, puso un acento de comprensión en lo asiatico dentro de sus análisis, que hoy vemos más contingente que nunca”. 

Más allá de la cerrazón norteamericana, volviendo a Yang, para el académico es difícil pensar que China comercie menos con la UE (su principal socio comercial), la ASEAN, otro socio clave, América Latina, y Oriente Medio. La apertura comercial es una decisión estratégica a la que China no renunciará. La reacción a los primeros meses de Trump fue justamente eso. El terror unió lo que hasta este año se hallaba separado.

Mirar hacia adentro, y si sobra algo, a los vecinos

Si entre hermanos se pelean, ¡los devoran los de afuera! Eso pareciera haber inspirado a China, Japón, y Corea del Sur, y a sus respectivos Ministros de Comercio, cuya reunión conjunta sentó las bases de lo que puede ser una revolución comercial en la región cada vez más vibrante del planeta.

Estos lazos de hermandad van más allá de los tres históricos grandes del este de Asia. La intención china de poner a la región bajo un manto de paz y libre comercio se extiende también a India, un gigante aún dando sus primeros pasos, y a los países del sudeste asiático. Juntos, estos países reúnen a la mitad del mundo. No es poco, para nada.

Lo que sucede estos días no es una sorpresa para Beijing. Hace varios años, desde Trump 1, se vienen preparando. La dependencia del comercio con EEUU es cada vez menor. Las importaciones provenientes del país norteamericano eran de ⅕ del total hace unos años, según Bloomberg ese número bajó aproximadamente unos 5 puntos. Por eso la respuesta a los aranceles (del 145% al momento de cerrar este artículo) ha sido, como sostuvo el vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores, sostener la pelea hasta el final a menos que el diálogo se dé en condiciones de igualdad. Señoras y señores, China está de pie.

Cabe mencionar a Kissinger, quien siempre sostuvo que China es el alumno aplicado del sistema internacional, cuyas reglas no tuvo la posibilidad de escribir junto con los otros grandes Estados, siendo esta la deuda máxima de Beijing para consigo mismo. El libre comercio es la arena donde más y mejor expresa la nación su intención por erigirse en un garante del orden mundial. 

Volviendo a las maniobras defensivas. Lo que ha hecho Beijing desde el año pasado, con repetidos anuncios que generaron expectativa, han venido por el lado de fortalecer el consumo interno. Misión complicada, ya que el consumidor chino viene muy golpeado. La pandemia y una estricta cuarentena aplanó el furor por comprar; el retraso en las graduaciones generó un cuello de botella para ingresar al mercado de empleo; y como si fuera poco, la implosión del sector de la construcción terminó por cerrar los bolsillos. 

Pero poco a poco, se va reactivando. La posibilidad de que el gobierno estimule a la economía llevó a que las acciones de empresas chinas por primera vez en mucho tiempo dieran señales de vida. Esta nueva etapa del consumo interno se está convirtiendo en un hecho; y el revivir del sector tecnológico, ahora a la vanguardia mundial, ha reactivado la sensación de prosperidad. 

Esto no significa que en el país no haya problemas. La pobreza rural, especialmente entre los adultos mayores (situación que también se aprecia también en la China urbana, que además se jubilan a una edad muy baja en comparación con el resto del mundo, es uno de los principales temas a resolver. 

Siguiendo con el tema de los retiros, las generaciones venideras ya no se jubilarán a los 60 años, sino que tendrán que trabajar unos años más. Esta situación, que pone a China en desventaja respecto del mundo en general, viene a paliar el próximo déficit demográfico, fruto de una fuerte caída en la tasa de natalidad.

Los nacimientos en China se han frenado fruto de la falta de perspectiva entre los jóvenes, la dura competencia profesional que pospone planes familiares, pero también que comprar una casa dejó de ser algo sencillo. Un combo que se repite también en Occidente, y que es una problemática a la que aún no se le logra dar solución.

Y ante un Occidente que puede volverse muy hostil, desde el gobierno chino se tomó la decisión de convertir al país en un centro agrícola-ganadero como nunca antes pasó. Terreno en China, sobra. De hacerse realidad, el país lograría la seguridad alimentaria, objetivo para nada deleznable. Yuan Longping, agrónomo que desarrolló el “super” grano de arroz, aprueba desde el cielo esta decisión.

La carrera tecnológica se inclina hacia Oriente

En una definición por penales se suele poner al mejor pateador en el primer penal, o en el quinto. Quienes se decantan por la primera opción, lo eligen porque creen que asegurar el primer tiro sube la moral y la confianza de los que siguen; mientras que dejar el quinto penal al “crack”, asegura la continuidad hacia el sexto penal, territorio del mata-mata, o ganar el encuentro si se trata del penal decisivo. 

La tecnología no se parece en nada a eso, sino que se asemeja a la carrera de 4×100 con relevos, en las que la máxima duda es en qué ubicación poner al mejor corredor. Curiosamente, suele ser el último, ya que logra con su velocidad confirmar la senda ganadora, desmoralizar al resto de corredores al saber que no pasarán a la gacela, o lograr recuperar décimas de segundos clave para la medalla. 

También suele darse que en la carrera por el oro, nadie se quiere perder la definición. Y eso es lo que se viene observando en China, una nutrida presencia de empresarios y líderes de opinión, propios, pero también extranjeros. 

Joaquín menciona que “luego de las Dos Sesiones, se recordaron también los Dos Milagros, como Xi se refirió en el 75° aniversario de la República Popular China al rápido crecimiento económico y la estabilidad social a largo plazo de su país. El mes de marzo suele ser alto en intensidad política en China. A la reunión anual de la Asamblea Popular Nacional y de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo, se le sumó el Foro de Boao en el sur del país.”

FedEx, Mercedes-Benz, HSBC, Hitachi, y Aramco fueron algunas de los 40 empresas invitados a una cita con Xi Jinping en el Salón del Pueblo, en el último día del ya citado foro, celebrado entre el 25 y 28 de marzo. Asimismo, días antes también tuvo lugar el Foro de Desarrollo de China 2025, los días 23 y 24 de marzo.

Sostiene Sáez que “en las Dos Sesiones se entregaron directrices claves para comprender el rumbo que nuestro socio trascendental como China toma en un escenario internacional convulso, complejo y carente de liderazgos comprometidos con la estabilidad global. Es un año clave, el inicio del mandato de Trump coincide con el cierre del XIV Plan Quinquenal, un periodo en el que China se ha enfocado en la ‘Nueva Infraestructura’ como mencionaba Margaret Myers en The Dialogue, donde la innovación tecnológica y la transición hacia una economía verde serán los caminos donde se gestarán acciones para el desarrollo, pero también espacios de disputa geo comercial, concepto que se está tomando la agenda y que la Franja y la Ruta lleva un buen tiempo franqueando, bajo el lema de la conectividad para fortalecer lo innovador y lo verde”.

La visita de los empresarios al país, aparte de la evidente conclusión de que China es un atractivo mercado para las inversiones extranjeras que extiende su compromiso global a través de garantías de cooperación frente a un escenario de tensiones geopolíticas, los dos milagros chinos de rápido crecimiento económico y estabilidad social a largo plazo se están proyectando al mundo. Una persona que ha leído muy bien esto es Ray Dalio, fundador de Bridgewater Associates y autor del libro “Principios para enfrentar el Nuevo Orden Mundial”, quien estuvo sentado en la cita de los 40 empresarios bien cerca de Xi y que en su libro anuncia la pérdida de competitividad de EE.UU. en este nuevo ciclo económico marcado por la multipolaridad.

La atracción de fuerza laboral global que EEUU generaba, y su constante inversión en innovación y desarrollo que fue afectada con la aparición de DeepSeek, hito en que el discurso inevitablemente giró y marcó una premisa: China tal vez no tiene los mejores chips para la IA, pero está siendo más eficiente. Los aranceles fueron incluso una medida aceleracionista de todo lo expuesto. Hay que leer a Dalio cuanto antes, para no repetir eternamente solo la Trampa de Tucídides para la explicación de estos fenómenos.

Es llamativo que una de las condiciones que pide Trump a los chinos, además de que inviertan y produzcan en el país, es lo que hagan en modalidad “joint-venture” con capitales nacionales, implicando una transferencia tecnológica. Es decir, estamos confirmando de que se invirtió la taba, y es hoy China el país que pica en punta en materia de tecnología e innovación. Medida en paridad de poder adquisitivo (PPP), la inversión en investigación y desarrollo en China en el año 2023 casi alcanzó a los EEUU. La tesis del citado Galbraith a inicios del artículo comienza a ganar plenos.

Comentario de cierre: ¿Y por casa cómo andamos?

Sobran comentarios del estilo “el mundo estornuda y nosotros estamos en remerita y chancletas”, otros piensan que la región está tan metida en el barro que un poco más de tierra no nos hace nada. Ni unos ni otros tienen la razón absoluta, en la región pasan cosas muy interesantes, que plantean una verdadera vía de desarrollo. 

Joaquín se pregunta respecto a los anuncios chinos ¿Cómo lo vemos desde la Patria Grande? Hay que ponerle atención al anuncio de crecimiento de 5% anual, hay una transformación esencial en aquello, pues no es el sostenido 6,6% de hace unos años o el promedio de 10% que lego la Reforma y Apertura. No. De estas metas “realistas” se desprende una visión de globalización más inclusiva, que entregue certezas y ganancia compartida, es decir, hacer cada vez más patente la Comunidad de Destino Compartido. Por ello, esto debería ser un llamado a la cooperación, el comercio y las inversiones siguen, y el consumo doméstico de los chinos se sigue apoyando de la producción latinoamericana. 

Muchos de estos lineamientos están presentes en la Agenda 2030. Dice Sáez que América Latina “debe ponerse un poco más exigente con la forma de comerciar, en especial con la posibilidad de promover transferencia tecnológica y promoción de energías verdes en nuestra región. Hay expectativas positivas, como quedó claro en el Foro del Diálogo de Civilizaciones celebrado en Lima el año pasado, donde la Iniciativa de Desarrollo Global, Iniciativa de Seguridad Global e Iniciativa de Civilización Global buscan operacionalizar en resultados concretos estas esperanzas con el enfoque de alivio de la pobreza, coincidente con el no dejar a nadie atrás de la ONU”.

Joaquín se despide de este artículo con una reflexión para nuestra región: Este año se cumplen 10 años del Foro China-CELAC, pronto sacaré un capítulo referente a Chile sobre el tema, pero más allá del espacio publicitario, la reflexión es obligatoria. ¿Qué nuevo ciclo tendremos en la región respecto al rol que está jugando China? ¿Qué tan pacífica será ALC que ya se está anunciando como la zona más pacífica del mundo hasta el momento? 

En medio de rumores de la inminente visita del actual Secretario del Tesoro de los EEUU, Scott Bessent, a la Argentina, el Ministerio de Economía anunció la renovación por un año más del swap de monedas con el Banco Popular Chino. ¿Logrará nuestro país hacer equilibrio entre dos potencias cada día más enfrentadas? Stay tuned.

Categorías: China

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